La Nueva Era tiene sus raíces en la "Sociedad Teosófica" fundada en 1875 en New York por una rusa, Helena Blavatsky, básicamente espiritista, quien dice haber recibido sus enseñanzas de unos "seres espirituales especiales" o "maestros ascendidos".
Para saber qué es la " Sociedad Teosófica", necesitamos conocer qué es la Teosofía. La Teosofía es la creencia o pretensión de tener conocimiento místico directo de la "divinidad", sobre ésta y el mundo, mediante doctrinas y prácticas secretas, esotéricas, ocultistas. Blavatsky funda en 1875 la "Sociedad Teosófica" que es una mezcla de ocultismo y misticismo oriental (básicamente lo que es hoy la Nueva Era). La sucede como presidenta Annie Besant, quien trató en 1929 de presentar un nuevo "Mesías" al mundo: un hindú que rechazó el status que le asignó y se separó del movimiento. Pero es Alice Bailey (1880-1949), tercera presidenta, inglesa radicada también en E.E.U.U.; quien es considerada la "suma sacerdotisa" de la "Sociedad Teosófica". Ella funda el "Trust de Lucifer" (hoy "Lucis Trust") y, como médium espiritista, decía recibir mensajes de un cierto "maestro de sabiduría" muerto, un tibetano. (No es mera casualidad que sea oriental, como veremos más adelante.)
En numerosos escritos de esta "Sociedad Teosófica" aparecen los mensajes del espíritu demoníaco que le dictaba en "escritura automática", es decir, en estado de trance mediúmnico, durante el cual escribe la mano del médium automáticamente, sin que éste tenga control alguno de lo que se escribe. Estos escritos forman una especie de "Plan" al cual se le dio carácter secreto entre los seguidores. Este "plan", que es el "Plan de la Nueva Era", incluye un gobierno mundial y una sola religión mundial. El Plan de la Nueva Era debía permanecer oculto hasta 1975, año en que sería sacado a la luz pública.
Es prudente puntualizar aquí que “La Teosofía comenzó con los masones y en medio de ellos", según dice una publicación del CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) titulada "Sectas en América Latina", en el capítulo titulado "Movimientos Pseudo-espirituales", escrito por el Franciscano Fray Buenaventura Kloppenburg. Y la Masonería, es una sociedad secreta de corte esotérico y ocultista condenada por la Iglesia, que aunque simula lo contrario, persigue la destrucción de la civilización cristiana, comenzando primero con la Iglesia Católica y continuando con otras creencias cristianas; así como también de toda norma, principio o institución basados en el cristianismo, para sustituirlos por una civilización pagana y una pseudo-religión también pagana. Esto es importante conocerlo para poder continuar analizando el proceso histórico de conformación de la Nueva Era, a partir de la "Sociedad Teosófica".
Helena Blavatsky se transforma en médium espiritista un poco antes de fundar la "Sociedad Teosófica". Es durante una estancia en París (1867-1870) que entra al grupo de Allan Kardek, masón y codificador del Espiritismo. A su regreso a EE.UU. funda la "Sociedad Teosófica" en New York el 20 de noviembre de 1875 junto con otros masones: Charles Sotheran (uno de los jefes de la Masonería en E.E.U.U.), Henry Steele Olcott (masón), George Felt (de la Hermandad Hermética de Luxor, también masónica) y William Judge. En 1871, Albert Pike, gran maestro de una de las ramas de la Masonería, el Rito Escocés, escribe un libro básico de la filosofía masónica: " Morales y Dogmas de la Masonería". Pike, aunque no pertenece formalmente a la directiva de la "Sociedad Teosófica", está en contacto con ésta.
Otra evidencia de la conexión de la Masonería y la Nueva Era es este dato curiosísimo: el boletín que los masones distribuyen por todo el mundo a los "hermanos masones" se llama "New Age"... Hay constancia de que así se llama, al menos desde 1921, pero este nombre podría haberse usado con anterioridad a esta fecha.
Aparte de las evidencias históricas del origen y la relación de la Nueva Era con la Masonería, hay otra determinante: el Plan de la Nueva Era coincide con los fines de la Masonería que es: una religión mundial y un gobierno mundial. Es decir: las metas de la Nueva Era y las de la Masonería son las mismas. Quizá por esto el Papa León XIII en 1884 en su Encíclica "Humanum Genus" (#7) dice lo siguiente: "Varias son las sectas que, aunque diferentes en nombres, ritos, forma y origen, al estar, sin embargo, asociadas entre sí por la unidad de intenciones y la identidad en sus principios fundamentales, concuerdan de hecho con la Masonería, que viene a ser como el punto de partida y el centro de referencia de todas ellas."
1 comentario:
Ufff! cuanta informacion que yo no sabua!!! Gracias por abrirme los ojos a muchas de estas cosas, que si parecen "buena idea" al principio y que en realidad son tan malas para nuestra vida espiritual.
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