miércoles, 21 de mayo de 2014

La Prudencia

INTRODUCCIÓN
La prudencia es una virtud. Aquella que dispone a la razón práctica para discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo.
 
Dice el catecismo de la Iglesia Católica que la prudencia no es timidez, temor, doblez o disimulación. Es la virtud que guía directamente el juicio de conciencia. De tal forma que el hombre prudente decide y ordena su conducta según este juicio; y gracias a la prudencia aplicamos sin error los principios morales a los casos particulares y superamos las dudas sobre el bien que debemos hacer y el mal que debemos evitar.
 
Es la principal entre las virtudes cardinales, por ello se le considera auriga de las virtudes, porque las dirige y gobierna todas.