lunes, 20 de agosto de 2012

El engaño de la prosperidad

Me tope con unos videos en youtube de un pastor protestante llamado John Piper donde menciona un concepto que me pareció interesante para describir un engaño en el que muchos creyentes están cayendo actualmente: el evangelio de la prosperidad. En estas líneas pretendo comentar lo que le entendí.

Analicemos primero el siguiente texto del evangelio según San Juan, capítulo 6, versículo 27 donde dice: "Jesús les respondió: «Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es Él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello»."

John nos comenta que muchas veces nosotros tampoco atendemos lo importante sino que nos quedamos ensimismados y decimos: “Jesús me es muy útil”. Piper asegura que lo que sucede en este relato es que la gente no había cambiado realmente, tenían los mismos apetitos que cuando vinieron a Jesús, solo que ahora pudieron ver una mejor forma de satisfacerlos. Así que Jesucristo había llegado a ser para ellos maravillosamente útil.

-Se pueden entonces hacer cantos y poemas sobre eso, pueden incluso las personas construir su propia vida alrededor de eso, en lo que se podría denominar: el evangelio de la prosperidad, donde todo sale bien y de maravilla. Y la esencia en cada matiz de esta falsa creencia es que las personas realmente no cambian, siguen hundidos en sus viejos apetitos pero ahora, además, ponen a Jesús como proveedor para que les satisfaga dichas apetencias mundanas, las cuales son opuestas todo lo que, según el evangelio de Juan, hay que hacer.- comenta el pastor norteamericano.

Y nos invita a examinarnos: ¿Nuestros apetitos actuales son los mismos de siempre? ¿Aquellos que teníamos desde antes conocer a Cristo, solo que ahora son satisfechos mejor por la ayuda de Jesús? Mejores negocios, mejor matrimonio, mejores hijos, mejor todo lo que quise desde antes. ¿Es eso lo que ahora te hace decir: Jesús me es útil, me conviene? Si así es, -afirma- entonces no le conoces realmente.

John Piper continua: - Jesús no vino a servir a tus apetitos no regenerados. El vino para darte nuevos apetitos. Ese es el significado de ser nacido de nuevo, de eso se trata todo el evangelio de Juan: debemos nacer de nuevo. Pero hoy en día, hay tantas personas que se sienten no transformadas en lo que ansían y por eso buscan el poder de Jesús para conseguir satisfacer sus necesidades. Y eso no es el evangelio, más bien es un tipo de aclamación de la cual Jesús se aleja según se lee en el relato.-

El ejemplo que nos pone Piper me gustó también, nos dice: -Imaginémoslo así: ellos estaban muy contentos con Jesús, hubiesen dicho que lo amaban, hubiesen hecho casi cualquier cosa por Él en ese momento. Incluso hasta decir algo así como: “estamos impresionados, tienes poder, eres el profeta, eres el rey, hemos estado esperando por ti por siglos y has mostrado poder como de Dios y estamos listos para hacerte rey de manera que podemos enfilarnos hacia Roma y terminar esta tiranía”. Pero Jesús los deja-

En fin, a mi me sirvió para reflexionar y desenmascarame frente a Cristo y reconocer que debo purificar mis intenciones cada día para no caer en el error de buscar los milagros de Dios y no al Dios de los milagros.

Y tu ¿porqué buscas a Jesús?

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