Un pastor de nombre Robert Schuller, cuenta en su libro Life Changers el siguiente relato para describir lo que es pensar de manera positiva:
"Soy el mejor jugador de béisbol en el mundo", alradeaba el niñito mientras trotaba alrededor de su patio. Con su bate sobre el hombro, lanzo una pelota hacia arriba, trató de pegarle, pero no pudo.
"Soy el mejor jugador de todos los tiempos", reiteró. Recogió la pelota de nuevo, trato de golpearla, pero falló otra vez. Deteniéndose un momento para examinar su bate, se dobló y recogió su pelota.
"¡Soy el pelotero más grande que jamás haya existido!", el impulso de su giro para golpear la pelota casi lo tumba; sin embargo, la pelota cayó, ilesa, a sus pies. "¡Vaya!" exclamó. "¡Qué lanzador!".
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