tag:blogger.com,1999:blog-89940870290307661082024-02-25T13:13:19.627-08:00Palabras para vivirSeñor ¿a quién vamos a ir? Solo Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios (Juan 6,68).Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.comBlogger271125tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-69652812392136170472015-09-05T11:46:00.004-07:002015-09-05T11:46:52.520-07:00Santa Ira
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por Fray Nelson Medina O.P. </span><a href="http://www.fraynelson.com/"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">www.fraynelson.com</span></a><br />
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">¿Hay una conspiración para destruir a la Iglesia? ¿Por qué salen tantas cosas contra la fe al mismo tiempo?</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hay una sensación de rabia e impotencia que uno siente como católico cuando ve que la mentira se impone y que la intriga y el cinismo logran su cometido, de modo que al mal se le conceden victorias y aplausos mientras que el bien y lo bueno son ridiculizados, postergados, amordazados y en cierto modo aplastados bajo el peso conjunto de múltiples engaños y trampas. Estamos en un mundo en el que vale más el "lobby" que la verdad y pesa más la utilidad que la justicia.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><a name='more'></a><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En la búsqueda de una respuesta de fe frente a todo ello, tal vez sea útil empezar por elaborar una lista de esas trampas con que algunos o la mayoría de los medios de comunicación, las cátedras universitarias, los sistemas de gobierno, las expresiones del arte y los emporios económicos parecen haberse confabulado rabiosamente para destruir la Iglesia y borrar el Nombre de Cristo de todos los corazones. He aquí mi inventario provisional de esas trampas.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br /><strong>1. Simplemente calumniar.</strong> Mentir a sabiendas, diciendo que la Iglesia dice cosas que no dice. Ejemplos: muchos dicen que para la Iglesia toda expresión sexual es pecado. Otros confunden la excomunión con enviar al infierno. Otros dicen que la Iglesia afirma que los no católicos se condenarán irremediablemente. Cuando Juan Pablo II habló sobre el Cielo y el Infierno muchos periódicos empezaron a calumniar diciendo que para el Papa ya no había infierno. El falseamiento o engaño va también al describir, por ejemplo, la concurrencia a los actos públicos, marchas o manifestaciones que van en contra de la opinión que se quiere imponer. Esto se da en temas de actualidad pero, de hecho, la mayor parte de las calumnias son exageraciones o mentiras descaradas sobre temas de los que todos hablan y pocos saben: el caso Galileo, las Cruzadas, los Papas del Renacimiento, la Inquisición. Aunque hay muchas verdades vergonzosas y dolorosas para los católicos, las calumnias sobreabundan al hablar de estos temas, a fuerza de generalizaciones, ocultamiento de datos, caricaturas y demás recursos de oratoria perversa.<br />
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<strong>2. Presentar algo como necesario</strong> para el cuerpo humano o inevitable en el desarrollo normal del individuo, la pareja o la sociedad. La masturbación, la pornografía, la infidelidad matrimonial, la guerra entre naciones o la lucha de clases dentro de una sociedad han sido y son presentadas a menudo de esta forma.<br />
<br />
<strong>3. Presentar algo como moderno</strong>, o como señal de una mente abierta y desarrollada, ridiculizando por anacrónico u opresivo el comportamiento opuesto. Ejemplos: lo actual y moderno es la práctica homosexual, los llamados "derechos reproductivos," las modas vulgares, el lenguaje soez.<br />
<br />
<strong>4. Presentar algo como inevitable</strong> dentro del libre desarrollo de la ciencia, o útil e indispensable para el bienestar futuro de la Humanidad. Ejemplos: usar embriones humanos vivos para conseguir "células madre" que se supone curarán graves enfermedades.<br />
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<strong>5. Presentar casos extremos que impacten</strong> emocionalmente a las personas y las muevan en una dirección equívoca o que las pongan en situación de aceptar medidas extremas y arbitrarias. En prácticamente todos los países se empieza aprobando el aborto bajo premisas extremas: "un drogadicto loco ha violado a una pobre e inocente niña: ¿no debería ella abortar?" El nazismo usó lo mismo para agrandar el supuesto peligro de la influencia judía en la economía alemana. El truco funcionó porque la gente común llegó a ver como normal que se persiguiera y exterminara a sus vecinos judíos.<br />
<br />
<strong>6. Presentar modelos de vida que incitan a una conducta libertina y cínica:</strong> la actriz que se ha casado nueve veces y sonríe en su décima boda; la cantante que blasfema de Cristo y amontona millones; los que llevan una vida bohemia y se jactan de su inspiración poética; los que viven en adulterio, drogas o alcoholismo y siempre ocupan las páginas de farándula y son invitados a las reuniones de más alta clase social.<br />
<br />
<strong>7. Utilizar el adjetivo "polémico"</strong> para introducir cosas perversas a las que en el fondo se está aprobando y aplaudiendo. En vez de decir que una película es blasfema se dirá que es "polémica;" en vez de decir que un libro ensarta calumnias contra la Iglesia se dirá que es un libro "polémico," y así para lo demás. De este modo, lo que digamos los ofendidos se convierte en parte de la "polémica" y de paso sirve como propaganda que ayuda a vender el producto "polémico."<br />
<br />
<strong>8. Atacar por anticipado.</strong> Para hacer pasable la práctica homosexual se empieza denunciando la homofobia. Sobre la base de esa denuncia chillona lo único que queda, dentro de lo socialmente aceptado, es acoger con mente "abierta" todo lo homosexual, pues cualquier cosa que no sea alabar a los homosexuales por su valor y coherencia, será tachado de inmediato como homofóbico. Lo mismo con la inquisición. Se crea un clima de odio hacia la inquisición de modo que si uno quiere atreverse a hablar de qué es lo bueno o lo justo ya debe esperar un alud de juicios implacables y de exclusión social, porque según ellos uno es la "inquisición." De hecho, la única manera de no ser calificado de "inquisidor" es aceptarles todo lo que ellos digan.<br />
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<strong>9. Fingir democracia,</strong> presentando los dos lados de un aspecto polémico pero en grave desproporción de espacio o tiempo, o invitando al diálogo a alguien que no puede representar la mente de la Iglesia, ya sea por incapacidad o por mala relación con Ella. Ejemplo: en una polémica sobre la Nueva Era invitan a una mujer esotérica con dos postgrados y a un sacerdote tontarrón y complaciente, que sólo le preocupa quedar bien y salir en televisión. O en una discusión sobre el aborto invitan a una doctora muy bien preparada y a cualquier prelado que sea bien torpe y corto para hablar. Al final quedará "democráticamente claro" de qué lado debe inclinarse la opinión. Lo mismo hacen los diarios: saben a quién le piden que escriba sobre qué tema, de modo que haya un máximo de escándalo y un mínimo de verdadera información. El ego de los clérigos ayuda a que el sistema funcione, en detrimento de la Iglesia.<br />
<br />
<strong>10. Falsear encuestas.</strong> Ejemplos: al estudiar cómo son educados niños por parejas homosexuales se suele comparar su desarrollo con el de niños que han crecido sólo con uno de los padres, no con niños que han tenido papá y mamá. Los resultados de la encuesta falseada determinan que los patrones sicológicos medidos son sustancialmente iguales, pues así fue hecha la trampa desde el principio. Otros casos, aún más descarados, no cuentan los votos que van en contra de la opinión que se quiere imponer.<br />
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<strong>11. Ocultar efectos secundarios</strong> o posteriores que, si se mencionaran como es debido, cambiarían la opinión de la gente. El ejemplo típico es el trauma post-aborto, que nunca o solo superficialmente es mencionado por los partidarios de tal asesinato.<br />
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<strong>12. Maquillar las palabras.</strong> De nuevo los ejemplos abundan en la controversia sobre el aborto, que no es llamado así sino "interrupción voluntaria del embarazo;" o también: "ejercicio del derecho que la mujer tiene sobre su cuerpo." Tales eufemismos existen también en otros ámbitos: hay medios de comunicación que no hablan de "terroristas" sino de "rebeldes;" no hablan de "secuestradores" sino de "insurgentes," aunque su "insurgencia" se financie precisamente de secuestrar civiles.<br />
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<strong>13. Trivializar.</strong> El arte tonto de volver todo chiste, muchas veces usando el humor para introducir en sociedad comportamientos que no aceptaríamos en seriedad de términos. Caso típico: presentar en programas de televisión, como personajes simpáticos, a travestis y amanerados que por su protagonismo son aceptados como inconscientemente por la gente. Pronto se mezcla la ficción con la situación real. Otras veces la trivialización sirve para socavar el respeto hacia lo sacro o para quitar autoridad o influencia a la Iglesia. Ejemplo: los programas de MTV ridiculizando al Papa, los cardenales y los sacerdotes.<br />
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<strong>14. Hacer caso omiso de las causas.</strong> Se nos presentan las cifras de la pobreza pero no se habla de sus causas. Conocemos el creciente número de embarazos adolescentes pero no se habla de por qué se están multiplicando (a pesar del llamado "sexo seguro"). Se ataca con virulencia las acciones de la guerrilla pero pocos recuerdan las injusticias sociales que de algún modo gestaron a esos movimientos y que quizá les siguen brindando una justificación. Otro ejemplo: buscan y buscan el supuesto "gen" homosexual mientras que lo que uno ve es que allí donde se destruye la familia, y especialmente donde hay ausencia de genuina figura paterna, se multiplica la tendencia homosexual, tanto en hombres como en mujeres. En lugar de estudiar y corregir esas causas, se convierte al homosexualismo en un dogma con porcentaje propio: ha quedado definido "para siempre" que un diez por ciento de la población tiene tendencias homosexuales. Es una entre muchas mentiras.<br />
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<strong>15. Olvidar selectivamente</strong> lo que no conviene a la opinión que se quiere imponer. Ejemplo: En Irlanda se proyecta repetidamente, fastidiosamente la película de las Magdalene Sisters, que cuenta los abusos de autoridad y actitudes enfermizas de las religiosas que dirigían un cierto orfanato. Ese mensaje se repite a todas horas mientras se olvida con toda injusticia el inmenso bien que centenares de religiosas han hecho a la sociedad irlandesa, especialmente a los más pobres, a los enfermos y a todos los excluidos. Este "olvido" doloso tiene un propósito: falsear el pasado para que no se le reconozca ningún bien a la Iglesia.<br />
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<strong>16. Mencionemos por último el descuido</strong> en aludir a otros intereses, que suelen ser los que cuentan en las agendas secretas de los "lobbies" y los grupos de presión. Hablo del dinero, sobre todo. Los miles de millones que implica el tráfico de armas. Los miles de millones que mueve la pornografía. Los miles de millones que vale la industria de los anticonceptivos. Para nadie es un secreto que la abstinencia y la castidad no producen dinero mientras que la cadena de consumo del sexo desordenado, desde la suscripción pornográfica hasta el aborto voluntario, pasando por la cadenas de anticonceptivos, moteles y autoexámenes de VIH y de embarazo, mueve sumas verdaderamente importantes. Pero eso no se dice. Se presentan argumentos cojos que sin embargo atraen porque tienen el olor del dólar.<br />
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Creo que esta lista se podría prolongar. Es un ejercicio doloroso pero necesario escribirla y es un ejercicio penoso pero obligatorio conocerla y darla a conocer. Corresponde a los papás leer y comentar junto con sus hijos documentos como este, de modo que los chicos se acostumbren a desconfiar de los medios de comunicación y prefieran siempre formarse una opinión crítica y seria. Es necesario además que entiendan pronto y sin angustias que les aguardarán luchas y burlas en la noble causa de defender el Nombre de Jesucristo. Pero nuestros adversarios no nos van a engañar para siempre.</span>Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-44651770421221948292015-03-15T22:22:00.001-07:002015-03-15T22:31:46.371-07:00Entrevista al Papa<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">A continuación, el texto completo de la entrevista realizada por Valentina Alazraki corresponsal de Televisa, al Papa Francisco; difundida en Marzo de 2015, gracias a la transcripción de María Fernanda Bernasconi para Radio Vaticano:<br /><br />Valentina (V): Papa Francisco, ante todo, un millón de gracias, aunque llevo muchos años aquí, es la primera vez que me siento frente a un Papa para hacer una entrevista formal. ¡Qué miedo! Tengo mucho miedo. A Juan Pablo II </span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">me le escondía detrás de las plantas, me colaba por aquí, por allá, pero nunca hubo una, una digamos entrevista así, sentados, formal. Entonces, la verdad, sí me siento muy emocionada, pero sobre todo muy, muy, agradecida. Y lo primero que le voy a preguntar es lo que todos los mexicanos o muchos, o la gran mayoría de los mexicanos se preguntan:<strong> sabiendo Usted que, como México no hay dos, ¿cómo es posible que Usted no nos visite este año? Había mucha esperanza de que Usted viniera en septiembre…</strong></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />
</span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Papa (P): Yo pensaba hacerlo, porque quería entrar en los Estados Unidos por la frontera mexicana. Pero, si yo iba a Ciudad Juárez, por ejemplo, y entraba desde ahí, o a Morelia, y entraba desde ahí, se iba a armar un poco de barullo: ¡Cómo va ahí y no viene a ver a la Señora, a la Madre! Además, no se puede visitar México de a pedacitos. México requiere una semana. O sea que yo prometo un viaje a México como se lo merece y no a la apurada y de paso. Por eso decidí no entrar por México.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): Papa Francisco, Usted ha elegido esta sala donde aparte sé que tienen reuniones muy importantes, aquí deciden el futuro de su Iglesia</span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">, de la Iglesia. Y bajo la supervisión de la Morenita. <strong>¿Qué representa para Usted la Virgen de Guadalupe</strong></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>?</strong><br /><br /><em>(P): Bueno ahí tocó un tema que me llega mucho, no. ¿Cómo se define el momento histórico de México, cuando Ella visita México, y la herencia que deja, no? Dos veces en el campo Mompúa le dice a san Juan Diego Madre. Yo soy la Madre de Dios por quien se vive. Y después cuando él ahí, está un poco temeroso: ¿De qué tenés miedo? ¿No estoy acá yo que soy tu Madre? O sea es Madre.</em></span><br />
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Después nosotros, le decimos Reina, Reinecita, él mismo le decía eso, Juan Diego, Emperatriz de América, pero Ella se define como Madre. En un momento en que América renacía. Y es la Madre que nos trae la Buena Noticia a México. Es una Madre que está esperando un chico. Y en ese momento trágico de la conquista, porque que ahí hubo de todo, Ella trae la Salvación. Muestra que trae un chico. Pero ¿cómo lo muestra? ¿Cómo se muestra, además de embarazada? Se muestra mestiza. Eso es toda una profecía, nuestro mestizaje americano. Una profecía de nuestra cultura. Por eso Ella traspasa los límites de México, y va mucho más allá y es la unidad del pueblo americano. Es la Madre. América no es huérfana. Tiene una Madre. Una Madre que nos trae a Jesús. O sea, la Salvación que es Cristo viene por una mujer y quiso Ella demostrarlo a través de su mestizaje que lo traía a México de una manera especial. Y elige un hijo de esa cultura para manifestarse. No elige un chico español, o un colonizador, o una señora coqueta, no, no. Un simple hombre, casado, humilde. </em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Entonces para mí Ella es Madre.</em></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em></em></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Es Madre mestiza y, me atrevo a decir, otra cosa. Es el principio de una cosa de la cual no hablamos mucho en América: que es el gatillaje de la santidad. O sea en la colonización americana, en la conquista americana hubo pecado “a rolete” </em><span style="font-size: x-small;">(popular en Argentina = mucho, en cantidad)</span>. </span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Se pecó mucho. Pero también hubo muchos santos. Santos que los tenemos sí, Santa Rosa de Lima, nos acordamos, el negrito San Martín de Porres, ahora voy a canonizar, cuando vaya a los Estados Unidos a este santo varón, que evangelizó la California, Junípero Sierra, y que antes de ir a la misión de California, fue precisamente a Ella. A pedir la bendición, ¿no? O sea, Ella de alguna manera abrió la puerta a esa corriente de santidad. Los santos mexicanos, los santos americanos, son muchos.</em></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>O sea para mí Ella es todo esto que le dije: es Madre, fuente de unidad cultural, puerta hacia la santidad, en medio de tanto pecado y de tanta injusticia, y tanta explotación y tanta muerte, es Madre, ¿no? Entonces eso es lo que yo siento cuando la veo.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): Papa Francisco, Usted en el avión volviendo de Filipinas dijo que le hubiera gustado entrar a los Estados Unidos por la frontera con México. Esa frontera tan, tan, significativa. Usted es hijo de emigrantes, sus papás eran italianos, viajaron a la Argentina, Usted trae en la sangre lo que es eso. <strong>¿Cuál sería el sentido de su presencia ahí, en esa frontera?</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>(P): Gente no sólo de México sino de Centroamérica, de Guatemala, que cruza todo México, para buscar un futuro mejor. Hoy día la emigración es fruto del malestar en el sentido etimológico de la palabra, fruto del hambre, de buscar nuevas fronteras. Lo mismo sucede en África, con toda esa cruza mediterránea de gente que viene de países que están pasando momentos difíciles, sea por el hambre, sea por las guerras ¿no? Pero evidentemente que la migración, hoy día, está muy relacionada al hambre, a la falta de trabajo. A esta tiranía de un sistema económico que tiene al dios dinero en el centro y no a la persona ¿no?</em></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> </span><br />
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</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Y entonces se descarta gente. Entonces un país crea – sea de América, de África, de donde sea – crea una situación económica impuesta, por supuesto, que descarta gente, que va hacia otro lado a buscar trabajo, o comida, o bienestar ¿no? O sea la migración en este momento, es muy doloroso el problema migratorio en el mundo ¡eh! Porque hay varias fronteras migratorias ¿no? </em><em>Me alegra que Europa esté revisando su política migratoria. Italia fue muy generosa y quiero decirlo ¿no? La síndico de Lampedusa se jugó entera y aun a costa de transformar esa isla, de tierra de turismo en tierra de hospitalidad ¿no? Con lo que supone no ganar plata ¿no? O sea hay hechos heroicos ¿no? Pero ahora gracias a Dios veo que Europa está repensando la situación.</em></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
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<em></em> </div>
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<em>Volviendo a la migración allí, esa zona, además es una zona de mucha lucha de problemas de narcotráfico ¿no?, es decir. Los Estados Unidos me decían – no quiero tirar estadísticas que después me crean un problema diplomático – pero, me decían, y lo vi en una revista, creo que están entre los primeros consumidores de droga en el mundo y la frontera por la que entra la droga, la principal, es la mexicana. Entonces ahí también se sufre ¿no? Morelia, toda esa zona, es una zona de mucho sufrimiento donde también las organizaciones de traficantes de droga no se van con chiquitas ¿no?, es decir, saben hacer sus trabajos de muerte, ¿no?, son mensajeros de muerte, sea por la droga, o sea por “limpiar”, entre comillas, a aquellos que se oponen a la droga, los 43 estudiantes, de alguna manera están pidiendo que, no digo venganza, justicia, y que se los recuerde.</em></div>
<div style="text-align: justify;">
<em></em> </div>
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<em>Y por eso salgo al encuentro quizás de una curiosidad: quise hacer Cardenal al Arzobispo de Morelia, porque está en la sartén. O sea un hombre que está en una zona muy caliente, y es un testimonio de hombre cristiano, de un gran sacerdote. Pero después sobre los cardenales podemos volver después. Se lo digo de paso.</em></div>
</span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): Usted como Papa latinoamericano, el primer Papa latinoamericano, <strong>¿siente de alguna manera dentro de sí como una responsabilidad más, de ser la voz de todos estos millones de personas que, que se ven en esta situación de tener que salir de sus países, atravesar fronteras, muros, sea en América, en Asia, en Europa, donde sea?</strong><br /><br />(P): <em>Sí. Ser la voz pero no de una manera programática. Me sale solo. Me sale por la misma vivencia nuestra latinoamericana ¿no?, y también por mi sangre migrante ¿no? O sea, mi papá, con mis abuelos, fueron a Argentina. Tenían un buen pasar acá, pero por razones políticas, la abuela estaba muy metida en la naciente Acción Católica y aunque nunca le hicieron tomar el aceite de ricino, pero ese era… entonces decidieron irse a buscar nuevos rumbos. Además tenían, los hermanos de mi abuelo, ya tenían una buena empresa en Entre Ríos, allá, pero ellos llegaron en el 29 y en el 32 la crisis los dejó en la calle. Sin nada. Y un cura les prestó 2.000 pesos, con lo cual compraron un almacén y mi papá, que era contador, hacía el reparto con la canasta. Esa gente que se ganó la vida</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>, se rehízo la vida. Y volvieron a luchar por llevar adelante la familia</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>. Eso a mí me dice mucho. Yo lo mamé en casa eso.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>De ahí le viene toda esta sensibilidad que tiene…</strong></span><br />
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span> </div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>Pienso que sí. Y sí. Además, en Argentina yo he visto situaciones difíciles. De pobreza y de marginalidad, incluso de drogadicción, que son las que me mueven estas cosas ¿no? Pero me salen naturales. No me salen ideológicamente. Por eso a veces soy un poco desprejuiciado y se me va la lengua, pero no importa… De eso hablaremos… </em></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span> </div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): Papa Francisco, Usted se refirió a los 43 estudiantes de Iguala. Fue un momento muy difícil para México, ha sido un luto grave para nuestro país. Recuerdo incluso ahora que estuvo aquí el cardenal de Morelia, Monseñor Suárez Inda, él decía que cuando hay una situación difícil todos somos culpables, todos de alguna manera somos responsables. La Iglesia no da soluciones políticas, técnicas, pero <strong>creo que sería necesario un mensaje de aliento para que México, por los recursos que tiene el pueblo, los valores que tiene el pueblo, pueda salir un poco adelante, pueda tener la esperanza, pueda pensar en la paz, en un futuro mejor.</strong></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span> </div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>No es el primer momento difícil que está pasando México éste. O sea, engancho con la santidad ¿no? O sea, México pasó momentos de persecución religiosa, donde engendró mártires. Yo pienso que a México el diablo lo castiga con mucha bronca. Por esto. Creo que el diablo no le perdona a México, que Ella haya mostrado ahí a su Hijo. Interpretación mía. O sea, México es privilegiado en el martirio, por haber reconocido, defendido, su Madre. Y esto lo sabe Usted muy bien. Usted va a encontrar a mexicanos católicos, no católicos, ateos, pero todos guadalupanos. Es decir, todos se sienten hijos. Hijos de la que trajo al Salvador, al que destruyó al demonio. O sea lo de la santidad también está unido ahí. Yo creo que el diablo le pasó la boleta histórica a México ¿no? Y por eso todas estas cosas, usted ve que en la historia siempre ha aparecido focos de conflicto grave ¿no? </em></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em></em></span> </div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>¿Quién tiene la culpa? ¿El gobierno? Esa es la solución, la respuesta, más superficial. Siempre los gobiernos tienen la culpa. Sí, el gobierno. Todos tenemos de alguna manera la culpa o, al menos, el no hacernos cargo del sufrimiento. Hay gente que está bien y quizás la muerte de estos chicos no les llegó, les resbaló. Bueno a mí no me tocó, gracias a Dios que no me tocó. Pero la mayoría del pueblo mexicano es solidario. Y esa es una de las virtudes que tienen ustedes ¿no? Y creo que todos tienen que poner el hombro ahí, para resolver esto de alguna manera ¿no? Yo sé que es muy difícil denunciar a un narcotraficante. Porque le va la vida, es una especie de martirio ¿no? Es duro, pero creo que todos en situaciones así, sea en México o no en México, tenemos que poner el hombro. O sea el echarle la culpa a un solo sector, a una sola persona, a un solo grupo, es infantil.</em></span><br />
<em><span style="font-family: Trebuchet MS;"></span></em><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): Papa Francisco, Usted envió un correo privado a un amigo de Argentina expresándole su preocupación acerca de la creciente difusión del narcotráfico en su propio país. Y utilizó el término “<strong>tratemos de evitar la mexicanización</strong>”… Es normal, ese término digamos ha sido tomado, ha herido susceptibilidades, sensibilidades. El Gobierno de México pensó que se trataba de una estigmatización del país, o no reconocer los esfuerzos que está haciendo, o que intenta hacer. La verdad es, <strong>¿qué pasó ahí? ¿Qué quiso decir Usted?</strong><br /><br />(P): <em>Sí. El chico. Este chico es un dirigente, un hombre que ha trabajado por la justicia social y trabaja mucho, amigo mío, viene de las izquierdas, del trotskismo, viene de ahí. Es un hombre que encontró a Jesús y trabaja por la justicia social y él me cuenta. Me contaba allí cómo habían logrado descubrir algunas redes de narcotráfico, y eso, y que estaban luchando y que habían cerrado también una cadena de prostíbulos. Él trabaja mucho en lo que es esclavización de personas, o sea fábricas esclavas, con migrantes donde le sacan el pasaporte y lo tienen de esclavo ahí, prostitución, drogadicción, etc.<br /><br />Y entonces me dice “bueno esto queremos no llegar a la mexicanización de Argentina”. Así me ponía, ¿no? Evidentemente que es un término, permítaseme la palabra, “técnico”. No tiene nada que ver ya con la dignidad de México. Como cuando hablamos de la “balcanización”, ni los serbios, ni los macedonios, ni los croatas se nos enojan. Ya se habla de “balcanizar” algo y se usa técnicamente y los medios de comunicación lo han usado muchas veces ¿no?</em></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>Se usaba “colombización”, por ejemplo.</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong></strong><br />(P): <em>También ¿no? Así que yo contesté rezo, los acompaño, y ojalá no lleguemos a la mexicanización, técnicamente. Levantó pólvora, pero la mayoría, por las estadísticas que me llegaron, que hicieron algunos periodistas de allá, el noventa por ciento del pueblo mexicano no se sintió ofendido por eso. Lo cual me alegra. Para mí habría sido un gran dolor que se interpretara de esa manera ¿no? El mismo gobierno después de haber preguntado aceptó las explicaciones. Estas que son las verdaderas ¿no? Y todo en paz. O sea eso no me cerró las puertas a México. Voy a ir a México.</em><br /><br />(V): Papa Francisco, relacionada con esta pregunta, Usted sabemos que tiene una actividad digamos entre comillas, personal muy activa. Usted le llama por teléfono a las personas, escribe cartas personales, preciosas por cierto. Ante lo que sucedió Usted ha pensado decir a estas personas que, quizá, debían tener el sentido común que, si yo recibo una carta del Papa, yo no la publico. No ha pensado Usted que, porque Usted es el Papa, ya no es el Padre Jorge. <strong>¿No ha pensado decirles “miren yo les llamo por teléfono, les escribo, pero, en fin, esto es privado”?</strong><br /> </span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>Lo suelo hacer, normalmente. Pero a veces la gente no, no se aguanta. Le meten luego en problemas. Digo una cosa es la correspondencia privada… Este amigo mío me contestó pidiendo perdón, que me juraba y me re-juraba que nunca más iba a publicar…</em></span><br />
<em><span style="font-family: Trebuchet MS;"></span></em><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>¿Sigue siendo su amigo?</strong></span><br />
<strong><span style="font-family: Trebuchet MS;"></span></strong><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>Y sí… Porque además él lo hizo como diciendo “hasta el Papa está luchando contra la droga, ¿no?”. Es verdad que el hecho de tocar un tema tan delicado, no cierto, me puede dar consecuencias. Pero lo tengo que decir, a veces yo me he sentido usado por la política del país. Políticos argentinos que pedían audiencia… Sí, comprendo su pregunta y quiero contestar abiertamente, aunque me podría traer algún problema personal, en mí país. Pero simplemente cuento lo que ha pasado. Claro los argentinos cuando vieron un Papa argentino se olvidaron de todos los que estaban a favor o en contra del Papa argentino. Y los argentinos que no somos humildes, y que somos muy engreídos… ¿Usted sabe cómo se suicida un argentino?</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>No…</strong><br /><br /> (P): <em>¿No? ¡Se sube arriba de su ego, y de ahí se tira abajo!</em><br /><br /> (V): <strong>Había oído muchos chistes pero este no… </strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>Somos muy… somos los campeones del mundo, después campeón San Lorenzo…</em><br />
</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>Bueno yo creo que fue campeón San Lorenzo por Usted. Le ha ido demasiado bien.</strong><br /><br />(P): <em>Y nos agrandamos con facilidad realmente. Somos en eso muy, muy poco humildes, ¿no? Es decir, nos agrandamos con facilidad. La desmesura argentina, propia de nuestra manera de ser, un poco compadrita, pillada, somos los mejores de América, ese tipo de cosas ¿no cierto? Yo sé que mucha gente, sin quererlo, la mayoría, algunos queriéndolo, usan su venir acá o una carta mía o un llamado. Hay gente a la que yo llamo y nunca abre la boca. Y he llamado y nunca lo dijo ¿no? Enfermos, o que he mandado una carta y nunca la publicaron, otros sí ¿no cierto? Pero, si siento que yo debo hacer algo, lo hago y corro el riesgo. Y bueno, ¡qué va a ser!</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): Volviendo ya a México. <strong>¿Hay algo que le preocupa de México?</strong> <strong>Por ejemplo, las sectas</strong>;</span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> las sectas no es un problema sólo de México. Usted es latinoamericano, ha sido un protagonista de Aparecida,</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">desgraciadamente en el sudeste de México hay ese problema, pero en muchos países de América Latina <strong>hemos visto cómo van avanzando, van ganando</strong>, ¿no? <strong>¿Ahí qué ha pasado? ¿Ha fallado la Iglesia en algo?</strong> <strong>¿Cómo se retoman a esas personas? ¿por qué? ¿Por qué dejaron a la Iglesia y se fueron hacia las sectas, ofrecen algo diferente, más concreto? ¿Usted cómo lo ve?</strong><br /><br />(P): <em>Algo similar. Una cosa es que… los movimientos evangélicos, digo, después voy a distinguir entre sectas o no. Hablamos de todo el movimiento evangélico, sean secta o no. Lo que ofrecen, en general, es la “projimidad”, la cercanía. Usted va un día al culto, y al domingo siguiente lo esperan en la puerta y le saben el nombre y lo saludan. Usted es persona. Nosotros, los católicos, muchas veces somos por ser multitudinarios, o sobre todo por un defecto muy grande que tenemos en América Latina, que es <strong>el clericalismo</strong>, ponemos distancia. El clericalismo en América Latina fue una de las trabas más grandes para el crecimiento del laicado. El laicado en América Latina solamente creció en la piedad popular. Ahí sí. Porque ahí es libre y el laico es creativo, y bueno, y tiene sus procesiones, sus cultos, pero organizativamente el laico no creció lo suficiente o no creció un poco por ese clericalismo que crea distancias.<br /><br />Entonces, volviendo a la pregunta, una de las cosas que en los movimientos evangélicos se provoca y crean es la cercanía. “¡Hola cómo te va, fulano!”. Después hay una distinción entre movimientos evangélicos honestos, buenos, ¡eh! y movimiento sectario, ¿no? Por ejemplo hay propuestas religiosas que nos son cristianas, nos son cristianas, los mismos evangélicos no las quieren ver. Y ellos… Y hay sectas, algunas vienen de la teología de la prosperidad, no cierto. “Bueno, si vos venís, y que si yo… te va a ir bien, y qué se yo”. Yo recuerdo una en Buenos Aires, que no fui yo, pero les pedí a unos amigos que fueran a ver qué sucedía, en una liturgia penitencial ¿no? Bueno, un libre y fervoroso discurso, una homilía fervorosa sobre el pecado y que Dios perdona y realmente una cosa bien hecha, y dicen “bueno ahora cada uno piense en sus pecados y bueno, vos que hiciste esto, y va recorriendo los mandamientos, y bueno, pedí perdón y para esto, tenés que dar una limosna de tanto”. Estoy simplificando, ¿no? Bueno evidentemente que los evangélicos rechazan todo esto. Los evangélicos serios, ¿no?<br /><br />Después este fenómeno de usar lo religioso como comercio. Y bueno como en el caso de que uno hace un cursito por ahí y se abre un culto, ¿no? Pero yo distinguiría ¿no? No metería en la misma bolsa ¿no? O sea hay grupos que se dicen evangélicos y no son ni cristianos, y tantos evangélicos como nosotros los reconocemos así. De esto he hablado mucho una vez con un gran amigo mío, con quien compartí una cátedra de teología. Con esto hablé mucho con un gran amigo mío luterano, profesor de la Facultad de Teología luterana, sueco él, el pastor Anders Root, murió hace tres años, ya en Suecia, había vuelto ya a Suecia, con quien compartimos la Cátedra de Teología Espiritual.<br /><br />Yo lo invité cuando enseñaba en una Facultad católica Teología Espiritual. Hablábamos mucho. Éramos muy amigos. Y él hizo una tesis, tesis de habilitación, no de doctorado, sino de habilitación. La hizo sobre un movimiento, sedicente evangélico, pero que no es cristiano en el fondo y prueba por qué no es cristiano. Sé que en esto con los evangélicos, no sólo las Iglesias históricas, sino con los movimientos evangélicos, estamos de acuerdo en que hay sectas que no son algunas ni cristianas y otras que son un cachivache; para decir una palabra nuestra.<br /><br />Además, quisiera también hacer una distinción entre una palabra equívoca, sobre una palabra equívoca, el pentecostalismo. Hay pentecostales que más bien se asimilan a estas, a estos grupos que en el fondo no son cristianos, y hay pentecostales que trabajan con nosotros y tenemos reuniones juntas con el movimiento de Renovación en el Espíritu, católico. O sea que la cosa es muy, hay que ir caso por caso o saber dividir. No podemos embolsar a todos, ¿no cierto? igual.</em><br />
<em></em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Bueno vuelvo a la pregunta, ¿por qué? Y porque le dan esa cercanía, después el anuncio de la Palabra. A veces nuestras homilías…, me contaba un sacerdote romano que fue a visitar a sus padres que viven en un pueblo cerca de Roma. Y el papá le dijo un día: “Che sabés estoy contento porque con mis amigos encontramos una iglesia donde dicen misa</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em> sin homilía”. Es decir, hay homilías que son un desastre. Sí. No sé si la mayoría, pero no llegan al corazón. Son clases de teología o son cosas abstractas, o largas. Por eso en la Evangelii Gaudium dediqué a la homilía tanto. Bueno, en general los pastores evangélicos tienen una cercanía y llegan al corazón, y preparan bien la homilía ¿no? Creo que en eso nosotros nos tenemos que convertir.</em><br /><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Obviamente que el concepto protestante de la homilía es mucho más fuerte que el católico. En el inicio, no cierto, para Lutero la homilía era un sacramento casi. Para nosotros era, bueno, una disertación o una catequesis</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em> y se la reducía a catequesis. Gracias a Dios los católicos hemos encontrado ya la teología de la predicación, donde la homilía tiene parte, es como un sacramental. Hay algo que lo pone Dios. Y es algo muy serio ¿no? Entonces claro, distancia, clericalismo, homilías aburridas; los otros ofrecen cercanía, “trabajá”, “movéte”, integración en el trabajo, Palabra de Dios ardiente; y se van. Un fenómeno que se da no con las Iglesias o comunidades eclesiales más serias, evangélicas, sino con éstos que son un poquitito flojos o que no son cristianos, y algunos quedan a mitad de camino. Y se van de casa y después ya tampoco no vuelven, es un problema este muy latinoamericano.</em><br /><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>En Argentina trabajábamos mucho juntos con los pastores. En Buenos Aires yo me reunía con un grupo de pastores amigos, y rezábamos juntos y organizamos tres retiros espirituales para pastores y para sacerdotes juntos. De varios días. Y venía, y predicaba o sacerdote católico y un pastor. Predicó una vez el obispo, que ya murió, Gretsch, de Australia, y dos veces el Padre Cantalamessa, por parte católica. Y por la parte de ellos, pastores también prestigiosos. Y ahí estamos, pastores, pastoras, curas, rezando juntos, haciendo nuestro retiro espiritual. Tres veces lo hicimos. Eso nos ayudó mucho. A los que más o menos estamos en la línea más seria ¿no? Y también hicimos tres encuentros ya entre católicos y evangélicos, en el Luna Park, que tiene capacidad para un poquito más de siete mil personas. También un día entero ¿no? En tres años diversos.</em><br /><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Y también invitábamos a algunos pastores de afuera, a algún cura de afuera, Cantalamessa una vez estuvo. Y eso nos ayudaba a trabajar juntos los que estábamos en la línea seria ¿no? Entonces, ve, la palabra “sectas” se va como diluyendo. Me detuve mucho en esto por justicia, para no hacer una injusticia. Hermanos evangélicos que trabajan bien.</em></span><br />
<em><span style="font-family: Trebuchet MS;"></span></em><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): Papa Francisco tenemos la suerte de que esta entrevista cae en el segundo aniversario de su elección. De esa noche inolvidable cuando Usted nos sorprendió a todos con su “buonasera”, “los Cardenales</span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> me han ido a pescar hasta el fin del mundo”, y bueno, y ese gesto de pedir la bendición. A mí se me enchina todavía la piel del recuerdo, porque fue un momento muy fuerte. Muchos no le atinamos a que Usted sería el Papa, porque nos fuimos un poco, la verdad le digo, porque pues decían que después de la renuncia del Papa Benedicto querían un Papa joven, sabíamos que Usted lo del Vaticano no era, como le dije una vez en el avión, santo de su devoción, que no le gustaba tanto venir por acá, que venía lo mínimo posible, entonces, bueno, yo la verdad, pensé que a lo mejor Usted diría que no… A ver, <strong>¿qué pasó ese día, cuando se dio cuenta Usted de que, ya el nombre era éste, y que Usted saldría como Papa?</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>La cosa fue muy sencilla. Yo me vine con una valijita chica porque hice el cálculo, y dije el Papa no va nunca a asumir en Semana Santa</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>. Por lo tanto yo me puedo venir tranquilamente y estar el Domingo de Ramos</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em> en Buenos Aires. Dejé preparada la homilía del Domingo de Ramos sobre mi escritorio y me vine con lo necesario para esos días, aunque pensaba que podía ser un cónclave muy corto ¿no? De todas maneras, me preparé hasta lo más posible por si fuera largo de tal manera que tenía el boleto de vuelta. Lo podía cambiar o adelantar ¿no? Pero tenía asegurado ese. Además no estaba en ninguna lista de papables, gracias a Dios, pero ni se me pasó por la cabeza. En esto quiero ser sincero para evitar cuentos y eso. En las apuestas de Londres creo que estaba en el número 42 o 46. Un conocido mío, por simpatía apostó, ¡y le fue muy bien!</em><br /><br />(V): Pero le tengo que recordar que fue una monja mexicana la que tuvo una gran intuición. Porque Usted el sábado antes de la elección comió en casa de su amigo, el Cardenal Lozano Barragán, y <strong>la madre Estela le dijo: “Eminencia, si lo hacen Papa Usted nos invita a comer allá arriba, ¡eh!</strong><br /><br />(P): <em>La madre Estela me dijo así. Bueno y así empezó el cónclave. Los periodistas decían que a lo más yo era un kingmaker que, bueno, un elector, un gran elector, que indicaría a alguno. Y estuve en paz. Empezó la primera votación, el martes a la noche, segunda el miércoles a la mañana, tercera el miércoles antes del almuerzo. El fenómeno de las votaciones ahí en, siempre, no solo en el cónclave, en estos grupos, es un fenómeno interesante. Hay candidatos ya, fuertes. Pero mucha gente que no sabe dónde dar el voto. Entonces elige seis, siete, que son los votos depósito. Entonces yo deposito el voto en Usted y cuando veo ya quien va se lo doy. O sea, son, es como una “provisoriedad”. Eso es general en las votaciones de grupos grandes, no cierto. O sea sí, yo tenía algunos votos, pero depósito.</em><br /><br />(V): <strong>¿Es cierto que en el cónclave anterior había tenido unos cuarenta? ¿Se puede decir? ¿No? Eso dijeron.</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong></strong><br />(P): <em>Sí, bueno, dijeron.</em><br />
<em></em><br />(V): <strong>Algún cardenal dijo.</strong><br />
(P): <em>Bueno, dejémoslo al cardenal. Aunque yo podría decirlo porque ahora yo tengo la autoridad para decirlo. Pero mejor. Dejémoslo que lo haya dicho el cardenal. Pero nada. Realmente, hasta ese mediodía, nada. Y después pasó algo, no sé. En el almuerzo, yo vi algún signo raro, pero. Me preguntan por la salud, esas cosas que… y ya cuando volvimos a la tarde, se cocinó el pastel ¿no? En dos votaciones se acabó todo ¿no? O sea que para mí también fue una sorpresa. ¿Qué me pasó a mí? En la primera votación de la tarde cuando yo vi que ya eso ya podía ser irreversible, lo tenía al lado – y esto lo quiero contar porque hace a la amistad – al cardenal Hummes, que para mí es un grande. A la edad que tiene, es el Delegado de la Conferencia Episcopal para la Amazonia. Y va allá y se mete y va en barca y va, y va visitando las iglesias, y lo tenía al lado, y ya a la mitad de la primera votación de la tarde – hubo dos, porque hubo una segunda – cuando se vio la cosa, se me acercaba así, me decía: “No te preocupes, así obra el Espíritu Santo”. Me causaba gracia.</em><br />
<em></em><br /><em>Después, en la segunda votación cuando se alcanzaron los dos tercios, siempre se aplaude ¿no? En todos los cónclaves aplauden. Y sí el escrutinio. Y él ahí sí me besó y me dijo: “No te olvides de los pobres”. Y eso me empezó a dar vueltas en la cabeza y fue lo que provocó la elección del nombre, después, ¿no? Yo, mientras la votación, rezaba el Rosario, </em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>solía rezar los tres Rosarios diarios, tenía mucha paz. Yo diría que hasta inconciencia. Lo mismo cuando se dio la cosa, y para mí ese fue un signo de que Dios quería eso. La paz. Hasta el día de hoy no la he perdido. Pero es algo de adentro, que, como un regalo ¿no? Y después, qué es lo que hice, no sé. Me hicieron parar. Me preguntaron si aceptaba. Dije que sí. No sé si me hicieron jurar algo, no me acuerdo.</em><br />
<em></em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Estaba en paz. Fui, me cambié la sotana. Y salí y quise primero ir a saludar al cardenal Días, que estaba allá en su silla de ruedas, y después saludé a los cardenales. Después le pedí al Vicario de Roma y al cardenal Hummes, por amigo, que me acompañaran. ¡Cosa que no estaba prevista en el protocolo!</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>Ahí empezaron sus problemas con el protocolo, creo.</strong><br /><br />(P): <em>¿Qué sabía? Yo puse ahí a… Esa fue la primera de muchas. Y fuimos a rezar a la capilla Paulina, mientras el Cardenal Tauran anunciaba el nombre. Después salí y yo no sabía lo que iba a decir. Y bueno, de todo lo demás son testigos ustedes. Sentí profundamente que un ministro necesita la bendición de Dios, pero también la de su pueblo. No me atreví a decir que el pueblo me bendijera. Simplemente dije: “Pueblo recen para que Dios, a través suyo, me bendiga”. Pero me fue saliendo todo espontáneo. Igual lo de rezar por Benedicto. Decía, no, no sé, no preparé nada. Salió solo.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>¿Y le gusta ser Papa?</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): ¡No me disgusta! </span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>Porque uno se hubiera imaginado que no le hubiese gustado ser Papa.</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): No, no. Una vez dada la cosa después se hace.<br /><br />(V): <strong>¿Qué es lo que le gusta y qué lo que no le gusta tanto de ser Papa? ¿O le gusta todo?</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>Sí, lo único que me gustaría es poder salir un día, sin que nadie me conociera, e irme a una pizzería a comer una pizza. ¡Eso estaría muy bien! Voy a esto, no, esto lo digo como ejemplo. En Buenos Aires yo era muy callejero. Iba, venía por las parroquias, y claro cambiar de hábitos y estar… eso me cuesta un poquito, pero, no, no sé, se arregla, se habitúa. Se encuentra otra manera de callejear: el teléfono, el…</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em></em><br />(V): <strong>Y lo de que no le gustaba tanto el Vaticano, eso no es ningún secreto</strong>. No le gustaba mucho venir. Y ahora que está desde hace dos años acá adentro, <strong>¿le gusta un poco más o un poco menos?</strong><br /><br />(P): <em>No. No solo el Vaticano. Esto lo tengo que aclarar. Creo que mi gran penitencia son los viajes. A mí no me gusta viajar. Yo soy muy pegado al hábitat, es una neurosis. Una vez leí un libro muy lindo que se llama: “Alégrese de ser neurótico”. Entonces, uno tiene que descubrir las neurosis que tiene, cebarle mate todos los días, tratarla bien, para que no le haga daño ¿no? Y bueno una de mi, yo digo, de mis neurosis, o de mi modo de ser, es estar muy pegado al hábitat. O sea todo viaje, no me gusta. Y venía a Roma y por ahí no me gustaba, porque algún ambiente de chisme, y eso no, por eso venía y me iba enseguida ¿no? Si Benedicto asumió al mediodía, y a la tarde ya estaba arriba del avión ¿no? es decir. </em><em>Y ahora no me disgusta. Acá hay gente muy buena. El hecho de vivir acá me ayuda mucho.</em><br />
<em></em><br />(V): <strong>¿Le gusta estar aquí en Santa Marta?</strong><br />
<br />
(P): <em>Es simplemente porque hay gente. Yo allá solo, no hubiera soportado. No porque sea lujoso, como algunos dicen, no. No es lujoso. El apartamento no es lujoso. Es grande. Pero esa soledad no la hubiera tolerado. Venir aquí, comer en el comedor, donde está toda la gente, tener la Misa esa donde cuatro días a la semana viene gente de afuera, de las parroquias, me da un poquitito de holgura espiritual. Me gusta mucho eso.</em><br />
<br />
(V): <strong>¿No se siente solo?</strong><br />
<br />
(P): <em>No, no, no. En serio que no.</em><br />
<br />
(V): Papa Francisco, hay algo que nos preocupa un poco. Porque ha habido varias ocasiones en los vuelos, que es donde nosotros tenemos la oportunidad de hablar con Usted, que Usted dice: “Bueno, en dos o tres años vuelvo a la Casa del Padre…”; luego viene alguien que está organizando una feria, un congreso, de aquí a cinco años, a diez. Y usted dice: “Bueno, le deseo lo mejor, pero yo no estará ahí”. Cosas por el estilo. <strong>¿Por qué tenemos la sensación de que Usted, por un lado, es como si tuviera prisa, en su forma de actuar?, y por otra, ¿por qué como que parecería como que viera su Pontificado a breve plazo?</strong> Su edad es su edad, pero quiero decir que con lo largo que se vive hoy, son pocos años, en realidad, no es relativo. <strong>¿Por qué tiene esa sensación, por qué de repente nos dice estas cosas?</strong><br /><br />(P): <em>Yo tengo la sensación que mi Pontificado va a ser breve. Cuatro o cinco años. No sé, o dos, tres. Bueno dos ya pasaron. Es como una sensación un poco vaga. Le digo, capaz que no. Por ahí es como la psicología del que juega y entonces cree que va a perder para no desilusionarse después. Y si gana está contento ¿no? No sé qué es. Pero tengo la sensación que el Señor me pone para una cosa breve, nomás y... Pero es una sensación. Por eso tengo siempre la posibilidad abierta ¿no?</em><br />
<br />
(V): Y Usted nos ha dicho también que seguiría el ejemplo del Papa Benedicto, en caso de que se diera cuenta de que no… Eso cambia un poco la idea del Papado. Porque estábamos acostumbrados, antes de la época moderna, quiero decir, <strong>para nosotros el Papa era una Institución</strong>. Pues el Espíritu Santo… se creaba y, hasta la muerte ¿no?<br /><br />(P): <em>Bueno, hubo algunos cardenales en el pre cónclave, en las Congregaciones Generales, que se plantearon el problema teológico, muy interesante, muy rico ¿no? Yo creo que lo que hizo el Papa Benedicto fue abrir una puerta. Hace setenta años, no existían los Obispos eméritos. Y hoy tenemos mil cuatrocientos. O sea se llegó a la idea de que un hombre después de los 75, alrededor de esa edad, no puede llevar el peso de una Iglesia particular. En general. Creo que, lo que hizo Benedicto con mucha valentía fue abrir la puerta de los Papas eméritos. A Benedicto no hay que considerarlo como una excepción. Sino como una Institución. Por ahí sea el único en mucho tiempo, por ahí no sea el único. Pero es una puerta abierta institucional. Hoy día el Papa emérito no es una cosa rara, sino que se abrió la puerta, que pueda existir esto.</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): Se podría pensar como en los Obispos, no sé, un Papa que renuncia a los 80 años. <strong>Que haya esa posibilidad.</strong><br /><br />(P): <em>También. Se puede, pero a mí eso no me gusta mucho, ponerle edad. Porque creo que el Papado tiene algo de, de última instancia. Es una gracia especial. Para algunos teólogos el Papado es un Sacramento, es un Sacramento, los alemanes son muy creativos en todas estas cosas. Yo no creo eso pero vamos. Quiere decir que hay algo especial. Entonces decir bueno éste está a los 80, crea una sensación de fin, de Pontificado que no haría bien. Previsible ¿no? Yo no soy de la idea de poner una edad, pero sí soy de la idea de lo que hizo Benedicto. Yo lo vi el otro día en el Consistorio</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>. Estaba feliz, contento. Respetado por todo el mundo. Yo lo voy a visitar. A veces le hablo por teléfono. Como dije, es como tener al abuelo sabio, en casa. Uno puede pedir consejo. Leal a muerte. La cosa de Benedicto, no sé si ustedes la recuerdan, cuando lo despedimos, el 28 de febrero, en la Sala Clementina, él dijo: “Entre ustedes está mi Sucesor, le prometo lealtad, fidelidad y obediencia”. Y lo cumple. Hombre de Dios.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />(V): Le voy a hacer una pregunta como muy personal. La primera vez que vimos dos Papas vestidos de blanco en Castelgandolfo, yo le voy a ser muy sincera, a mí me causó un pequeño shock porque no estábamos acostumbrados. Que Usted diga que se ha abierto esta institución de los Papas eméritos está bien. Decirlo ahora. Pero la primera vez que uno ve dos Papas vivos, vestidos de blanco, dices ¿qué pasa aquí, no? Usted a nivel personal, acababa de ponerse el vestido blanco, porque lo acababan de elegir. Hacía pocos días y eso, supongo, que ya le conllevaría asimilarlo. Y de repente encontrarse otro Papa vestido de blanco, a nivel íntimo, personal, <strong>¿se le hizo tan normal como ahora Usted lo dice, o...?</strong><br /><br />(P): <em>No, no, no, no. Fue el 23 de marzo, en Castelgandolfo, y ahí me sentí como que mi papá me llevaba y me enseñaba y me hacía sentar. Él fue el anfitrión en el sentido más humano de la palabra.</em><br />
<br />
(V): Y ahora tenemos que pasar a un tema que es de sus preferidos, el de la Curia. Porque bueno, sabemos que Usted ha emprendido la reforma de la Curia. La reforma se puede entender como algo técnico, vamos a decirlo así ¿no? Ver cómo hacerla funcionar mejor, las Congregaciones, Dicasterios… Pero yo creo, tengo la sensación, de que su ambición va más allá de la ambición o deseo, va más allá de una cuestión técnica. <strong>Tenemos la sensación de lo que a Usted le gustaría en realidad, sería cambiar mucho más que las estructuras, cambiar la mentalidad, cambiar el corazón. </strong>Esa es la palabra. Esta, digamos, es mi sensación. <strong>¿Quisiera saber si es así, y si cree que lo puede lograr?</strong><br />
<br />
(P): <em>Todo cambio empieza por el corazón ¿no? O sea la conversión del corazón. Por ejemplo, por eso los ejercicios espirituales cerrados, ya dos años, ¿no? Bueno vamos ahí los de la Curia, los Prefectos y los Secretarios de Dicasterio, alrededor de ochenta, y bueno, estamos ahí encerrados, rezando, y oímos al predicador, ¿no? O sea una conversión del corazón ¿no? También, alguno me va a retar por esto, pero también una conversión del modo de vivir. Creo que ésta es la última corte que queda en Europa. Las demás cortes se han democratizado, incluso las más clásicas. Hay algo en la corte Pontificia, que mantiene mucho una tradición, un poco atávica ¿no? Y no lo digo peyorativamente, como una cultura. Y esto hay que cambiarlo, tiene que dejar lo que pueda tener de corte todavía y ser un grupo de trabajo, al servicio de la Iglesia. Al servicio de los obispos. Evidentemente que eso indica una conversión personal.</em><br /><em>Que acá adentro hubo problemas, usted lo sabe mejor que yo. Cuando se publicaron los documentos del Vatileaks, y un juicio al asistente de cámara, éstas no son cosas chiquitas ¿no? Que se habla de problemas morales graves, bueno tenemos uno preso todavía por cuestiones económicas y algún “escandalete” moral</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em> por otro lado ¿no? O sea, eso se sabe. Y es público. Sanear un poco esto. La conversión. Empezando por el Papa, no cierto, que es el primero que tiene que convertirse ¿no? Ir cambiando continuamente según lo que Dios le va pidiendo ¿no? Yo trato de hacerlo. Pero no siempre me sale bien. Pero…</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>La acentuación de los símbolos que Usted ha querido ¿no?</strong> Porque se ve, que Usted quiere esos símbolos, es decir, no sólo por lo del palacio que ya hemos dicho no es por lujoso, pero, vestir de una cierta manera, el coche de una cierta forma, llevar su portafolio, es decir hay quienes dicen “bueno son símbolos”, no es porque él tenga estos símbolos él sea mejor que otro, que a lo mejor iba vestido de otra manera, o que se subía al coche, y antes era el coche habitual de los Papas, ¿me entiende lo que quiero decir? <strong>Pero esta acentuación, por su parte, de alguna manera es como recordar todos los días a todo el mundo aquí adentro que se puede vivir de otra manera.</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>Sí. No es del todo consciente. Por ejemplo cuando, después de la elección bajé, había allá un ascensor con varios cardenales. Y no, Usted tiene que ir solo en ese ascensor. No, yo voy con ellos. Y cuando llegué abajo había un auto esperando, el auto para eso ¿no? Que se usaba en esas ocasiones. Y yo dije: “No yo voy en el bus con ellos”. Me salen solas esas cosas. No es que pretenda… Trato de ser yo, como me gusta, y a veces por ahí exagero en alguna cosa que puede ofender a alguien. No sé en eso me tengo que cuidar. Pero los símbolos, el modo de ser, el auto, está el Mercedes. No yo no puedo ir en un Mercedes, en un BMW no puedo, bueno ahora está este Focus, o no sé cómo se llama, es el que uso, que es un utilitario más o menos al alcance de un empleado bancario, bueno entonces estaría bien ¿no? La sencillez, en eso creo que es verdad ¿no?</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): Lo que Usted le dijo a la Curia, en diciembre, yo la verdad, en cuarenta años nunca había oído tantas enfermedades juntas: quince términos, que yo dije el Papa pasó aquí dos años haciendo la lista de quién, una por una… Términos fuertes, Papa Francisco. <strong>¿Está tan enferma la Curia?</strong> Usted habló de gente que se siente inmortal, petrificados en el alma, gente que piensa sólo en sus intereses, en centros de poder, en fin, una imagen fuerte. Eran los suyos, y uno a los suyos les habla con cierta franqueza, es como un papá que le habla a los hijos ¿no? Pero claro, fue público, digamos…<br /><br />(P): <em>Quiero explicarlo, esto. Claro quedaron las quince, después en el último Consistorio un cardenal puso una más, la dieciséis que estuvo muy, muy bien, muy piola estuvo, fue, me gustó.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): ¿<strong>Se puede saber ¿cuál fue?</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>Sí, la de los que no tienen la valentía de criticar, pero de frente. Si uno no está de acuerdo con el Papa ir a decírselo. Está linda, linda ¿no? No está esa valentía. El marco de lo dije es, estamos a fin de año, hagamos un examen de conciencia. Y a mi juicio las tentaciones o las enfermedades, las usé como sinónimos, más propias de la Curia son estas dos. Son éstas. </em><em>Y se me ocurrió, por ejemplo, una en la que nadie se detuvo, y para mí es la principal: es el olvido del primer amor. O sea cuando uno se transforma en un buen empleado, y se olvida de que tiene una misión de identidad con Jesucristo, que es el primer amor, no es cierto. Si fui recorriendo las tentaciones que yo tuve, sea como Arzobispo, porque se dan en medios clericales, o que he visto en otros, que pueden tener.</em><br /><em>Y las llamé tentaciones, o enfermedades. Al terminar, se me acercó un cardenal pícaro, un poco menor que yo, no mucho, y me dijo: “Escúcheme Santidad, ¿qué tengo que hacer ahora, ir a confesarme, o ir a la farmacia? Es decir, es un examen de conciencia, y lo quise hacer así plástico ¿no? Quizás no gustó, el estilo no era muy tradicional de un mensaje de fin de año pero, no, termina el año, hagamos un examen de conciencia. Y lo dije claro, dos veces lo dije para ir a confesarlos. Porque yo quiero que acá todo el mundo se confiese. Y lo hacemos ¿no? </em><em>Creo que en eso son fieles ¿no? Pero confesiones reales, concretas ¿no? Pidamos perdón a Jesús de las cosas que hacemos mal o que ofendemos a otros o que somos injustos ¿no? Fue un examen de conciencia que usé como sinónimo: tentación o enfermedad. Pero no es que la Curia está cayéndose a pedazos de todas estas complicaciones o enfermedades.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>¿Y Usted siente resistencia dentro de la Curia?</strong> Porque tenemos como la sensación de que fuera Usted es muy, muy querido, muy amado. Yo hablo mucho en la calle, porque también es mi trabajo, y son las personas en la calle que a veces tienen esa sabiduría, ¿no? Y lo quieren. Y te dicen “pues yo lo quiero por como es”, “lo quiero porque habla así”, y ya hablaremos del tema, porque habla “papale papale”, como se dice en italiano, muy franco, muy espontáneo, pero luego de repente habla, entras por aquí, y sientes resistencias, sientes, Usted lo sabe porque Usted nos ha dicho que antes eran como más callados, y ahora tienen quizás como más valor de decirlo, ¿no?<br /><br />(P): <em>Que salgan las cosas ¿no? Siempre hay puntos de vista diversos. Son lícitos. Yo lo que quiero es que salgan y se digan. La enfermedad dieciséis ¿no? O sea que se digan de frente, que tengan el coraje de no callar, que se diga ¿no? Y nunca, nunca, nunca, lo digo delante de Dios, desde que soy Obispo, he castigado a uno por decirme las cosas en la cara. Esos son los colaboradores que yo quiero.</em><br /><br />(V): <strong>¿Y los tiene?</strong><br /><br />(P): <em>Los hay. Acá ya encontré.</em><br /><br />(V): <strong>¿Pocos, muchos?</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>Hay bastantes. Bastantes, diría. Hay. Y hay otros que no se atreven, que tienen miedo. Pero hay que dar tiempo al tiempo, ¿no? Yo apuesto a la parte buena de la gente. Todos tienen mucho más de bueno que de malo.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): Papa Francisco, Usted ha tenido que preguntar muchas veces esta pregunta: justamente por su opción preferencial por los pobres, por su forma de vivir, Usted dice constantemente contra el dios dinero. Dicen el Papa Francisco es marxista, el Papa Francisco es de izquierdas, Usted lo ha aclarado. Ha dicho no. Yo sigo el Evangelio. Bueno la gente todavía como que no lo entiende ya. Y le achaca. Y hay personas con dinero, dinero limpio quiero decir, que se han hecho, que a veces yo he oído que las personas han dicho que no, <strong>¿qué pasa ahora? ¿Sólo los pobres son los buenos, y los ricos son los malos de la película?</strong> Como que hay un sector de personas acaudaladas, bien, que han hecho su trabajo, que tienen su fábrica, lo que sea, que se sienten como que para el Papa Francisco los importantes son los pobres y a nosotros no nos cuida tanto, no habla tanto de nosotros. <strong>¿Qué hay de todo esto, es sólo Evangelio, es su sensibilidad?</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>Yo vengo de una familia que después de la quiebra del 32 se rehizo y, clase media, acomodada. O sea no es ninguna cosa de resentimiento. Yo el 32 no lo viví, así que… Pero habría que aclarar bastantes cosas, ¿no? Primero que tenemos que habituarnos a no calificar con hermenéuticas demodé. O sea hoy en día izquierda y derecha es una simplificación que no tiene sentido. Cincuenta años atrás por ahí tenía sentido. Hoy no. </em><em>O marxista, o… Marxista hoy ¿qué es? Porque el marxismo tiene tanta variedad de expresiones que… El problema de la hermenéutica en la interpretación de los hechos de una persona pública para mí es muy importante. O sea siempre hay que interpretar un hecho histórico, pequeño o grande, con la hermenéutica del momento…, sino caemos en simplificaciones o en desviaciones, ¿no cierto? </em><em>Yo conocí gente rica y estoy llevando adelante acá la causa de beatificación de un empresario rico argentino, Enrique Shaw que era rico, pero era santo. O sea, una persona puede tener dinero. Dios se lo da para que lo administre bien. Y este hombre lo administraba bien. No con paternalismo, sino haciendo crecer a aquellos que necesitaban de su ayuda.</em><br /><em>Lo que yo ataco siempre es la seguridad en la riqueza. No pongas tu seguridad ahí. En el Evangelio Jesús en eso es radical. El que tenía los graneros, y te vas a hacer otro, y mañana te vas a morir. Es muy claro, ¿no? No pongas tu esperanza ahí. La injusticia de las riquezas. Por ejemplo, cuando no se paga el sueldo justo. Es un pecado mortal. Eso es aprovecharse de la pobreza de otro. O como cuando a la mucama de la casa se le paga en negro, total es una sirvienta. Pero, ¿por qué? Pero no porque la patrona o el patrón sea rico, sino por esa actitud.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>El dinero siempre es traicionero. El diablo entra por el bolsillo. Siempre. San Ignacio decía que había tres escaleritas, tres escalones. El primero es la riqueza. El diablo te mete la plata en el bolsillo. Segundo es la vanidad y tercero es el orgullo y la soberbia. Y de ahí a todos los demás pecados. Cuando vos llegás a ese nivel de orgullo sos capaz de cualquier cosa. Lo hemos visto en los dictadores, los tiranos, los que se aprovechan de los demás, los explotadores, ¿no? Es decir, hoy día la trata de personas, la lleva gente con mucho dinero. Esos son los que yo ataco. El dinero que esclaviza a otros o no los deja crecer. O sirve para engordarse a sí mismo, como el Evangelio de ayer, ¿no? Del que vive ignorando que hay pobreza.</em><br /><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Una cosa que a mí me escandaliza, me escandalizaba en Buenos Aires, es la nueva zona de Puerto Madero, ¿no? Que es preciosa, todo ganado al río, por un lado esos edificios enormes, treinta y seis restaurantes, si usted va a cenar le cortan la cabeza, ¿no? Porque le hacen pagar… y después la villa miseria. Esas son las cosas que, el despilfarro de dinero, ¿no? Eso desde el punto de vista social. Y mi denuncia desde el punto de vista social es siempre a eso.</em><br /><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Pero lo que más me indigna es el salario injusto. Porque uno se enriquece a costa de la dignidad no dada a la persona. Lo que te da dignidad de trabajo y vos usás el trabajo para hacerlo indigno porque le pagás, o no le pagás la pensión. Y con tranquilidad de conciencia. Yo diría no pagar lo justo, no pagar la pensión, no pagar el aguinaldo, ¡es pecado! ¡Es pecado! Y lo haga un rico, o lo haga un clase media o lo haga un pobre, es pecado. Esa cosa la tenemos que decir. El diablo, como repito, se mete en nuestra vida, metiéndonos plata en el bolsillo. No lo digo yo. Yo lo repito. Pero los Padres de la Iglesia, al dinero, lo llamaban la caca del diablo. O sea el estiércol del diablo, ¿no? ¿Por qué? Porque veían ahí algo que echaba a perder, que ensuciaba, que te llevaba por el mal camino, ¿no? Es el primer paso, como decía San Ignacio, para la suficiencia, para la vanidad y para el orgullo, ¿no? Bueno esa es como una visión sociológica. ¿Uno es comunista porque piensa así? No.</em><br /><br /><em>Paso al segundo paso. Los pobres están en el centro del Evangelio. Cuando Jesús se presenta toma las palabras de Isaías: Yo fui enviado para evangelizar a los pobres. Los pobres tienen una riqueza que, las personas que tenemos mucha seguridad, y yo me incluyo entre los ricos entre comillas, porque a mí no me falta nada. Y tengo que andar cuidándome de no aprovecharme de eso, para no pecar. Una riqueza que no tenemos. La persona pobre honesta tiene una sabiduría, la dignidad del trabajo, de cuidar a sus hijos, cuidar a la creía, como decimos en Argentina, es algo tan lindo, tan lindo. Como una dignidad.</em><br /><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Y Pablo VI, en la Evangelii nuntiandi, decía, número 46 o 48, no recuerdo, dice que los pobres son más capaces de entender ciertas virtudes cristianas. Están más preparados, ¿no? Están mucho más preparados. Y la pobreza está en el centro del Evangelio. La bandera de la pobreza es evangélica. La robaron los marxistas porque nosotros no la usábamos. La teníamos en el museo y vinieron, la robaron, y la usaron ellos. Pero vayamos al final de 1800, con la crisis italiana. En el norte de Italia la cantidad de santos, que trabajaron con los pobres. Don Bosco en la cabeza. O sea que buscaron salidas para promover.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Tercer paso, la promoción. La promoción social. No es cuestión sólo de dar dinero. Es promover. De ahí la importancia de la educación. Y la salida laboral. Que a alguno esto le parezca exagerado quizás es por mis pecados que yo digo palabras fuertes y no soy lo suficientemente bueno y pastor como para llegar al corazón de esa gente. Pero son hijos de Dios. Simplemente les tendría que pedir que se conviertan, pero pedírselo con corazón de padre y no pegándoles, es verdad. En eso sí.</em><br /><br />(V): Papa Francisco un tema prioritario de estos dos años también ha sido el Sínodo de la familia, evidentemente, con todo lo que eso ha generado, digamos. En el Sínodo Usted dio plena libertad para que se dijera lo que cada uno pensaba. Había cardenales que pisaban el acelerador, los otros pisaban el freno, unos decían que Usted quería que se pisara el acelerador, <strong>¿Qué espera de este segundo Sínodo? ¿Cree que se ha creado demasiada expectativa a las parejas que sufren los divorciados vueltos a casar, los homosexuales</strong></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>, cree que tienen unas expectativas que van más allá de lo que luego ustedes van a poder lograr? ¿Los divorciados vueltos a casar podrán comulgar, qué tan grande será la aceptación para el mundo de los homosexuales?</strong><br /><br />(P): <em>Creo que hay expectativas desmesuradas, ¿no es cierto? El Sínodo de la Familia no lo quise yo. Lo quiso el Señor. Y fue una cosa de Él. Cuando Monseñor Eterovi, que era el secretario, me trae los tres temas más votados, me decía el más votado es éste, qué aporte, el aporte de Jesucristo al hombre de hoy. Y bueno, hagamos éste. Así era el título del Sínodo. Seguimos hablando de la organización, y yo le dije: “Mirá hagamos una cosa, pongamos el aporte de Jesucristo al hombre de hoy y a la familia de hoy”. Y ahí quedó con la familia, en la cola, ahí. Cuando fuimos a la primera reunión del Consejo postsinodal se empezó a hablar si con ese título, y después sí porque el aporte de Jesucristo a la familia, y ya el hombre de hoy quedó un poquito afuera. Y al final dice: “No, porque este Sínodo es sobre la Familia…”, y la misma dinámica fue cambiando el título. Yo calladito, ¡eh! Y al final me di cuenta de que fue el Señor el que quiso eso. Y bien querido. Porque la familia está en crisis. No quizás la crisis más tradicional, de la infidelidad, o como llaman en México, la “casa chica” y la “casa grande”, no, no, sino una crisis más de abajo. Se ve que los jóvenes no quieren casarse, o conviven. Y no lo hacen por protestar de nada, sino que expresan así sus cosas. Después a la larga se casan algunos, otros por Iglesia.<br /><br />O sea que hay una crisis familiar dentro de la familia y desde ese punto de vista creo que lo que el Señor quiere es que enfrentemos eso: preparación al matrimonio</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>, acompañamiento de los que conviven, acompañamiento de los que se casan, y llevan bien su familia, acompañamiento de los que han fracasado, en la familia y han hecho una nueva unión, preparación al Sacramento del matrimonio, no todos están preparados. ¡Y cuántos matrimonios que son hechos sociales, son nulos! Por falta de fe. Benedicto ya puso eso muy claro que la falta de fe, de conciencia de lo que se hace, ¿no? Son problemas graves, ¿no?<br /><br />Bueno la familia en crisis, ¿cómo integrar en la vida de la Iglesia las familias, las replay, no? es decir las de segunda unión que a veces resultan fenómenos… que ello fue un fracaso. ¿Cómo reintegrar, no? Que vayan a la Iglesia, entonces cada uno, ahí simplifican y dicen: "¡ah! les van a dar la comunión a los divorciados". Con eso no se soluciona nada. Lo que la Iglesia quiere es que vos te integres a la vida de la Iglesia. Pero hay algunos que dicen: “No. Yo quiero tomar la Comunión y ya está”. Una escarapela. Una honorificencia, No.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>O sea reintegráte. Hay siete cosas que no pueden hacer según la legislación actual los que están en segunda unión. Yo no me las acuerdo todas, pero una es no ser padrinos de Bautismo. ¿Por qué? ¿Y qué testimonio le va a dar al ahijado? El testimonio de decirle: “Mirá querido, yo en mi vida me equivoqué, ahora estoy en esta situación. Soy católico. Los principios son éstos. Yo hago esto y te acompaño”. Testimonio de verdad. Pero te viene un mafioso, un delincuente, uno que mató gente, pero como está casado por la Iglesia, puede ser padrino. O sea esas contradicciones. Una cosa que, y hay que integrarlos en eso y no enseñar catequesis. ¿Por qué no? ¿Por qué no? Si creen, aunque estén en una situación que se disuelve, llamada irregular, y la reconozcan y la acepten, y sepan lo que la Iglesia piensa de esas cosas, no es impedimento. Cuando hablamos de integrar es meter todo esto, después acompañar procesos interiores.<br /><br />Usted me preguntó que yo di libertad. Un Sínodo, sin libertad, no es Sínodo. Es una conferencia, en cambio el Sínodo es un espacio protegido, en el cual pueda trabajar el Espíritu Santo. Y para eso las personas tienen que ser libres. Por eso yo me opongo a que sean publicadas las cosas que dice cada uno con nombre y apellido. No. Que no se sepa que lo dijo él. Que se sepa lo que se dijo, no tengo problema. Pero no quién lo dijo. De manera que se sienta libre para decir lo que quiere.<br /><br />Después, tenemos un problema muy serio, que es la colonización ideológica sobre la familia. Por eso me referí en Filipinas, porque es un problema muy serio. Es decir los africanos se quejan mucho de esto, bueno, y en Latinoamérica también se da. Y a mí me pasó una vez. Fui testigo de un caso con una Ministra de Educación, cuando uno tiene ciertos créditos, sí pero, la enseñanza de la teoría del “gender”, entonces es una cosa como que va atomizando a la familia ¿no? Esa colonización ideológica que destruye la familia ¿no? Por eso yo creo que del Sínodo saldrán cosas muy claras, muy rápidas, y que ayuden a toda esta crisis familiar, que es total ¿no?</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>Papa Francisco, otro tema importante de estos dos años ha sido el de los abusos contra los menores.</strong> Los grandes escándalos le han tocado a los Papas anteriores, Usted está intentando seguir con la línea de tolerancia cero. Ha creado varias comisiones en defensa de los menores, también para abordar de un punto de vista legislativo este tema. Nosotros en México, pues, hemos tenido un escándalo muy, muy grave que ha sido el del Fundador de una Congregación mexicana que es, <strong>Marcial Maciel</strong>. Durante años este tema fue tabú. Fue un tema tabú, dentro y fuera del Vaticano. Se habló mucho de gente que encubrió, de facilidades, de grupos de poder. <strong>¿Usted lo conoció, supo algo de él, siente que éste haya sido un caso que haya tenido que ver también con encubrimientos, digamos, dentro del Vaticano? </strong><br /><br />(P): <em>Lo que sé…, yo nunca tuve contacto con los Legionarios de Cristo. Porque no estaban en Buenos Aires y la primera parroquia se la dio mi predecesor, en la Parroquia Santa María de Betania, cuando la dejaron los religiosos, los Picpus (Congregación de los Sagrados Corazones) y se la dio a ellos. Eran tres. O sea en Buenos Aires tres religiosos, o sea, no los conocía. Oí hablar de ellos. Cuando vine a hacer, no el curso, porque no estaba el curso para nuevos obispos, pero sí el encuentro de Movimientos laicales, me hospedé, o sea el curso se hacía en un edificio de ellos, en una Universidad ¿no? Es el otro contacto que tuve. O sea que no los conocía.<br /><br />Cuando me enteré del “escandalazo” realmente me dolió mucho, me escandalicé. ¿Cómo esta persona pudo llegar hasta esto? Evidentemente que era una persona muy enferma, porque además de todos los abusos, creo que también había dos o tres mujeres de por medio, hijos, con una o con otra, no sé, o sea que había algo ahí, y mucha plata. Volviendo a lo mismo no, lo de la corrupción empieza por los bolsillos ¿no? Pero creo que se trataba de un enfermo. Un gran enfermo.</em><br /><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Acá, cuando se tomó conciencia de la cosa, se empezó a actuar fuerte. Entonces el Cardenal Ratzinger llevó la cosa adelante, y la llevó, la llevó, la llevó y el Papa, San Juan Pablo II le dio luz verde para llevarla, o sea, él dio luz verde, y cuando lo hicieron Papa, ya actuó, porque estaba maduro el proceso. Pero, quiero dejar muy claro que el entonces Cardenal Ratzinger y San Juan Pablo II eran conscientes y dijeron: adelante. Uno, en la investigación. Y el otro dando luz verde. Segundo: ¿Hubo encubrimiento? Uno puede presumir que sí, aunque siempre en justicia hay que presumir la inocencia. Pero sería raro que no, no, tuviera algún “padrinito” por ahí, medio engañado, medio que, que sospechaba y no supiera. Bueno, eso yo no lo he investigado. Abusos ahora: evidentemente que desde las primeras intervenciones de tolerancia cero, eso sigue.</em><br /><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>La Comisión ésta no es para los abusos, sino para la tutela del menor. O sea para prevenirlo ¿no? El problema del abuso de menores es un problema grave, la mayoría de los abusos se dan en el entorno familiar y vecinal. No quiero decir números, para no equivocarme. Un solo cura, que abuse de un menor, es suficiente para mover toda la estructura de la Iglesia y enfrentar el problema. ¿Por qué? Porque el cura tiene la obligación de hacer crecer ese chico, esa chica, en la santidad, en el encuentro con Jesús. Y lo que hace es destruir el encuentro con Jesús. Hay que escuchar a los abusados. Yo los he escuchado acá. Una mañana entera la pasé con seis: dos alemanes, dos irlandeses y dos ingleses. La destrucción interior que tiene. O sea, son antropófagos. O sea es como si se comieran a los chicos. Los destruyen ¿no? Aunque haya un solo cura es suficiente para avergonzarnos y para hacer lo que hay que hacer. </em><em>En esto hay que seguir adelante, y no volver un paso atrás. O sea, destruir una criatura es, es horrible, es horrible. Y en eso yo agradezco tanto al Papa Benedicto que tuvo esa valentía de decirlo en público y a Juan Pablo II, que tuvo la valentía de abrir luz verde al caso de los Legionarios ¿no?</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): Papa Francisco Usted ha sido muy generoso con su tiempo, yo no sé si ya, quedarían muchas preguntas pero supongo que Usted ya se tenga que ir. Usted en una ocasión dijo: “A mí me gustaría ser recordado como un buen tipo”. <strong>Yo le pregunto ¿cómo le gustaría ser recordado por estos dos años?, obviamente su pontificado durará mucho más, por su incidencia dentro de la Iglesia en estos dos años.</strong> A lo mejor por su lenguaje, sabemos que es muy espontáneo, poco convencional, muy espontáneo a lo mejor ha pensado: “Alguna vez habría tenido que morderme la lengua”, ¿o prefiere ser así, porque esto le da la cercanía?<br /><br />(P): <em>Seguiría haciendo lo mismo. Y hablaría como hablo yo, como un párroco, que me gusta hablar así, no sé. Siempre he hablado así. Siempre. Por ahí es un defecto, no sé. Pero la gente creo que me entiende. Yo le agradezco su bondad y en usted agradezco al pueblo mexicano a quien quiero mucho.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>Yo quisiera que Usted nos diera una bendición a México.</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>Lo voy a hacer.</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>¿Ha ido a México?</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(P): <em>Estuve dos veces en México. En el 70, que estuve en la villa, antigua, Santuario, que fui a visitar al noviciado, la Casa de Formación, porque a mí me habían nombrado Maestro de novicios. La segunda vez cuando San Juan Pablo II promulgó la Ecclesia in America</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>. Y ahí ya conocí el nuevo Santuario ¿no?</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Dos veces, pero el cine</em></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em> mexicano en Argentina lo veíamos mucho, me acuerdo de Cantinflas… la música, me gusta mucho, así que con mucho gusto les voy a dar la bendición a todos y les pido que recen por mí. Pero antes de dar la bendición, vamos a pedirle a la Madre, que es la que nos da la fuerza para dar la bendición, así es que la invito a que recemos un Avemaría.</em><br /><em></em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><em>Dios te salve María… Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de México y Madre de América, ruega por nosotros.<br /><br />Que la bendición de Dios Todopoderoso…</em></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">(V): <strong>¡Muchas gracias!</strong></span></div>
Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-494407907975329512015-03-01T18:50:00.002-08:002015-03-01T18:50:40.235-08:00Volver a Dios de todo corazón<div style="text-align: left;">
<span style="color: black; font-size: medium;"><b><i>HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO</i></b></span></div>
<div style="text-align: left;">
<i><span style="color: black;">Basílica de Santa Sabina<br /> Miércoles 18 de febrero de 2015</span></i></div>
<span style="color: #663300;"><div dir="ltr" style="text-align: center;">
<b> </b></div>
</span><div dir="ltr" style="text-align: left;">
Como pueblo de Dios comenzamos el camino de Cuaresma, tiempo en el que tratamos de unirnos más estrechamente al Señor para compartir el misterio de su pasión y su resurrección.</div>
<div dir="ltr" style="text-align: left;">
</div>
La liturgia de hoy nos propone, ante todo, el pasaje del profeta Joel, enviado por Dios para llamar al pueblo a la penitencia y a la conversión, a causa de una calamidad (una invasión de langostas) que devasta la Judea. Sólo el Señor puede salvar del flagelo y, por lo tanto, es necesario invocarlo con oraciones y ayunos, confesando el propio pecado.<br />
El profeta insiste en la conversión interior: «Volved a mí de todo corazón» (2, 12).<br />
<a name='more'></a><br />
Volver al Señor «de todo corazón» significa emprender el camino de una conversión no superficial y transitoria, sino un itinerario espiritual que concierne al lugar más íntimo de nuestra persona. En efecto, el corazón es la sede de nuestros sentimientos, el centro en el que maduran nuestras elecciones, nuestras actitudes. El «volved a mí de todo corazón» no sólo implica a cada persona, sino que también se extiende a toda la comunidad, es una convocatoria dirigida a todos: «Reunid a la gente, santificad a la comunidad, llamad a los ancianos; congregad a los muchachos y a los niños de pecho, salga el esposo de la alcoba y la esposa del tálamo» (v. 16).<br />
<br />
El profeta se refiere, en particular, a la oración de los sacerdotes, observando que va acompañada por lágrimas. Nos hará bien a todos, pero especialmente a nosotros, los sacerdotes, al comienzo de esta Cuaresma, pedir el don de lágrimas, para hacer que nuestra oración y nuestro camino de conversión sean cada vez más auténticos y sin hipocresía. Nos hará bien hacernos esta pregunta: «¿Lloro? ¿Llora el Papa? ¿Lloran los cardenales? ¿Lloran los obispos? ¿Lloran los consagrados? ¿Lloran los sacerdotes? ¿Está el llanto en nuestras oraciones?».<br />
<br />
Precisamente este es el mensaje del Evangelio de hoy. En el pasaje de Mateo, Jesús relee las tres obras de piedad previstas en la ley mosaica: la limosna, la oración y el ayuno. Y distingue el hecho externo del hecho interno, de ese llanto del corazón. A lo largo del tiempo estas prescripciones habían sido corroídas por la herrumbre del formalismo exterior o, incluso, se habían transformado en un signo de superioridad social. Jesús pone de relieve una tentación común en estas tres obras, que se puede resumir precisamente en la hipocresía (la nombra tres veces): «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos… Cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante como hacen los hipócritas… Cuando recéis, no seáis como los hipócritas a quienes les gusta rezar de pie para que los vea la gente… Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas» (<i>Mt</i> 6, 1. 2. 5. 16). Sabed, hermanos, que los hipócritas no saben llorar, se han olvidado de cómo se llora, no piden el don de lágrimas.<br />
<br />
Cuando se hace algo bueno, casi instintivamente nace en nosotros el deseo de ser estimados y admirados por esta buena acción, para tener una satisfacción. Jesús nos invita a hacer estas obras sin ninguna ostentación, y a confiar únicamente en la recompensa del Padre «que ve en lo secreto» (<i>Mt</i> 6, 4. 6. 18).<br />
<br />
Queridos hermanos y hermanas: El Señor no se cansa nunca de tener misericordia de nosotros, y quiere ofrecernos una vez más su perdón —todos tenemos necesidad de Él—, invitándonos a volver a Él con un corazón nuevo, purificado del mal, purificado por las lágrimas, para compartir su alegría. ¿Cómo acoger esta invitación? Nos lo sugiere san Pablo: «En nombre de Cristo os pedimos: ¡que os reconciliéis con Dios» (<i>2 Co</i> 5, 20). Este esfuerzo de conversión no es solamente una obra humana, es <i>dejarse</i> reconciliar. La reconciliación entre nosotros y Dios es posible gracias a la misericordia del Padre que, por amor a nosotros, no dudó en sacrificar a su Hijo unigénito. En efecto, Cristo, que era justo y sin pecado, fue hecho pecado por nosotros (v. 21) cuando cargó con nuestros pecados en la cruz, y así nos ha rescatado y justificando ante Dios. «En Él» podemos llegar a ser justos, en Él podemos cambiar, si acogemos la gracia de Dios y no dejamos pasar en vano este «tiempo favorable» (6, 2). Por favor, detengámonos, detengámonos un poco y dejémonos reconciliar con Dios.<br />
<br />
Con esta certeza, comencemos con confianza y alegría el itinerario cuaresmal. Que María, Madre inmaculada, sin pecado, sostenga nuestro combate espiritual contra el pecado y nos acompañe en este momento favorable, para que lleguemos a cantar juntos la exultación de la victoria el día de Pascua. Y en señal de nuestra voluntad de dejarnos reconciliar con Dios, además de las lágrimas que estarán «en lo secreto», en público realizaremos el gesto de la imposición de la ceniza en la cabeza. El celebrante pronuncia estas palabras: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás» (cf. <i>Gn</i> 3, 19), o repite la exhortación de Jesús: «Convertíos y creed el Evangelio» (cf. <i>Mc</i> 1, 15). Ambas fórmulas constituyen una exhortación a la verdad de la existencia humana: somos criaturas limitadas, pecadores siempre necesitados de penitencia y conversión. ¡Cuán importante es escuchar y acoger esta exhortación en nuestro tiempo! La invitación a la conversión es, entonces, un impulso a volver, como hizo el hijo de la parábola, a los brazos de Dios, Padre tierno y misericordioso, a llorar en ese abrazo, a fiarse de Él y encomendarse a Él.Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-7430287191318922242014-08-23T14:51:00.005-07:002014-08-25T18:39:04.064-07:00La Espiritualidad Cristiana<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Notas tomadas de una prédica de Alex Satyrka S.J.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>La espiritualidad Cristiana como actitud de vida</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La fe Cristiana propone un camino práctico vivencial, (no especulativo o conceptual), que ayuda al acercamiento con el Dios verdadero, introduciéndonos en la vida de nuestro Creador, como experiencia de comunión ya que el Dios en el que creemos es una comunidad de amor, y fuimos creados precisamente para ser partícipes de esa comunión. Y en esto consiste nuestra salvación y nuestra sanación: en ser introducidos a la dinámica de la Trinidad, a la comunión con Dios y a la vida de Él.</span><br />
<a name='more'></a><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por ello, la fe Cristiana es una actitud de vida, no es solamente una serie de proposiciones doctrinales. Cabe decir, empero, que la doctrina es un referente indispensable y muy necesario ya que la revelación nos ayuda para no desviarnos e impedir que cada quien se invente cosas falsas acerca de Dios y su Voluntad; es decir, para ubicar correctamente cada quien su propia experiencia de Dios.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Sin embargo, conocer estas disposiciones doctrinales nunca sustituye la experiencia de Dios; nos da criterios para juzgar esa experiencia pero no la reemplaza. Por ello es tan importante la espiritualidad. De ahí que lo fundamental no es conocer de Dios desde una perspectiva meramente cognitiva, sino amar a Dios, encontrarme con Dios.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Así, la fe es ante todo una experiencia, una manera de percibir el mundo, una sensibilidad particular. Eso es ser cristiano, no solamente decir: creo en Jesús y en todos los artículos del catecismo. Porque si yo no “siento” como “siente” Jesús, sería una temeridad decir que soy cristiano.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El cristiano más que saberse cosas de memoria, tiene una manera particular de ver y sentir el mundo, de ubicarse en el mundo. Una apreciación de este mundo desde la mirada de Dios, que nos permitir ver las cosas que están como Dios quiere y aquellas que necesitan ser transformadas para que sean como Él las quiere.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Esta sensibilidad particular es desarrollada por la asidua intimidad con Dios que se revela como fuente de amor infinito e incondicional.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Dios nos la transmite, pero no es algo mágico; lo hace porque “gastamos” tiempo con El. Hay un dicho que dice: “dime con quién andas y te diré quién eres”. En otras palabras, si pasamos tiempo con Dios con una correcta actitud, esta sensibilidad irá creciendo en nuestro corazón. Y eso es lo que busca toda espiritualidad: que la persona se acerque más y mejor al encuentro con el misterio de Dios.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Esta intimidad se origina de manera particular en la participación cotidiana en la oración personal como comunicación con Dios. Y es que en el fondo, la oración es eso: una comunicación con Dios y ahí es precisamente donde desarrollamos esa intimidad con Él.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Esta intimidad está llamada a ser tal, que el creyente se perciba “habitado” por Dios, es decir, que Dios vive en él. Dios está en lo más profundo de mí ser, no es algo externo, es lo más mío de mí mismo. La oración me llevará a percibirme también “con-formado” con Dios. Es decir, unido a Él en una unión común, una comunidad de amor donde Él me va formando, me ayuda a ser más pleno el proyecto que Él tiene preparado para mí.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Ingenuidad-Malicia-Inocencia</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La Revelación nos enseña que el ser humano salió de las manos de Dios bueno pero ingenuo, porque no entendía completamente la diferencia entre el bien y el mal. Y por ello fueron Adán y Eva presas de un engaño del espíritu maligno. La realidad del mal, el pecado, les arrebató con engaños esa bondad que era infantil e ingenua y los instaló en el pecado, en la enfermedad de la malicia; que es la inclinación maligna con que se dice o hace algo. El contacto con el mal nos contagia y en ese estado dejamos de ver el mundo con los ojos de Dios y empezamos a verlo con los ojos del mal. Se ha popularizado el dicho “piensa mal y acertarás” que es la frase típica de un enfermo de malicia, que en todos lados anda viendo el mal, y si no lo haya lo inventa, lo crea, con difamaciones por ejemplo, o como pueda. </span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Sin embargo, el proceso de Redención de nuestro Señor Jesucristo nos cura de la malicia y nos capacita para crecer y alcanzar nuestra vocación: la inocencia, el estado del alma limpia de culpa (una bondad sabia, adulta, que distingue el bien del mal). Estamos pues llamados a crecer en la inocencia por imitación de Cristo que es el inocente por antonomasia.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Él nos saca de la malicia y nos lleva a la inocencia. Nos cura de esa enfermedad y nos capacita para crecer y alcanzar nuestra vocación: ser inocentes; que no es lo mismo que ingenuo. Este último al no distinguir entre el bien y el mal comete errores y pecados que le cuestan a él y a la gente que lo rodea. Al buscar la inocencia, buscamos ser semejantes a Dios que es el Inocente.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La mística cristiana católica de la Compañía de Jesús (Jesuitas) fundada por San Ignacio de Loyola, ha desarrollado una didáctica espiritual que nos ayuda en este proceso. Una serie de pasos o etapas (una mistagogía) que van conduciendo al creyente de manera progresiva para alcanzar el siguiente nivel de manera gradual. Este caminar nos permite captar y responder mejor a la Gracia divina.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>El paradigma de la transfiguración</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El camino propuesto es: primero conocer a Dios para luego ser como El.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Ser otro Cristo, (“Alter Christus” como se decía en el pasado) ese es el llamamiento del cristiano. Ser seguidor de Cristo, parte, miembro activo de su cuerpo. Esto significa salir de la ceguera espiritual para percibir la Presencia de nuestro creador en nuestra vida.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En la narrativa del evangelio del pasaje de la transfiguración, la mayoría de nosotros creemos que algo le pasó a Jesús (blancura, su rostro brillaba, etc.) pero casi todos los místicos y la patrística cristiana, subrayan que no le pasó nada a Jesús, que no cambió nada. ¿Qué sucedió entonces? Cambió la mirada de los apóstoles; finalmente captaron a quién tenían enfrente. Pudieron ver; se les quitó un velo de los ojos. Por eso el proceso es: verte como tú eres Señor, conocerte como tú eres, para ser como tú eres Señor.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Lo que nos pasa a la mayoría es que no vemos a Cristo, no lo captamos, en otras palabras, estamos espiritualmente ciegos. Si tuviéramos la mirada limpia del corazón lo veríamos en todo y en todos. Al no tenerla, no lo captamos. Necesitamos entonces un proceso que nos vaya sanando para que podamos mirar con claridad. Una espiritualidad bien llevada, va permitiéndome dejar atrás la ceguera para finalmente, ver, captar la presencia de Dios y desde esa relación cercana con el Señor poder ordenar correctamente mi vida. Salir de la ceguera para percibir la presencia.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Podemos decir que vivimos desterrados del paraíso como nos dice el texto del génesis, y estamos llamados a retornar, como el hijo pródigo, a nuestra casa, ya no como menores de edad, ingenuos, sino como adultos conscientes y maduros, es decir: inocentes. El hijo adulto regresa a casa pero con experiencia, se da cuenta que lo que hizo estuvo mal, distingue que eso no fue bueno. Se podría decir que desarrolló una cierta sabiduría.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Cristo pues es quien nos puede alcanzar la inocencia; porque hemos sido ingenuos pero no necesariamente inocentes.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>La transmisión de la Fe</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El cristianismo es una religión basada en una doctrina correcta transmitida en textos sagrados (Revelación: Sagradas Escrituras, Tradición Viva), es decir, es exotérica (público); pero también es transmitida de persona a persona, a través de un testimonio basado en la propia experiencia de conversión, de encuentro con la Verdad, y de maduración en la fe (como un modelaje o paternidad/maternidad espirituales, dar a luz a alguien en la fe); y por ello la fe también es esotérica (privada); cabe aclarar que el término aquí expresado “esotérica” no tiene nada que ver con lo que popularmente se relaciona (cartas, tarot, lectura del café, manos, etc.) sino que hay que entenderlo en su sentido etimológico correcto: “privado”. Porque así nace la fe, en la transmisión de persona a persona. Jesús transmite la fe a los apóstoles, ellos a otras personas y así sucesivamente hasta llegar a nosotros “a través de una secuencia larguísima de rostros”. Porque todos necesitamos de otras personas que nos faciliten el nacimiento en la fe. Por ello, podríamos decir que esas personas son nuestros “mistagogos”, nuestros maestros espirituales.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Balance entre Doctrina y Carisma</strong></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En toda formación religiosa hay dos elementos, uno doctrinal y otro carismático. Es lo que se suele llamar exoteria y esoteria tal como se describe líneas arriba.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La Doctrina es el polo identitario: Un marco de referencia necesario para no “perderse”. Es lo que Dios ha revelado de sí mismo. Pero sobre todo se preocupa por encarnar eso en la vida de las personas, suscitando los carismas para experimentar al Dios revelado. Permite entender y ubicar la experiencia fundante de encuentro con Dios. Se manifiesta como elementos doctrinales revelados (Sagrada Escritura, Tradición Viva y probada). Transmite los criterios de autenticidad de la experiencia personal para evitar “falsificaciones” (doxa, dogma). Para saber si lo que estamos viviendo o experimentando es o no de Dios.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Así como hay un polo identitario, también hay un polo adaptativo: El Carisma, que es la necesaria experiencia personal de “encarnación” o adaptación de la experiencia fundante: Mi encuentro personal con Dios.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">De poco nos serviría saber que tantísimos santos tuvieron una experiencia personal con Dios si yo no tengo acceso a ella. Por eso es importante que cada uno recorra un camino para tener cada quien su propia experiencia de Dios.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Se manifiesta como carismas (dones) que permiten “actualizar” la experiencia fundante. Es abordar lo que nos enseña la doctrina, pero ya como algo propio, algo mío. Algo que yo mismo experimento, no algo que me contaron sino algo que viví en carne propia. Otorga el dinamismo interior capaz de “guiar” al individuo para ubicarse en el orden de la Creación, en el cosmos.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Toda espiritualidad tiene que tener cuidado de mantener un equilibrio entro dogma y carisma. </span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Cuando la Doctrina domina sin encarnación, sin carisma, lleva al anquilosamiento, al inmovilismo, a la incapacidad de adaptación y finalmente a la muerte.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hoy en día tenemos un problema de transmisión de la fe; cuesta transmitir esa fe a las nuevas generaciones, quizás en parte por querer seguir utilizando métodos de hace 50 años que no les “llega” a los jóvenes dado que pertenecen a una cultura distinta, y por ello habría que buscar que surjan nuevos carismas que ayuden a esa nueva evangelización; pero probablemente también sea en parte porque la mayoría de los adultos de hoy recibieron la fe como una serie de contenidos, es decir, dogmas; una serie de cosas que encontramos en un texto, en un catecismo, y a los jóvenes eso no les llama la atención ya que por la facilidad de acceso a la información, se dan cuenta que también hay textos judíos, budistas, islámicos, etc. y eso los confronta, ¿Por qué creer en lo que les decimos acerca del cristianismo?</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Muy diferente es cuando alguien ha tenido una experiencia de encuentro con Cristo y transmite esa experiencia de amor, porque para él, Jesús no es una idea, es una persona, una realidad. Entonces el interlocutor capta la veracidad de esa experiencia, percibe que no es “un rollo” tal como lo describen los jóvenes hoy en día. Y en el fondo es que ellos no quieren “rollos”, quieren experimentar a Dios.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Sin embargo, cuando la Doctrina falta, lleva a la pérdida de identidad; tal como sucede con las corrientes pseudo espirituales como el “new age”, se toma un poquito de esto, un poco de aquello otro, y al final no tenemos nada. La persona se queda en una superficialidad.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por otro lado, cuando el Carisma domina, lleva a la improvisación, pérdida de identidad, siempre buscando cosas nuevas, novedades todo el tiempo; búsqueda consumista de experiencias. Cuando falta, lleva al legalismo desencarnado, es decir, al fariseísmo.<br /><br /><strong>Repitiendo, una buena espiritualidad mantiene un equilibrio entre doctrina y carisma.</strong></span>Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-86887343867573387042014-08-04T19:34:00.004-07:002014-08-25T18:39:36.789-07:00Todo hijo es padre de la muerte de su padre<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Fabrício Carpinejar (versión al español Zorelly Pedroza)</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hay una ruptura en la historia de la familia, donde las edades se acumulan y se superponen y el orden natural no tiene sentido: es cuando el hijo se convierte en el padre de su padre.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Es cuando el padre se hace mayor y comienza a trotar como si estuviera dentro de la niebla. Lento, lento, impreciso. Es cuando uno de los padres que te tomó con fuerza de la mano cuando eras pequeño ya no quiere estar solo. Es cuando el padre, una vez firme e insuperable, se debilita y toma aliento dos veces antes de levantarse de su lugar.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<a name='more'></a><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Es cuando el padre, que en otro tiempo había mandado y ordenado, hoy solo suspira, solo gime, y busca dónde está la puerta y la ventana - todo corredor ahora está lejos. Es cuando uno de los padres antes dispuesto y trabajador fracasa en ponerse su propia ropa y no recuerda sus medicamentos. Y nosotros, como hijos, no haremos otra cosa sino aceptar que somos responsables de esa vida. Aquella vida que nos engendró depende de nuestra vida para morir en paz.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Todo hijo es el padre de la muerte de su padre. Tal vez la vejez del padre y de la madre es curiosamente el último embarazo. Nuestra última enseñanza. Una oportunidad para devolver los cuidados y el amor que nos han dado por décadas. Y así como adaptamos nuestra casa para cuidar de nuestros bebés, bloqueando tomas de luz y poniendo corralitos, ahora vamos a cambiar la distribución de los muebles para nuestros padres.<br /><br /> La primera transformación ocurre en el cuarto de baño. Seremos los padres de nuestros padres los que ahora pondremos una barra en la regadera. La barra es emblemática. La barra es simbólica. La barra es inaugurar el “destemplamiento de las aguas”. Porque la ducha, simple y refrescante, ahora es una tempestad para los viejos pies de nuestros protectores. No podemos dejarlos ningún momento. La casa de quien cuida de sus padres tendrá abrazaderas por las paredes. Y nuestros brazos se extenderán en forma de barandillas .<br /><br /> Envejecer es caminar sosteniéndose de los objetos, envejecer es incluso subir escaleras sin escalones. Seremos extraños en nuestra propia casa. Observaremos cada detalle con miedo y desconocimiento, con duda y preocupación. Seremos arquitectos, diseñadores, ingenieros frustrados. ¿Cómo no previmos que nuestros padres se enfermarían y necesitarían de nosotros? Nos lamentaremos de los sofás, las estatuas y la escalera de caracol. Lamentaremos todos los obstáculos y la alfombra.<br /><br /> Feliz el hijo que es el padre de su padre antes de su muerte, y pobre del hijo que aparece sólo en el funeral y no se despide un poco cada día.<br /><br /> Mi amigo Joseph Klein acompañó a su padre hasta sus últimos minutos. En el hospital, la enfermera hacía la maniobra para moverlo de la cama a la camilla, tratando de cambiar las sábanas cuando Joe gritó desde su asiento: - Deja que te ayude.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Reunió fuerzas y tomó por primera a su padre en su regazo. Colocó la cara de su padre contra su pecho. Acomodó en sus hombros a su padre consumido por el cáncer: pequeño, arrugado, frágil , tembloroso. Se quedó abrazándolo por un buen tiempo, el tiempo equivalente a su infancia, el tiempo equivalente a su adolescencia, un buen tiempo, un tiempo interminable. Meciendo a su padre de un lado al otro. Acariciando a su padre. Calmado el su padre.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Y decía en voz baja: - Estoy aquí, estoy aquí, papá!<br /><br /> Lo que un padre quiere oír al final de su vida es que su hijo está ahí.</span>Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-13237441208852613182014-07-24T16:39:00.000-07:002014-08-25T18:40:00.914-07:00Dios me enseñó a amarteQuerido hijo:<br />
Qué día tan especial, festejas tú y contigo festejo yo.<br />
Cumples tus primeros 10 años de vida y yo mis primeros 10 años de padre.<br />
<br />
El día que naciste, empezaste tu propia historia y yo empecé la mía como papá.<br />
Ello cambió mi rumbo; me cambió la vida.<br />
<br />
Fui una persona antes de tu nacimiento y soy otro desde el primer día que te tuve en mis brazos y nos miramos cara a cara. Nos descubrimos en ese momento uno al otro. <br />
Tú estabas sorprendido de haber llegado a este mundo, yo estaba extasiado de tenerte en mi vida.<br />
<br />
Y ahí nació nuestra historia juntos, una historia que no tiene fin. Siempre cumpliremos años juntos y festejaremos al mismo tiempo.<br />
Tú de ser mi hijo y de tener una vida que es totalmente tuya y yo de ser tu papá y gozar plenamente viéndote crecer. <br />
<br />
¡Felicidades mi niño!<br />
<br />
Aunque hoy quizás empiezas a ser menos niño y más adolescente, me dará mucho gusto ayudarte a aprender a volar. Luego quizás hagas tu propio plan de vuelo.<br />
Encantado estaré de volar a tu lado y juntos podamos ver desde lo alto como se mira el mundo desde ahí; te encantará.<br />
<br />
O si decides hacer tu propio camino y volar en otros rumbos, igual me sentiré feliz de verte aunque sea a lo lejos, cómo alcanzas alturas insospechadas para mí.<br />
<br />
Lo importante es que te animes a volar, a descubrir a Dios en este mundo.<br />
Que veas las maravillas que te tiene preparadas y que sepas que El me enseñó a amarte.<br />
Y por eso mi amor por ti no tiene límite.<br />
<br />
Te amo querido hijo, mi querido Gilberto, mi orgullo.<br />
<br />
Tu papáGilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-72780505879874907352014-06-27T19:29:00.003-07:002014-08-25T18:40:49.908-07:00Principios y criterios éticos<span style="font-family: Trebuchet MS;">Resumen de un artículo de Carlos Llano</span><br />
<span style="font-family: Trebuchet MS;"></span><div>
</div>
<span style="font-family: Trebuchet MS;">
<strong><div>
Algunos Principios éticos relevantes</div>
<div>
</div>
<div>
A. El bien debe seguirse y evitarse el mal</div>
</strong><ul>
<li><strong></strong>Nadie debe actuar con la conciencia de que su acto es malo.</li>
<li>Es un deber del individuo el ejercicio de una acción que en conciencia considere buena, siempre que no le impida el cumplimiento de otra acción que en conciencia considere mejor que aquélla.</li>
<li>La empresa debe mantener la conciencia expresa de la moralidad de todas sus acciones, igual que debe tener conciencia expresa del beneficio o pérdida que cada actuación comporta para la compañía.</li>
</ul>
<a name='more'></a><br />
<div>
<strong>B. No deben emplearse medios moralmente malos aunque los fines sean buenos.</strong> </div>
<ul>
<li>El fin no justifica los medios. </li>
<li>No debe hacerse nada malo, aunque los resultados sean buenos. </li>
<li>La excelencia de una corporación exige, como su requisito más elemental y básico, que sea moralmente intachable. </li>
</ul>
<div>
<strong>C. No deben perseguirse fines buenos que tengan efectos resultantes desproporcionadamente malos.</strong> </div>
<ul>
<li>Es un asunto relevante ya que la potencia de las tecnologías y la amplitud y densidad de las comunicaciones ha suscitado una impresionante multiplicación de los "efectos nocivos".</li>
<li>El caso de la conciencia ecológica es el más notorio. Conocer la vulnerabilidad del medio ambiente y la escasez de los recursos naturales ha puesto fuera de juego a las dos ideologías más características del siglo pasado: el marxismo y el "capitalismo salvaje". </li>
</ul>
<div>
<strong>D. Ha de considerarse valioso todo aquello que contribuya al desarrollo del hombre.</strong></div>
<ul>
<li>La persona humana es sujeto de dignidad y, por tanto, quien otorga valor al resto de las realidades. </li>
<li>Esta consideración encierra implícitamente una definición de valor: se llama valor a todo aquello que contribuya al desarrollo o perfeccionamiento del hombre. </li>
</ul>
<div>
<strong>E. Hay valores que son objetivos, válidos para toda persona y cultura.</strong> </div>
<ul>
<li>Es el principio anti-relativista. El hombre posee una naturaleza determinada, y no es fruto casual y ciego, ni un estadio perecedero de la evolución biológica. </li>
<li>La naturaleza humana tiene un alcance trans-biológico, porque es el modo de ser de una realidad que trasciende la materia, ya que es capaz de conocimientos abstractos, de auto-reflexión y de decisiones libres. </li>
<li>Podríamos decir que si no hay valores absolutos, todo está permitido. Lo cual equivale a mantener que -en tal caso- cualquier código de conducta que se establezca en una empresa sería una ficción convencional e, incluso, ficticia. </li>
</ul>
<div>
</div>
<div>
<strong>F. El hombre debe adquirir las capacidades (o virtudes) necesarias para alcanzar una vida lograda, plena y completa.</strong> </div>
<ul>
<li>Este principio es la columna vertebral del desarrollo humano.</li>
<li>El hombre virtuoso no es el puritano ni el reprimido: es el que está capacitado para perfeccionarse. El hombre es el perfeccionador perfeccionable. </li>
<li>La virtud y el valor son coincidentes, porque la virtud es aquella capacidad humana que permite a la persona incorporar lo valioso dentro de sí. </li>
<li>Los valores no han perdido su valor, ya que son absolutos: sigue valiendo la nobleza frente a la hipocresía, la verdad frente a la mentira, el orden frente a la vida caótica, la generosidad frente al egoísmo. </li>
<li>Todos estamos dispuestos a reconocer estos valores y a reflejarlos en los correspondientes códigos de conducta; pero quizá no estemos tan prestos a vivirlos. </li>
<li>Faltan hombres y mujeres que sean nobles, veraces, ordenados, generosos... aunque todos sigan despreciando la hipocresía, la mentira, el desorden, el egoísmo (mayormente en los demás, no tanto en sí mismos).</li>
</ul>
<div>
<strong>G. El bien común es preferible al bien privado si ambos son del mismo orden.</strong> </div>
<ul>
<li>Es el principio comunitario, que ratifica la idea de que la dignidad de la persona humana, sostenida por la persona humana misma, no es un invento egoísta. </li>
<li>El hombre es digno no porque yo sea hombre. Por eso precisamente el bien común ha de prevalecer sobre el bien privado. </li>
<li>El bien común no se ha de considerar cuantitativamente, sino cualitativamente.</li>
<li>No es que mi bien sea parte del bien común, sino que el bien común es parte de mi bien.</li>
<li>En una empresa, forma parte de mi bien personal la seguridad, la limpieza, el orden, la justicia en las retribuciones, la buena marcha económica de la compañía, la facilidad de trabajar en equipo, la trasparencia y cordialidad en las relaciones humanas. Sin todos estos -y otros muchos aspectos del bien común, yo no me puedo encontrar bien en esa organización, aunque mi sueldo y mi status sean excelentes.</li>
</ul>
<div>
</div>
<div>
<strong>H. La persona no debe considerarse nunca sólo como medio sino siempre también como fin.</strong></div>
<ul>
<li>Es el principio personalista que no se contrapone al principio comunitario. </li>
<li>En lugar de diseñar todo para convertir a la persona en instrumento de las cosas (máquinas, dinero, mercado), se deben diseñar todas las cosas para ser instrumentos para la persona.</li>
<li>La organización debe supeditarse al desarrollo de las personas, ya que su fin es la persona, no la organización. </li>
<li>Dentro de la empresa la persona no debe dejar de ser ella misma, ni convertirse en un módulo funcional, que no es, sino que hace. Es necesario que la persona no se supedite a la función. </li>
<li>Debe tener, más bien, la posibilidad de influir sobre su propia función, de imprimirle su sello, de que resulte una expresión de su personalidad o modo de ser. </li>
</ul>
<div>
</div>
<div>
<strong>I. El bien no es menor porque beneficie a otro ni el mal es mayor porque me perjudique a mí.</strong></div>
<ul>
<li>Es el principio de la imparcialidad del bien. </li>
<li>El bien es absoluto y la dignidad de la persona no admite grados (nadie es, en sí mismo, más digno que otro). </li>
<li>El bien objetivo es el mismo para todos -e indiferente de unos y de otros- y todos, precisamente por ser personas, tenemos derecho a los mismos bienes.</li>
<li>La regla de oro del cristianismo dice "todo lo que quisiereis que os hagan a vosotros los hombres, hacedlo vosotros a ellos"</li>
</ul>
<div>
A través de estos nueve principios podemos apreciar que no existe un dilema entre moral y libertad dentro de la empresa. Entre otras cosas, porque no podemos caer en el simplismo de creer que prohibir es malo y permitir es bueno. La ética no va en contra de la libertad, sino que se alimenta de ella y la fomenta. La ética es la "lógica de la libertad". Tampoco es cierto que la moral sea antigua o desfasada, mientras que el permisivismo sea progresista o moderno. Pensar eso es una simpleza. En rigor, el comportamiento moralmente bueno es la raíz de toda innovación. Lo ético es lo nuevo. </div>
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<strong>Criterios Éticos y Operativos en la empresa</strong></div>
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Además de los principios, la estructura ética de la persona requiere criterios. Los criterios son capacidades de discernimiento, de separación entre lo bueno y lo malo, entre lo conveniente y lo perjudicial para la persona misma. Los criterios son las habilidades vitales para aplicar los principios a las situaciones concretas de las organizaciones en las que trabajamos. Para mayor claridad, se distingue entre criterios propiamente éticos y criterios que presentan, más bien, un carácter operativo.</div>
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<em>Criterios éticos:</em> </div>
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<strong>A. Criterio de extensión. Es mayor el bien que beneficia a más personas y es mayor el mal que a más personas perjudica. </strong> </div>
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Es una regla de acción que justifica desde el punto de vista ético, y no sólo económico, los esfuerzos hechos por las empresas para maximizar su mercado, ya que de esta manera se ofrecen bienes y servicios a más personas. Pero, obviamente, no presenta un carácter absoluto. No todo vale para lograr una mayor extensión de la propia cuota de mercado: no vale engañar en el marketing, ni desprestigiar a la competencia, ni pagar comisiones ocultas a los intermediarios. Resulta, además, que -a medio y largo plazo- estos procedimientos inmorales se vuelven contra la misma organización. </div>
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<strong>B. Criterio de incidencia. El bien es mejor cuanto más profundamente beneficia a la persona, y el mal es peor cuanto más profundamente las afecta.</strong></div>
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La persona, a diferencia del objeto inerte o del animal, contiene dentro de sí diferentes niveles de profundidad. Se debe ejercitar, entonces, el criterio de incidencia, porque no apela a la extensión o número de personas, sino a la profundidad en que el bien en cuestión incide en ellas: Aunque parezca a primera vista lo contrario, el criterio de incidencia tiene precedencia -siempre que se trate de cuestiones del mismo orden- sobre el principio de extensión. </div>
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<strong>C. Criterio de proximidad. Me encuentro más obligado a promover el bien y a evitar el mal de los más próximos.</strong> </div>
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Este criterio, a diferencia de los dos anteriores, no atiende a la calidad del bien que proporciona, sino a la fuerza de la obligación que tengo en proporcionarlo. Y esto es así porque la persona es relacional, está esencialmente unida a otras personas, con diversos grados de proximidad. </div>
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Tampoco en la empresa la comunicación virtual, escrita o audiovisual puede suplir la proximidad vivencial que tiene lugar en la convivencia del momento ordinario y cotidiano, propia de las comunidades de amistad, en las que se dan esas relaciones de carácter personal e insustituible. </div>
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<em>Criterios operativos:</em> </div>
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<strong>A. La colaboración es más eficaz que la competencia.</strong> </div>
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Toda empresa tiene como meta el ganar. Pero hay que captar la diferencia entre el ganar algo y el ganarle a alguien. Si el ganar lo tomamos en el primer sentido, desembocamos en la colaboración; si lo hacemos en el segundo, en la competencia. </div>
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La empresa actual ha resuelto este dilema optando en general por la competencia. Y de los dos sentidos que en castellano tiene la palabra competencia se ha elegido el menos valioso -el de ser competitivo o competidor- concediendo menos atención al significado más noble: ser competente. </div>
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Es evidente que el ser competentes, e incluso competitivos, no excluye la actitud de colaboración. Pero también parece claro que hemos ampliado excesivamente los campos de validez de la competencia, atrofiando el sentido de la cooperación y la solidaridad, y deteriorando por otro lado la imaginación creativa que nos llevaría a proponernos objetivos conjuntivos y complementarios. </div>
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La competencia no es posible entre personas, porque nadie es -como ser personal- más que nadie. Por ello la empresa tiende hoy a restar sentido competitivo a sus relaciones con el cliente, a quien sirve, y con el proveedor, que le sirve.</div>
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<strong>B. Cooperación y persona.</strong></div>
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En el competidor siempre encontramos también una persona, y yo mismo no soy sólo su presunto oponente, sino que también constituyo un ser personal. De ahí que ambos competidores, en lo que tenemos de personas, encontremos más puntos de contacto para la colaboración que de distancia para la competencia.</div>
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A la competencia se llega sólo en aquellos puntos -pocos- en los que no cabe la conjunción y sólo se presentan objetivos disyuntivos. Pero nuestro temple de fondo, nuestro ethos, debería ser un espíritu y una actividad nuclear de conjunción, complementariedad, armonía y entendimiento en el seno mismo de las actividades de competencia. Ello sería una manifestación de que no hemos renunciado, al competir, a nuestra condición de personas. </div>
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Como ha dicho Fritz Schumacher, el trabajo es la mejor terapia contra el egoísmo, ya que el hombre no puede hacer nada sólo. Y, por el contrario, la actitud competitiva a ultranza es muy difícil que no sea envidiosa. </div>
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Los criterios que hemos analizado se nos presentan bajo la forma de dilema: en el ámbito ético, nos vemos tensionados entre la extensión y la incidencia; en el campo operativo, parece que hemos de optar entre la competencia y la colaboración.</div>
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Pero estas supuestas antítesis sólo son inevitables si se adopta una actitud excluyente, mientras que se pueden superar desde una actitud inclusiva. Es la diferencia entre la disyunción -el idioma del o- y la conjunción -el idioma del y-. Pues bien, ninguno de estos dilemas o paradojas se pueden resolver, por la vía de la conjunción, a base de estrategias empresariales, por sofisticadas que éstas resulten. El camino para alcanzar la conciliación y la complementariedad es la orientación personalista, estrechamente unida a la orientación comunitaria. </div>
</span><br />Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-6679385945832433842014-06-27T19:16:00.001-07:002014-08-25T18:41:14.370-07:00La ética en la empresa<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Resumen de un artículo de Carlos Llano</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>El relativismo moral y cultural</strong><br />El relativismo es la enfermedad mortal de las sociedades satisfechas. Consiste en negar que haya unos valores o principios universalmente válidos, es decir, que tengan vigencia en sí mismos, con independencia de nuestras pautas culturales o de nuestras preferencias individuales. Pues bien, lo primero que hay que decir del relativismo es que resulta contradictorio y, por lo tanto, inviable.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><br />El relativista consumado ha de admitir que hay, al menos, una verdad incontrovertible y siempre válida, precisamente aquélla que enuncia su tesis de fondo, a saber: "todo es relativo". Si todo es relativo, hay -al menos- una verdad que no es relativa, ya que paradójicamente el enunciado "todo es relativo" tiene para el propio relativista un valor absoluto.<br /><br />El relativismo resulta letal para la vida interna de la empresa, ya que excluye radicalmente la vigencia de valores compartidos por todos sus miembros, lo cual hace imposible una auténtica cultura corporativa. En todo caso, esa cultura de empresa o "estilo de la organización" como la llamó hace años Peter Drucker, tendría sólo un valor convencional.<br /><br />Sería una convención, pero no una convicción. La admitiríamos por interés propio, adulación, comodidad o conveniencia, pero no estaríamos personalmente convencidos de que esos valores comunes que la cultura corporativa nos propone son auténticos bienes que merece la pena hacer propios, promoverlos y, en definitiva, vivirlos. Estaríamos entonces ante una simulación de la cultura corporativa, es decir, ante una cultura simulada pero no vivida. Y esta ficción -en la medida en que fuera proseguible- causaría un tremendo daño a la compañía y, por lo tanto, a cada uno de sus miembros. Porque hay que tener siempre en cuenta que la ética es un saber práctico que nos encamina hacia la vida buena (no hacia la "buena vida"), hacia la vida lograda, y por lo tanto, que su falta nos daña personalmente a todos y cada uno.<br /><br /><strong>Código de Ética o de Conducta</strong>El núcleo ético de una cultura corporativa es su código de conducta. Ahora bien, observemos que la implantación formal de un código de conducta en la empresa no asegura que se aprecien y se practiquen los valores y normas que en él se establecen. Basta con advertir que el código de conducta es algo que puede aprenderse de manera teórica, mientras que la rectitud moral y la competencia profesional han de adquirirse trabajosamente, dentro de una comunidad de aprendizaje y gracias a continuos ejercicios de ensayo y error, de equivocaciones y rectificaciones.<br /><br />La posesión -e incluso la observancia superficial- de un código de conducta no debe confundirse con la vigencia de los principios éticos que han de encaminar la andadura de una corporación. Naturalmente, hay principios particulares de cada empresa, que tienen en cuenta el carácter de sus operaciones, la idiosincrasia de su personal y las características culturales de su entorno. Pero tales principios particulares presuponen la existencia y el seguimiento de principios éticos generales.</span>Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-13575643834285817612014-06-27T19:10:00.001-07:002014-08-25T18:42:04.434-07:00Justicia SocialTomado del Catecismo de la Iglesia Católica<br />
<div>
</div>
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<strong>Nociones básicas</strong></div>
<div>
Modernamente se habla muchísimo de justicia social, expresión que no aparece en Santo Tomás ni en los teólogos escolásticos. No se trata de una nueva especie de justicia desconocida de la teología clásica sino que se encuadra en alguna de las formas tradicionales. El papa Pío XI declaró expresamente en su encíclica Divini Redemptoris (n.51) que “es propio de la justicia social el exigir de los individuos cuanto es necesario al bien común” (función propia y específica de la justicia legal). Recordemos que Justicia Legal es la virtud que inclina y mueve a los miembros del cuerpo social, en cuanto tales, a dar a la sociedad todo aquello que le es debido en orden a procurar el bien común. Es decir, las acciones de los particulares se ordenan al bien común en la forma que determina la ley.</div>
<a name='more'></a><br />
Así, todos estamos obligados en conciencia a sujetarnos a las leyes justas del Estado. Fundamentalmente por el origen divino de todo poder legítimo (Prov. 8,15-16), de donde se deduce que quien resiste a la autoridad, resiste a la disposición de Dios (Rom. 13,1-2) y porque sin su observancia resultaría imposible el bien común y la pacífica convivencia de los ciudadanos.<br />
<br />
<strong>Respecto a la Justicia Social, el catecismo de la Iglesia dice:</strong><br />
<ul>
<li>La sociedad la asegura cuando realiza las condiciones que permiten a las asociaciones y a cada uno conseguir lo que les es debido según su naturaleza y su vocación.</li>
<li>Que está ligada al bien común y al ejercicio de la autoridad.</li>
<li>Que sólo puede ser conseguida sobre la base del respeto de la dignidad trascendente del hombre.</li>
<li>Porque la persona representa el fin último de la sociedad, que está ordenada al hombre ya que la defensa y la promoción de la dignidad humana “nos han sido confiadas por el Creador, y de las que son rigurosa y responsablemente deudores los hombres y mujeres en cada coyuntura de la historia” (SRS 47).</li>
</ul>
<div>
<strong>El respeto de la persona humana</strong> </div>
<ul>
<li>Este respeto, implica el de los derechos que se derivan de su dignidad de criatura. </li>
<li>Estos derechos son anteriores a la sociedad y se imponen a ella.</li>
<li>Fundan la legitimidad moral de toda autoridad: menospreciándolos o negándose a reconocerlos en su legislación positiva, una sociedad mina su propia legitimidad moral (Cf.PT 65)</li>
<li>Sin este respeto, una autoridad sólo puede apoyarse en la fuerza o en la violencia para obtener la obediencia de sus súbditos.</li>
<li>Corresponde a la Iglesia recordar estos derechos a los hombres de buena voluntad y distinguirlos de reivindicaciones abusivas o falsas.</li>
</ul>
<div>
<strong>Los documentos pontificios</strong><br />
En particular, los documentos pontificios exigen, en nombre de la Iglesia, una serie de reformas y mejoras en favor de los necesitados, como son: </div>
<div>
· El salario familiar </div>
<div>
· La participación en los beneficios de la empresa </div>
<div>
· Los seguros sociales que garanticen al obrero medios de vida estables y duraderos y, </div>
<div>
· En general, todo ese conjunto de reformas sociales que la encíclica Quadragesimo anno engloba bajo el epígrafe de “restauración del orden social, encaminadas a facilitar el acceso a la propiedad de todos los necesitados y a una más justa distribución de las riquezas.” </div>
<div>
</div>
<div>
El respeto a la persona humana pasa por el respeto del principio:</div>
<div>
“Que cada uno, sin ninguna excepción, debe considerar al prójimo como “otro yo”, cuidando, en primer lugar, de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente” (GS 27, 1).</div>
<div>
<br />
Ninguna legislación podría por sí misma hacer desaparecer los temores, los prejuicios, las actitudes de soberbia y de egoísmo que obstaculizan el establecimiento de sociedades verdaderamente fraternas. Estos comportamientos sólo cesan con la caridad que ve en cada hombre un “prójimo”, un hermano.<br />
<br />
<strong>Servir al prójimo</strong></div>
<div>
El deber de hacerse prójimo de los demás y de servirlos activamente se hace más acuciante todavía cuando éstos están más necesitados en cualquier sector de la vida humana. </div>
<div>
“Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis” (Mt 25, 40).</div>
<ul>
<li>Este mismo deber se extiende a los que piensan y actúan diversamente de nosotros.</li>
<li>La enseñanza de Cristo exige incluso el perdón de las ofensas.</li>
<li>Extiende el mandamiento del amor que es el de la nueva ley a todos los enemigos (Cf. Mt 5, 43-44).</li>
<li>La liberación en el espíritu del Evangelio es incompatible con el odio al enemigo en cuanto persona, pero no con el odio al mal que hace en cuanto enemigo. [CIC 1928-1933]</li>
</ul>
<strong>La revelación y la vida social</strong><br />
<ul>
<li>“La revelación cristiana... nos conduce a una comprensión más profunda de las leyes de la vida social” (GS 23, 1).</li>
<li>La Iglesia recibe del Evangelio la plena revelación de la verdad del hombre.</li>
<li>Cuando cumple su misión de anunciar el Evangelio, enseña al hombre, en nombre de Cristo, su dignidad propia y su vocación a la comunión de las personas; y le descubre las exigencias de la justicia y de la paz, conformes a la sabiduría divina.</li>
</ul>
<strong>El papel de la Iglesia en la Justicia Social</strong><br />
<div>
La Iglesia expresa un juicio moral, en materia económica y social, “cuando lo exigen los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas” (GS 76, 5).</div>
<div>
En el orden de la moralidad, la Iglesia ejerce una misión distinta de la que ejercen las autoridades políticas: ella se ocupa de los aspectos temporales del bien común a causa de su ordenación al supremo Bien, nuestro fin último. Se esfuerza por inspirar las actitudes justas en el uso de los bienes terrenos y en las relaciones socioeconómicas.</div>
<div>
</div>
<div>
La doctrina social de la Iglesia se desarrolló en el siglo XIX, cuando se produce el encuentro entre el Evangelio y la sociedad industrial moderna, sus nuevas estructuras para producción de bienes de consumo, su nueva concepción de la sociedad, del Estado y de la autoridad, sus nuevas formas de trabajo y de propiedad. El desarrollo de la doctrina de la Iglesia en materia económica y social da testimonio del valor permanente de la enseñanza de la Iglesia, al mismo tiempo que del sentido verdadero de su Tradición siempre viva y activa (Cf. CA 3).</div>
<div>
</div>
<div>
La enseñanza social de la Iglesia contiene un cuerpo de doctrina que se articula a medida que la Iglesia interpreta los acontecimientos a lo largo de la historia, a la luz del conjunto de la palabra revelada por Cristo Jesús y con la asistencia del Espíritu Santo (Cf. SRS 1; 41). Esta enseñanza resultará tanto más aceptable para los hombres de buena voluntad cuanto más inspire la conducta de los fieles.</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>La doctrina social de la Iglesia:</strong></div>
<ol>
<li>Propone principios de reflexión</li>
<li>Extrae criterios de juicio</li>
<li>Da orientaciones para la acción</li>
</ol>
o Todo sistema según el cual las relaciones sociales deben estar determinadas enteramente por los factores económicos, resulta contrario a la naturaleza de la persona humana y de sus actos (Cf. CA 24).<br />
<div>
o Una teoría que hace del lucro la norma exclusiva y el fin último de la actividad económica es moralmente inaceptable.</div>
<div>
o El apetito desordenado de dinero no deja de producir efectos perniciosos. Es una de las causas de los numerosos conflictos que perturban el orden social (Cf. GS 63, 3; LE 7; CA 35).</div>
<div>
o Un sistema que “sacrifica los derechos fundamentales de la persona y de los grupos en aras de la organización colectiva de la producción” es contrario a la dignidad del hombre (Cf. GS 65).</div>
<div>
o Toda práctica que reduce a las personas a no ser más que medios con vistas al lucro esclaviza al hombre, conduce a la idolatría del dinero y contribuye a difundir el ateísmo. “No podéis servir a Dios y al dinero” (Mt 6, 24; Lc 16, 13).</div>
<div>
o La Iglesia ha rechazado las ideologías totalitarias y ateas asociadas en los tiempos modernos al “comunismo” o “socialismo”.</div>
<div>
o Por otra parte, ha rechazado en la práctica del “capitalismo” el individualismo y la primacía absoluta de la ley de mercado sobre el trabajo humano (Cf. CA 10, 13.44). </div>
<div>
o La regulación de la economía por la sola planificación centralizada pervierte en su base los vínculos sociales;</div>
<div>
o Su regulación únicamente por la ley de mercado quebranta la justicia social, porque “existen numerosas necesidades humanas que no pueden ser satisfechas por el mercado” (CA 34).</div>
<div>
o Es preciso promover una regulación razonable del mercado y de las iniciativas económicas, según una justa jerarquía de valores y con vistas al bien común.</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>La actividad económica y la justicia social</strong></div>
<div>
o El desarrollo de las actividades económicas y el crecimiento de la producción están destinados a satisfacer las necesidades de los seres humanos.</div>
<div>
o La vida económica no tiende solamente a multiplicar los bienes producidos y a aumentar el lucro o el poder.</div>
<div>
o Está ordenada ante todo al servicio de las personas, del hombre entero y de toda la comunidad humana.</div>
<div>
o La actividad económica dirigida según sus propios métodos, debe moverse no obstante dentro de los límites del orden moral, según la justicia social, a fin de responder al plan de Dios sobre el hombre (Cf. GS 64).</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>El trabajo humano</strong></div>
<div>
o Procede directamente de personas creadas a imagen de Dios y llamadas a prolongar, unidas y para mutuo beneficio, la obra de la creación dominando la tierra (Cf. Gn 1, 28; GS 34; CA 31).</div>
<div>
o Es, por tanto, un deber: “Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma” (2 Ts 3, 10; Cf. 1 Ts 4, 11).</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>Santificar el trabajo</strong></div>
<div>
o El trabajo honra los dones del Creador y los talentos recibidos. Puede ser también redentor.</div>
<div>
o Soportando el peso del trabajo (Cf. Gn 3, 14-19), en unión con Jesús, el carpintero de Nazaret y el crucificado del Calvario, el hombre colabora en cierta manera con el Hijo de Dios en su obra redentora.</div>
<div>
o El hombre se muestra como discípulo de Cristo llevando la Cruz cada día, en la actividad que está llamado a realizar (Cf. LE 27).</div>
<div>
o El trabajo puede ser un medio de santificación y de animación de las realidades terrenas en el espíritu de Cristo.</div>
<div>
o En el trabajo, la persona ejerce y aplica una parte de las capacidades inscritas en su naturaleza.</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>El valor del trabajo y su fruto económico</strong></div>
<div>
o El valor primordial del trabajo pertenece al hombre mismo, que es su autor y su destinatario.</div>
<div>
o El trabajo es para el hombre y no el hombre para el trabajo (Cf. LE 6).</div>
<div>
o Cada cual debe poder sacar del trabajo los medios para sustentar su vida y la de los suyos, y para prestar servicio a la comunidad humana.</div>
<div>
o Cada uno tiene el derecho de iniciativa económica, y podrá usar legítimamente de sus talentos para contribuir a una abundancia provechosa para todos, y para recoger los justos frutos de sus esfuerzos.</div>
<div>
o Deberá ajustarse a las reglamentaciones dictadas por las autoridades legítimas con miras al bien común (Cf. CA 32; 34).</div>
<div>
</div>
<div>
La vida económica se ve afectada por intereses diversos, con frecuencia opuestos entre sí. Así se explica el surgimiento de conflictos que la caracterizan (Cf. LE 11). Será preciso esforzarse para reducir estos últimos mediante la negociación, que respete los derechos y los deberes de cada parte: los responsables de las empresas, los representantes de los trabajadores, por ejemplo, de las organizaciones sindicales y, en caso necesario, los poderes públicos.</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>El acceso al trabajo y a la profesión</strong></div>
<div>
o Debe estar abierto a todos sin discriminación injusta, a hombres y mujeres, sanos y disminuidos, autóctonos e inmigrados (Cf. LE 19; 22-23).</div>
<div>
o Habida consideración de las circunstancias, la sociedad debe por su parte ayudar a los ciudadanos a procurarse un trabajo y un empleo (Cf. CA 48).</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>El salario justo</strong></div>
<div>
o El salario es el fruto legítimo del trabajo.</div>
<div>
o Negarlo o retenerlo puede constituir una grave injusticia (Cf. Lv 19, 13; Dt 24, 14-15; St 5, 4)</div>
<div>
o Para determinar la justa remuneración se han de tener en cuenta a la vez las necesidades y las contribuciones de cada uno.</div>
<div>
o “El trabajo debe ser remunerado de tal modo que se den al hombre posibilidades de que él y los suyos vivan dignamente su vida material, social, cultural y espiritual, teniendo en cuenta la tarea y la productividad de cada uno, así como las condiciones de la empresa y el bien común” (GS 67, 2). </div>
<div>
o El acuerdo de las partes no basta para justificar moralmente la cuantía del salario.</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>La huelga</strong></div>
<div>
o Es moralmente legítima cuando constituye un recurso inevitable, si no necesario para obtener un beneficio proporcionado.</div>
<div>
o Resulta moralmente inaceptable cuando va acompañada de violencias o también cuando se lleva a cabo en función de objetivos no directamente vinculados con las condiciones del trabajo o contrarios al bien común. </div>
<div>
o Es injusto no pagar a los organismos de seguridad social las cotizaciones establecidas por las autoridades legítimas. </div>
<div>
o La privación de empleo a causa de la huelga es casi siempre para su víctima un atentado contra su dignidad y una amenaza para el equilibrio de la vida. Además del daño personal padecido, de esa privación se derivan riesgos numerosos para su hogar (Cf. LE 18).</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>Justicia y solidaridad entre las naciones</strong></div>
<div>
· En el plano internacional la desigualdad de los recursos y de los medios económicos es tal, que crea entre las naciones un verdadero “abismo” (SRS 14).</div>
<div>
· Por un lado están los que poseen y desarrollan los medios de crecimiento, y por otro, los que acumulan deudas.</div>
<div>
· Diversas causas, de naturaleza religiosa, política, económica y financiera, confieren hoy a la cuestión social “una dimensión mundial” (SRS 9).</div>
<div>
· Es necesaria la solidaridad entre las naciones cuyas políticas son ya interdependientes.</div>
<div>
· Es todavía más indispensable cuando se trata de acabar con los “mecanismos perversos” que obstaculizan el desarrollo de los países menos avanzados (Cf. SRS 17; 45).</div>
<div>
</div>
<div>
Es preciso sustituir:</div>
<ul>
<li>Los sistemas financieros abusivos, si no usurarios (Cf. CA 35)</li>
<li>Las relaciones comerciales inicuas entre las naciones</li>
<li>La carrera de armamentos</li>
</ul>
Por un esfuerzo común para movilizar los recursos hacia objetivos de desarrollo moral, cultural y económico “redefiniendo las prioridades y las escalas de valores” (CA 28).<br />
<div>
</div>
<div>
<strong>Las naciones ricas</strong></div>
<div>
Tienen una responsabilidad moral grave respecto a las que no pueden por sí mismas asegurar los medios de su desarrollo, o han sido impedidas de realizarlo por trágicos acontecimientos históricos. Es un deber de solidaridad y de caridad; es también una obligación de justicia si el bienestar de las naciones ricas procede de recursos que no han sido pagados con justicia.</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>La ayuda directa</strong></div>
<div>
· Constituye una respuesta apropiada a necesidades inmediatas, extraordinarias, causadas por ejemplo por catástrofes naturales, epidemias, etc.</div>
<div>
· Pero no basta para reparar los graves daños que resultan de situaciones de indigencia ni para remediar de forma duradera las necesidades.</div>
<div>
· Es preciso también reformar las instituciones económicas y financieras internacionales para que promuevan y potencien relaciones equitativas con los países menos desarrollados (Cf. SRS 16).</div>
<div>
· Es preciso sostener el esfuerzo de los países pobres que trabajan por su crecimiento y su liberación (Cf. CA 26).</div>
<div>
· Esta doctrina exige ser aplicada de manera muy particular en el ámbito del trabajo agrícola. Los campesinos, sobre todo en el Tercer Mundo, forman la masa mayoritaria de los pobres.</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>Dios y el conocimiento de sí mismo</strong></div>
<div>
Acrecentar el sentido de Dios y el conocimiento de sí mismo constituye la base de todo desarrollo completo de la sociedad humana. Este:</div>
<div>
· Multiplica los bienes materiales y los pone al servicio de la persona y de su libertad.</div>
<div>
· Disminuye la miseria y la explotación económicas.</div>
<div>
· Hace crecer el respeto de las identidades culturales y la apertura a la trascendencia (Cf. SRS 32; CA 51).</div>
<div>
</div>
<div>
<strong>Papel de los pastores de la Iglesia</strong></div>
<div>
· No corresponde a los pastores de la Iglesia intervenir directamente en la actividad política y en la organización de la vida social.</div>
<div>
· Esta tarea forma parte de la vocación de los fieles laicos, que actúan por su propia iniciativa con sus conciudadanos.</div>
<div>
· La acción social puede implicar una pluralidad de vías concretas.</div>
<div>
· Deberá atender siempre al bien común y ajustarse al mensaje evangélico y a la enseñanza de la Iglesia.</div>
<div>
</div>
<div>
Pertenece a los fieles laicos “animar, con su compromiso cristiano, las realidades y, en ellas, procurar ser testigos y operadores de paz y de justicia” (SRS 47; Cf. 42)</div>
Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-38188474517282974452014-06-24T14:08:00.001-07:002014-08-25T18:43:27.019-07:00Consejos para el evangelizador<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: x-small;"><strong>Resumen tomado de </strong>P. Eduardo María Volpacchio. Fuente: </span></span><a href="http://algunasrespuestas.wordpress.com/"><span style="color: #0563c1; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: x-small;">http://algunasrespuestas.wordpress.com</span></a><o:p></o:p> </span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>1. Ayudar al otro, con su libertad, no a empujones ni a fuerza.</strong></span></span><br />
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Sólo se puede amar a Dios libremente. Sólo se puede aceptar el mensaje de salvación voluntariamente. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La libertad necesita del conocimiento: cuanto más conozco, más libre puedo ser. El apostolado es una ayuda a la libertad del prójimo: procuramos mostrarle, animarlo, consolarlo, motivarlo, etc., a buscar el bien y seguirlo. En el mayor respeto de la libertad.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a name='more'></a><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Respetar la libertad, no quiere decir abstenerse de ayudar a ser mejores, ni significa ser indiferentes a su destino eterno. Nos importa y mucho, los queremos y queremos lo mejor para ellos. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hacer apostolado es ayudar a otros a descubrir lo que les llenará la vida, y a vivir de acuerdo a eso; no es empujar a la gente a hacer cosas que no quiere hacer. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Procuramos transmitir la seguridad en la fe que tenemos, algo bien distinto de la intolerancia. Se trata de iluminar, encender, animar. Hacer que el alma quiera.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Queremos que sean santos: porque queremos lo mejor para ellos. Obvio. Pero, tienen que encontrarse ellos con Dios. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Nosotros podemos ayudarlos, queremos hacerlo, pero su voluntad es imprescindible. No sólo por respeto, sino porque sin libertad no es posible amar a Dios. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hay ámbitos en los que tenemos que exigir, pero no se trata de un empujón material, sino de abundancia de luz, de la ayuda de nuestra oración y mortificación, del ejemplo que hace atractiva la enseñanza, la sonrisa que hace amable el esfuerzo… No es un atentado a la libertad, sino una ayuda necesaria. Y se debe tener paciencia, frenar los apuros: tienen que asimilarlo y entenderlo solos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Vivimos en una cultura que aprecia con primacía la libertad. La gente tiene una gran sensibilidad, y con facilidad –exagerando muchas veces– siente rechazo hacia lo que percibe como una imposición. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En la familia, es lógico que en los primeros años de vida se lleve a los chicos por un carril estrecho, así como van a la escuela (y no esperamos que den su consentimiento para inscribirles), lo mismo pasa con la Misa de los domingos, etc. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Y con los hijos más grandes, no confundir el respeto a la libertad con la cooperación al mal: una cosa es respetar, con dolor, que tengan comportamientos que no comparto, y otra muy distinta es contribuir en esa acción mala: respeto es distinto de apoyo.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>2. Poner el foco en el bien, en la verdad, no en el mal o el pecado<o:p></o:p></strong></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Difundir la doctrina del cristianismo, que es superpositiva: el mandamiento del amor a Dios, a los demás, la cercanía de Dios, su misericordia, la maravilla de la familia, etc. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No buscamos solamente que el prójimo salga del pecado: queremos que viva una vida divina. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No queremos aguarles la fiesta, queremos que participen de una fiesta que es mucho mejor. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El pecado en el que viven les atrae, habrá que ofrecerles algo que les atraiga más. Criticando su estilo de vida, sólo lograremos que se cierren más. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Al que está en el mal camino, más que criticarle el suyo, hay que hacerle desear el nuestro.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">San Juan de la Cruz escribió “<em>donde no hay amor, pon amor y sacarás amor</em>” <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Somos cristianos, queremos que la gente descubra el amor de Dios por ellos. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No somos anticomunistas, ni antirelativistas, no antihedonistas, ni antipornografía, ni antimatrimonio homosexual, ni antiaborto… ni antinada. Nuestra misión no es atacar el mal, sino sembrar el bien. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Además, el planteo anti–algo no acerca a nadie a Dios, ni consigue apartar a nadie del mal. Es sólo defensivo: sirve para afirmar a los que ya piensan como uno. A los ya convertidos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>3. Comunicar la fe dialogando no discutiendo</strong></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong><o:p></o:p></strong></span></span> </div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Trato personal de amistad con el prójimo, dar razones. No dedicarse a demostrar a los demás que están equivocados. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No queremos vencer discusiones, queremos llevar la gente a Dios, darles lo mejor que tenemos. Mostrar lo lindo que es ser cristiano, encontrar a Dios. Explicar el sentido de las cosas. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Queremos charlar amigablemente. Si una persona no tiene esas disposiciones, quizá es mejor no perder el tiempo (no es posible un cambio afectuoso de pareceres).</span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Ante una persona agresiva, basta con aclarar nuestra posición y nada más, aclarándoles que no nos interesa discutir. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No pretender demostrar, convencer, sino mostrar: la verdad convence sola. Procurar abrir horizontes, mostrar caminos, que nuestros amigos tendrán que recorrer.</span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Testimoniar la propia vida. Contar las cosas que nos gustan, nos llenan (no sólo los deberes): un libro, artículo, plan, linda que es una casa de retiros, una imagen… Lo bien que nos hace, cómo nos alegra, hace sentir bien, etc. Trasmitir la alegría de la fe. Las explicaciones, cuanto más sencillas, mejor. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Paciencia con gente alejada de la fe: ni darla por muerta y condenada, ni vivir como si lo suyo fuera normal y bueno. Ni volverla loca con temas religiosos, ni ocultar nuestra fe y nunca hablar del tema.</span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Evitar discutir, polemizar. La discusión, es un combate dialéctico. Cada uno defiende su posición y busca atacar la contraria. Las discusiones se ganan o se pierden. Y se discute para ganar. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pero nosotros no queremos ganarle una discusión a nadie. Cuanto más se discute, más se cierran las posiciones. Menos se piensa en lo que el otro ha dicho (si es razonable o no), sino que sólo se piensa en cómo responderle. Mal camino para convertir a alguien. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La discusión lleva a enojos, empecinamientos, levantar la voz, distanciarse del otro… no parece método apostólico válido y efectivo. ¿Alguien podrá convertirse por perder una discusión?</span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Nos interesa que los demás descubran la verdad que le dará sentido a sus vida y les hará feliz. Nos interesa que juntos lleguemos a la verdad. No defendemos una doctrina propia, queremos ver qué enseña la Iglesia.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>4. Generar un clima humano de amistad y cordialidad, no de enojos o polémicas<o:p></o:p></strong></span></span></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Clima amable, que transmita paz, serenidad, racionalidad, cariño. La violencia no convence. No recordarán lo que les dijimos, recordarán cómo se los dijimos, cómo se sintieron con nosotros (alegres, con paz o molestos). </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La cordialidad abre la inteligencia y los corazones. Ser misericordiosos y que se note.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No combatimos a quienes no comparten la fe. No somos enemigos de los divorciados, ni de los homosexuales; los queremos y queremos que se salven. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Que enseñemos que el comportamiento homosexual es ilícito, no es ofensivo para con ellos, ni los descalifica. Nadie se ofende porque digamos que hay que amar a Dios, y eso no supone un ataque a los que no lo aman. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Estamos convencidos que serían mucho más felices y realizarían sus vidas si vivieran de acuerdo a la ley de Dios, viviendo de su amor. Por eso hacemos apostolado. </span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El apóstol no se enoja, agrede, insulta, ironiza o ridiculiza. No es polémico ni discutidor. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Cuando la conversación se desarrolla en un clima tenso, incómodo, irascible; se hace imposible el apostolado: bueno para la polémica, pero no para búsqueda de la verdad. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El peor de los argumentos es la descalificación del oponente por motivos que nada tienen que ver con el tema de la discusión. El enojo además nos quita racionabilidad (enojados pensamos menos).<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No levantar la voz (tampoco dejar que la levante el otro). Si nos maltratan, no enojarse, responder con cariño y simpatía. Es mejor ser la víctima que el victimario. Sonreír. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No ser despectivos. La ironía es muy útil para humillar, pero no para convencer. Lo mismo burlarse. No son sistemas válidos para el apostolado. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Con cariño y una sonrisa, pero con firmeza, no permitir tampoco ofensas gratuitas: sin enojarse ni ofenderse, siempre calmos y con una sonrisa, responder: amigo, me parece que te pasaste… <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por lo anterior, no permitir ataques a la Iglesia. Normalmente no tienen fundamento, se repiten lugares comunes sin la menor base. En todo caso, mostrar que esas afirmaciones no tienen un fundamento sólido, faltan fuentes, etc.; que las afirmaciones genéricas no demuestran nada. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Muchas veces acusaciones contra la Iglesia, están construidas sobre algún hecho cierto, que se saca de contexto, se generaliza, etc. Habrá que ayudar a matizar esas afirmaciones. </span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Al contrario, mostrar la cara maravillosa de la Iglesia que nadie puede negar (santidad –quién puede no conmoverse ante un Juan Pablo II o una Madre Teresa de Calcuta-, asistencia a necesitados, familias, etc.). Sin entrar a discusión, cortar con datos claros irrebatibles.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>5. Motivar al otro, animarlo al bien, no asustarlo con el mal<o:p></o:p></strong></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Animar, ilusionar, abrir horizontes. Mostrar las maravillas que Dios nos tiene preparadas, la grandeza de su misericordia (no el asco que produce el pecado). El desafío de tantas cosas buenas que a todos nos interesan.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Es verdad que el mal hace mucho mal, pero para salir del mal, es necesario sentir la atracción del bien. El fin es santificar el trabajo, la familia, intimidad con Dios…, llenar la vida y el mundo de amor. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El problema de muchos no es que no sepan qué es bueno y qué es malo, sino que piensan que el bien es imposible para ellos. Para mejorar no se necesitan reproches, sino ánimo. </span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Evitar la amenaza. No Asustar o sembrar miedo ni profetizar desgracias. El apostolado no consiste en amenazar a la gente con las cosas malas que pueden pasarle si no nos hacen caso… Con el infierno o el fin del mundo, por ejemplo. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La meta no es conseguir que huyan del infierno sino que quieran ir al cielo, no de dejar de pecar sino de crecer en el amor, y entonces dejarán de pecar.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>6. Brindar la dosis de a poco, no abrumar. Llevarlos por un plano inclinado<o:p></o:p></strong></span></span></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En el apostolado procuramos ayudar a avanzar por un plano inclinado: de a poco, mejor casi no plantear cosas que una persona no está en condiciones de hacer. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pensar qué le puedo plantear, qué paso puede dar, con la mirada ilusionada en la meta positiva. Cuanto más lejos esté de Dios, más chico será el paso. Lo importante es ayudarlo a avanzar en la dirección correcta.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Ayudarlos a dar el paso que ahora pueden dar. Habrá que estudiar qué proponer, qué decir. En principio no proponer cosas que estamos seguros que va a decir que no (atentos a no decir que no por ellos…). Se puede hacer con delicadeza. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No quejarse de que no me entiende: hacer el esfuerzo de hacérselo entendible.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Otra tentación es la de pretender que una persona cambie de un día para otro, en todos los aspectos que necesita mejorar. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hacer apostolado no consiste en llenar a la gente de obligaciones (cuantas más mejor, no vaya a ser que se condene porque no le dijimos algo en la primera conversación…). </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No se trata de ocultar obligaciones o principios morales, pero insistir en los pasos positivos que hoy están en condiciones de dar.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No ser monotemáticos. Nos interesa su alma, pero no sólo su alma. Si cada vez que vemos a alguien, lo primero que hacemos es hablarle de Dios o invitarlo a algo… Variedad temática. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Si enviamos veinticinco mails por día, no los leerán… Treinta preguntas cada domingo sobre la Misa… no ayudan a que asistan… </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La dosis de una medicina depende de la capacidad del receptor. Los remedios se toman cada 8 horas, o cada 12 o 24, no todas las pastillas de golpe: esto no curaría, sino que enfermaría más.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>7. Con creatividad, no ser repetitivo. Mismo plato, distinta presentación.<o:p></o:p></strong></span></span></div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Entonces, ¿es malo insistir? Depende, muchas personas sí necesitan que les insistan. Si lo ve como una ayuda, insistir, lo necesita. Si lo ve como una molestia, no insistir. Rezar y esperar alguna ocasión de algo distinto. </span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">En muchos casos ayudará despertar interés. Está lo que se podría llamar el apostolado de la curiosidad: dejar funcionar nuestra curiosidad y despertar la del otro. Presentar las cosas –que son maravillosas de por sí- de modo atractivo.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Explicar las razones. No a la insistencia voluntarista: tienes que ir, tienes que ir. Argumentos: por qué le interesa, por qué lo necesita, por qué le va a gustar. Pará que le va a servir. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Se trata de mostrar, animar, sostener, facilitar, sugerir, invitar, desafiar, invitar. Mostrando el modo inteligente y el tonto de vivir.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La teoría del disco rayado –repetir veinte veces la misma cosa- sirve para que chicos de pocos años hagan algo que se resisten a hacer, pero no para ayudar a que una persona madura entienda. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Decir lo mismo, de la misma manera, incluso puede ser contraproducente: crea cayo en quien escucha, produce un efecto similar a la resistencia a la penicilina, hace que le resbale y le moleste el tema. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hay otra gente no puede defender lo indefendible, de manera que evitará absolutamente todo diálogo. Mientras no cambien las disposiciones, no querrán que les hablemos del asunto, ya que no quieren pensar en eso, que la propia razón les grita que deberían hacer. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Orar por ellos y construir en positivo: con una estrategia, de a poco, dando vueltas… No se trata de no hablar del asunto, pero espaciarlo en el tiempo, con planeos distintos, sin tocarlo frontalmente; de otro modo el rechazo está garantizado. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Buscar quién o qué puede ayudar: algún amigo, alguna lectura indirecta.</span></span></div>
Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-2003747093260480642014-06-24T13:56:00.002-07:002014-08-25T18:44:14.257-07:00El afán apostólico y el celo amargo<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: x-small;">Resumen del artículo de P. Eduardo María Volpacchio. Fuente: </span><a href="http://algunasrespuestas.wordpress.com/"><span style="color: #0563c1; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: x-small;">http://algunasrespuestas.wordpress.com</span></a></span> </span><br />
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Transmitir la fe
con alegría</strong></span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El testimonio de
la fuerza de la fe es mostrar entusiasmo de creer y alegría de vivir. Contagiar
a otros la fe, esperanza y amor que se ha recibido. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Si la fe cristiana
es una cuestión de amor de Dios, salvación, misericordia, plenitud, vida
eterna, esperanza; entonces quien transmite este mensaje, debe transmitir
fundamentalmente amor, verdad, bien; participando de estos valores. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La alegría y el
entusiasmo forman parte esencial de la transmisión de la fe. No por motivos de
marketing, sino por esencia, porque la fe no es una teoría, es una vida de
comunión con Dios, que llena la vida.</span></span><br />
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La ira, faltas de
caridad, enojos, agresividad, crítica, envidia, ofensas, mentiras, discusiones,
vanidad, soberbia, etc.; contradicen el mensaje de la fe. Debemos excluirlas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Si se pretende que
otra persona entienda el cristianismo, tiene que ver lo que se le explica en quien
se lo explica. Es decir <em>tiene que ver lo que oye</em>.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El ambiente está teñido de un cierto anticristianismo que tiende a verlo como algo negativo, lleno de prohibiciones, anticientífico, lleno de miserias, etc. Esto dificulta ver el verdadero rostro del cristianismo y siembra en las almas prejuicios. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hay quien piensa que el cristianismo no tiene nada que decirles, que pertenece a un pasado definitivamente superado. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El apóstol ayuda a quienes viven sin fe a conseguir la apertura mental necesaria para recibir un mensaje que sienten no necesitar, pero necesitan con toda su alma. </span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Mostrar la racionalidad y la amabilidad de la fe, pone al otro en condiciones de encontrarse con Cristo, ya que percibe su verdadero rostro –que es amable–, y su Persona –que es el Logos, la racionalidad divina–.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>El apostolado no
es propaganda</strong></span></span></div>
<ul>
<li><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No nos mueve el afán de popularidad, de conseguir más adeptos.</span></span></div>
</li>
<li><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No nos mueve la soberbia de querer que nos den la razón.</span></span></div>
</li>
<li><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Nos mueve –debería movernos– el amor, el deseo de que todos se salven, que encuentren a Dios y, con Él, el sentido de su vida, se pongan en camino a la plenitud, participen de la vida divina.<o:p></o:p></span></span></div>
</li>
<li><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Deseamos que los demás no se pierdan el amor de Dios que da sentido y plenitud a la vida.</span></span></li>
<li><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Queremos que el prójimo sea todo lo feliz que se pueda aquí en la tierra, y lo sea absolutamente en la eternidad.<o:p></o:p></span></span></li>
</ul>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
El apostolado es r</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">acionalidad y
coherencia de vida, en personas llenas de alegría. Racionalidad, vida, alegría:
factores esenciales para transmitir la fe.</span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>El afán apostólico verdadero y el celo amargo</strong></span><br />
<strong><span style="font-family: Trebuchet MS;"></span></strong><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">"<em>…Pero si tenéis en vuestro corazón celo amargo y rencillas, no os jactéis ni falseéis la verdad. Una sabiduría así no desciende de lo alto, sino que es terrena, meramente natural, diabólica… la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar, pura, y además pacífica, indulgente, dócil, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial, sin hipocresía. Los que promueven la paz siembran con la paz el fruto de la justicia</em>”. (Santiago 3,13–18)</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">“<em>… glorificad a Cristo en vuestros corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza; pero con mansedumbre y respeto, y teniendo limpia la conciencia…</em>” (1 San Pedro 3, 13–17).</span><br />
<br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La certeza de la
fe al contemplar el mundo (con el bien y el mal que contiene) provoca un celo
santo vibrante y alegre. Pero también existe un peligro, ya que podría producir
en nosotros un celo amargo, enojado y agresivo ante la presencia del mal. Por ello, es indispensable p</span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">oner la mirada en
el bien que es necesario difundir más que en el mal que se encuentra alrededor. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Una visión
demasiado humana del mundo, haría pensar que las cosas van mal para Cristo; que
el apostolado es muy difícil, que son tiempos difíciles. Y entonces el alma, se
llenaría de pesimismo, amargura, desánimo, enojo ante tantas cosas que le
resultan inaceptables.</span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Nunca olvidar que la gracia, la fuerza de la verdad y la inclinación al bien que todos tienen, es más fuerte que la inclinación al mal. Así, el pesimismo, la añoranza, la visión negativa de los tiempos que nos ha tocado vivir, la impotencia, la frustración, el sentimiento de fracaso; son siempre una tentación, fruto de una visión sesgada de la realidad. </span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Cristo triunfó, no
fracasó. Estos tiempos (y todos los tiempos) requieren gente de fe, que se
arriesgue por Dios: no lamentos estériles, pesimismos perezosos, tristezas
paralizantes. </span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">No es un tema
menor. Es importante si nos ataca el celo amargo, lo sacudamos para recuperar
el afán apostólico. Tenemos por lo tanto que a</span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">prender a hacer
apostolado y luchar para no dejarnos vencer por la tentación del celo amargo. Al fin de cuentas, e</span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">l celo amargo es
una corrupción del afán apostólico. Es cuando el celo por el bien y la
salvación de las almas, se corrompe en amargura y enojo por el pecado, apagando
el gusto por el bien dejando sólo el disgusto por el mal.</span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Es
una tentación muy frecuente en gente que procura ser buena: le importa el bien,
sufre por el mal, lucha por el bien, es consciente del mal que el pecado hace a
las almas, a las que quiere. Pero acaban siendo muy sensibles para percibir el
mal por todas partes (ven todo infectado: aun los buenos tienen defectos); y se
olvidan del bien. E</span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">s
un celo por el bien –un impulso a realizar el bien y combatir el mal– que es
malo porque obra mal: pone el énfasis en combatir el mal, y se acaba olvidando
del bien.</span></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El celo amargo no
es sano, ya que donde no hay paz, Dios no está. No ayuda, normalmente estropea
el apostolado. Se vence con fe, esperanza y amor. Con confianza en Dios,
adoración, agradecimiento y optimismo. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Las formas de
explicar, hablar y comunicar el evangelio (con mansedumbre) deben confirmar el
contenido del cristianismo, que es esperanza, alegría, gozo y paz.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Recordemos que encontrar las
verdades profundas no es sencillo; reconocer errores no es fácil; cambiar de
actitudes y comportamiento, tampoco. Si realmente queremos ayudar a los demás a recorrer
el camino, tendremos que ver cómo hacérselo más fácil.</span></span></div>
</div>
Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-83389039724544860022014-06-16T19:28:00.001-07:002014-08-25T18:44:47.598-07:00Los héroes que las empresas necesitan<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> ¿En verdad existen los héroes? Aquellas historias fantasiosas de personajes con súper poderes que han acompañado a niños y adolescentes en épocas recientes en todo el mundo, han logrado incrustar la idea de que el héroe es el responsable de salvar al universo, y que para ello requiere cierto tipo de acciones espectaculares y notorias que terminen felizmente con aplausos y vítores del resto de la población. Bajo esta perspectiva engañosa, sin poder no hay héroe, sin aplausos menos. Sin embargo, la realidad dista mucho de eso. </span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<a name='more'></a><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Lo que hoy en día necesitan las organizaciones, más que héroes, son líderes con la fortaleza necesaria para asegurar en las dificultades, la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien común; líderes que tengan la fortaleza de resistir las distracciones y de superar los obstáculos, siendo capaces de vencer el temor y de hacer frente a pruebas (inclusive peligrosas); esa fortaleza que les capacite para ir hasta la renuncia y el sacrificio de la propia vida por defender una causa justa y correcta.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Se dice fácil, pero obviamente, no lo es tanto. Por algo se dice que: “el espíritu es animoso pero la carne es débil”. Y es que luego aparece el temor, pero no aquel miedo instintivo que nos auxilia para huir de los peligros reales, sino más bien una cobardía que nos hace huir ante las dificultades que deberíamos afrontar, o esas ganas de rehuir las molestias que son necesarias para conseguir el bien difícil.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">“<em>Si las cosas que valen la pena fueran fáciles, cualquiera las haría</em>” Refrán popular</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Hay quien piensa que para no caer en este tipo de cobardía requiere ser muy audaz o temerario y se expone sin necesidad, saliendo al encuentro del peligro sin causa justificada, como se dice popularmente “al aventón”. Se equivoca si cree que eso es valentía.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Otros en cambio, se dejan llevar por la indiferencia. Impávidos, impasibles, no temen a nada, ni a los peligros, aunque sean de muerte, pudiendo y debiendo temerlos. Parece que no fueran conscientes de la responsabilidad que tienen para cuidarse a sí mismos y a los demás, y por ende, a las organizaciones que encabezan. Les da igual, les vale. Por ello los extremos nunca son buenos.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pero más allá de estos obstáculos, lo que debe quedar bien claro, es que el líder requiere fortaleza de ánimo y de espíritu. No solamente fortaleza física, tan llevada y tan traída en estos días que sería ocioso dedicarle más líneas en este espacio. Por supuesto que se debe cuidar la salud para estar al 100 % para cumplir su tarea; pero lo que queremos señalar es que la fortaleza implica también otro tipo de virtudes o hábitos relacionados, muy necesarios en el mundo empresarial, y es precisamente el líder quien tiene la obligación de ponerlos en práctica.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por ejemplo, grandeza de ánimo o magnanimidad; que propiamente es una virtud más que una actitud. Es decir, la persona actúa con esta disposición habitualmente y eso implica que como resultado tenga ahora una tendencia del ánimo hacia cosas grandes, una inclinación a acometer obras magnas, espléndidas y dignas de honor en bien de su organización o de su comunidad.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Ojo, no olvidar las limitaciones y las circunstancias de cada momento; tampoco ayuda mucho ser imprudente al presumir que podemos hacer lo que está por encima de nuestra capacidad. De la misma forma, habrá que analizar muy bien para qué hacemos aquello, ¿Es solo la ambición del honor lo que nos mueve? ¿Es la vanagloria? ¿Buscamos fama y buen nombre sin méritos reales en que apoyarla o sin ordenarla a su verdadero fin? </span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Es cierto, todos estamos tentados a ello, habrá que tener prudencia. Pero tampoco exageradamente de tal forma que nos vayamos al otro extremo y caer en la pusilanimidad, que por excesiva desconfianza en nosotros mismos o por una humildad mal entendida no hacemos fructificar todos los talentos que poseemos y no nos atrevemos a emprender grandes proyectos.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Como es obvio, cierto tipo de grandes obras o proyectos requieren grandes cantidades de recursos o de tiempo. Hoy en día, cuando vemos esas famosas esculturas, obras de arte, edificios históricos o modernos, o grandes obras de la ingeniería, expresamos que son magníficas; término que se deriva de magnificencia, aquella virtud que en ocasiones deberían tener los líderes para inclinarse a emprender obras espléndidas y difíciles de ejecutar, sin arredrarse ante la magnitud del trabajo o de los grandes gastos que sea necesario invertir.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Pero si omitimos realizarlas por tacañería, buscando hacerlo todo a lo pequeño y a lo pobre, quedándonos muy por debajo, no sólo de lo espléndido y magnífico, sino incluso de lo razonable y conveniente, hemos elegido el camino incorrecto. Otro error sería caer en el despilfarro, es decir, cuando se gasta fuera de los límites de lo prudente.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Tener fortaleza de carácter, tal como la describimos líneas arriba, implica necesariamente ser paciente, esto es, saber soportar sin tristeza ni abatimiento los padecimientos que puedan devenir mientras se alcanza el objetivo, ya sean físicos o incluso morales. Cuántas veces pasa que dejándonos llevar por la impaciencia, nos dejamos dominar por las contrariedades hasta el punto de caer en lamentaciones o en arrebatos de ira que no agregan valor sino todo lo contrario. Hay incluso quienes de plano son insensibles o duros de corazón, no se inmutan ni impresionan ante ninguna calamidad propia o ajena, pero no por algún motivo virtuoso, sino por falta de sentido humano y social.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Cuando el proyecto que deseamos acometer está muy distante de nosotros, o cuya consecución nos hará esperar mucho tiempo se requiere algo más que paciencia, una especie de fortaleza de ánimo que nos impulse a no desistir de emprender un camino adecuado cuando la meta conveniente aparece muy lejana; esto es lo que se denomina el buen hábito de la longanimidad.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">De esta manera, no es difícil descubrir y notar que los líderes con fortaleza de carácter son perseverantes y mantienen la constancia. Están inclinados a persistir en el ejercicio de lo correcto a pesar de la molestia que su prolongación les ocasione. Robustecen su voluntad para no abandonar el camino recto por los obstáculos o impedimentos exteriores que le salgan al paso.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Y es que hay ocasiones en las que estamos tentados a desistir fácilmente al surgir las primeras dificultades, provenientes, sobre todo, de tener que abstenernos de muchas cosas placenteras. Pensemos en los deportistas de alto rendimiento, ¡cuánta perseverancia y constancia necesitan para alcanzar sus metas!</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Por el contrario, hay personas que se empeñan en hacer algo por sola terquedad. No entienden de razones, se obstinan en no ceder de su opinión cuando sería razonable hacerlo o insisten en continuar un camino cuando el conjunto de circunstancias muestra claramente que es equivocado o inconveniente para él o para su organización.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Así pues, la fortaleza es una virtud necesaria en el buen líder. Es la que le dará resistencia y aguante frente a toda clase de problemas y apuros permitiéndole cumplir con el deber a pesar de todas las dificultades. Y no estamos hablando de esa fortaleza que brilla en los grandes héroes (que afortunadamente existen, humanos y muy reales) sino de aquella fortaleza que se consigue con la práctica persistente y decidida de la vida cotidiana y ordinaria, que constituye el verdadero «heroísmo de lo pequeño».</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">El líder debe “sacar la casta”, su vigor, no solo en momentos dramáticos sino también en las habituales condiciones de dificultad: en la lucha por permanecer coherente con los propios principios; en el saber lidiar con las ofensas y ataques injustos; en la perseverancia valiente, incluso entre incomprensiones y hostilidades; al fin de cuentas, en el camino de la verdad y de la honradez que es lo que le da la autoridad precisamente para ser un verdadero líder.</span>Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-53781508111988550412014-06-15T15:05:00.005-07:002014-08-25T18:45:39.104-07:00La experiencia de Dios<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Notas tomadas de una prédica de Alex Satyrka S.J.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span></span></b><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>¿Qué es Experiencia?</strong><br /> Del latín “experientĭa” y de la raíz indoeuropea “per“, que quiere decir: tratar, probar, arriesgar, con el prefijo “ex“, que quiere decir: fuera, fuera de.<br />Es decir, por etimología, experiencia es aprendizaje (conocimiento) por prueba personal.<br /><br />Según el diccionario de la RAE experiencia significa:<br />1. f. Hecho de haber sentido, conocido o presenciado alguien algo.<br />2. f. Práctica prolongada que proporciona conocimiento o habilidad para hacer algo.<br />3. f. Conocimiento de la vida adquirido por las circunstancias o situaciones vividas.<br />4. f. Circunstancia o acontecimiento vivido por una persona.<br />5. f. Experimento.<br />Como se aprecia, el denominador común de estas acepciones es que la experiencia es algo que se vive o asimila de manera personal.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><br /></div>
<br />
<br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Características de la Experiencia de Dios</strong><br />
La experiencia de Dios, esencialmente se refiere a una vivencia personal que básicamente es recibir un don, una entrega de Dios; es “Dios dándose” a cada uno de nosotros. Él, para realizar esto, no prescinde de nuestras facultades tales como la conciencia o la razón; pero las “adelgaza” para manifestar la fuente de todo.<br /><br />Esta experiencia de Dios es razonable, es decir, presenta notas que la hacen verosímil y reclaman nuestra ratificación.<br />Es inconfundible, no se parece a otra experiencia, aunque no la sepamos describir con palabras.<br />Dios, es quien nos busca y encuentra. Y podemos captar esa Verdad por encontrarnos en una actitud que reconoce la procedencia absoluta de Dios en la relación que el hombre mantiene con Él; es lo que se denomina actitud teologal. Un descentramiento de sí mismo radical por el que se acepta la realidad de Dios como centro, como sujeto que toma la iniciativa, sujeto activo primero de cualquier relación que los humanos podamos mantener con Él.<br /><br />Por eso decimos que la iniciativa de la experiencia de Dios, viene de Dios; y a nosotros nos corresponde prepararnos para “acoger” esa iniciativa divina.<br /><br /><strong>El verdadero conocimiento es a través del Amor</strong><br />
El encuentro con Dios no es encontrarnos con un objeto. No es el fruto de un discurso o un pensamiento. Y es que Dios no es un objeto, no es un ente; ni siquiera el “Ente Supremo”. No es una abstracción, una formalidad. No hay un objeto “Dios” que experimentemos. Inclusive, Dios no es la respuesta a ninguna pregunta, eso también lo convertiría en objeto, en ídolo.<br /><br />Dios es sujeto puro, sin el menor rastro de objetividad y/o materialidad. Por ello, es prácticamente una blasfemia pretender hacer caer a Dios en mi experiencia. Debemos recordar siempre que mi salvación no está en que Dios entre en mi vida sino más bien de que yo entre en la Vida de Dios.<br /><br />Por lo general, cuando queremos conocer algo, salimos con la razón blandiéndola como un arma, a ver si encontramos un objeto, lo capturamos y lo aprehendemos. Es una forma de conocer y/o aprender (epistemología) que nos lleva a creer que se puede conocer sin amar. Es lo que nos ha hecho creer el mundo.<br /><br />Pero dado que Dios es una subjetividad pura, que no se puede experimentar como objeto sino sólo dentro de una relación de donación entre sujetos (Dios y nosotros), para manifestarse o profundizarse, requiere de nuestro consentimiento como acogida y respuesta.<br /><br />Por ello, la Presencia de Dios se manifiesta al amarlo; y sin esta actitud de amorosa acogida se hace muy difícil percibir Su presencia. Además, al no ser un objeto, Dios no tiene el grado de contundencia permanentemente accesible que presentan otros datos de realidad asequibles a nuestros sentidos corporales. Podemos constatar la presencia de una mesa, de una silla, de un olor, de un sabor, podemos percibir inclusive las ondas electromagnéticas, la temperatura, etc. Pero Dios no es localizable con ningún instrumento. Se vuelve perceptible solo al cultivar la actitud teologal.<br /><br /><strong>Experiencia de Dios como presencia en relación</strong><br />
Así pues, la experiencia de Dios, no se refiere a experiencia de algo, de un objeto; es ante todo: estar con Él, ser con Él, vivir con Él (con-vivir). Se centra en la percepción de una Presencia en relación con nosotros, omnipresente pero nunca obvia.<br /><br />En ella se experimenta que lo más profundo e íntimo de nosotros mismos nos viene dado de fuera, es una donación (es Dios). San Agustín dijo: “Oh belleza antigua siempre nueva, estabas dentro de mí y yo estaba fuera de mí.”<br /><br />No es experiencia de un “soy” sino de un “somos”, o mejor aún de un “siendo juntos” sin división, pero sin confusión. Es como decir: “yo somos”, “nosotros soy”.<br />Dios nos integra a su propio dinamismo de amor que se entrega; respetando nuestra identidad, capacitándonos para ser nosotros mismos al máximo con Él y desde Él.<br /><br /><strong>Experiencia de Dios como revelación</strong><br />
Cada experiencia de Dios es del Dios único como relación abierta a nosotros. Así, no soy yo “quien realiza” la experiencia de Dios sino que estoy o soy la misma experiencia.<br />No descubro otra “cosa” u otros “seres”; sino que descubro la dimensión de profundidad, de infinito, de libertad que hay en mi vida, en todo y todos.<br /><br />Me libera de todo miedo, incluso el de la pérdida de lo que he concebido como mi “yo”. Esto porque descubro que mi identidad sólo puede existir en comunión con Dios. Es lo que describe san Pablo en Gal 2:20: Lo más profundo de mí es Cristo.<br /><br />La experiencia de Dios presenta también sentimientos antinómicos y sin embargo armónicos:<br />Es cierta y sin embargo es oscura.<br />Es imperiosa de realidad pero no se impone como dato objetivo.<br />Es inmediata y al mismo tiempo es adquirida mediada por un signo.<br />Es alegría y a la vez padecimiento.<br />Es exultación pero también serenidad.<br />Es entusiasmo extático (nos arrebata) y también reconciliación instática (nos atrapa).<br />Es sobrecogimiento y fascinación a la vez.<br />Es respeto reverencial y al mismo tiempo amorosa intimidad.<br />Es seguridad absoluta y también exposición al máximo riesgo.<br />Es sentimiento de plenitud y también radical vaciamiento.<br />Es sentimiento de indignidad y también restablecimiento agradecido de la verdadera autoestima.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-77941679269303021822014-05-21T23:25:00.001-07:002014-08-25T18:46:09.987-07:00La Prudencia<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>INTRODUCCIÓN<o:p></o:p></strong></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La prudencia es una
virtud. Aquella que dispone a la razón práctica para discernir en toda
circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para
realizarlo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Dice el catecismo
de la Iglesia Católica que la prudencia no es timidez, temor, doblez o
disimulación. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Es la virtud que
guía directamente el juicio de conciencia. De tal forma que el hombre prudente
decide y ordena su conducta según este juicio; y gracias a la prudencia
aplicamos sin error los principios morales a los casos particulares y superamos
las dudas sobre el bien que debemos hacer y el mal que debemos evitar.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Es la principal
entre las virtudes cardinales, por ello se le considera auriga de las virtudes,
porque las dirige y gobierna todas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><br />
<a name='more'></a><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>FUNCIONES DE LA
PRUDENCIA:<o:p></o:p></strong></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">1 Consultar,
deliberar o indagar los medios y las circunstancias para obrar honesta y
virtuosamente. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">2 Emitir un juicio
o conclusión sobre los medios hallados, dictaminando cuáles deban emplearse u
omitirse aquí y en este momento.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">3 Imperar u ordenar
la ejecución del acto, aplicando a la operación los anteriores consejos y
juicios. Este último es el acto más propio y principal de la prudencia.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>TIPOS<o:p></o:p></strong></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">a. Prudencia
natural o adquirida.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Es la que recae
sobre el campo ético o de honestidad natural siguiendo el dictamen de la recta
razón. Se adquiere y perfecciona por el ejercicio cada vez más intenso de los
actos prudentes.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">b. Prudencia
sobrenatural o infusa.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Es la que tiene por
objeto la moralidad sobrenatural y procede de un hábito infundido por Dios y
gobernado por las luces de la razón iluminada por la fe.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">c. Prudencia
mística.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Es la más alta
prudencia sobrenatural que puede darse en esta vida. Procede no de la simple
razón natural iluminada por la fe, sino de la inspiración directa e inmediata
del Espíritu Santo, que imprime su modalidad divina al acto de la prudencia
infusa reforzada por el don de consejo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>PARTES QUE LA INTEGRAN</strong></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
Se les conoce como partes integrales y s</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">on los distintos
elementos que integran o ayudan a una virtud para su perfecto funcionamiento.
Las relativas a la prudencia son ocho:</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Memoria de lo
pasado</strong>. Ya que la experiencia es madre de la ciencia. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Inteligencia de lo
presente</strong>, para saber discernir, si lo que nos proponemos hacer es bueno o malo,
lícito o ilícito, conveniente o inconveniente. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Docilidad</strong> para
pedir y aceptar el consejo de los sabios y experimentados. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Sagacidad</strong>, que es
la prontitud de espíritu para resolver por sí mismo los casos urgentes, en los
que no es posible detenerse a pedir consejo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Razón</strong>, que produce
el mismo resultado que la anterior en los casos no urgentes, que le dan tiempo
al hombre para resolver por sí mismo después de madura reflexión y examen. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Providencia</strong>, que
consiste en fijarse bien en el fin lejano que se Intenta (providencia: de
procul videre, ver desde lejos), para ordenar a él los medios oportunos y
prever las consecuencias que se pueden seguir del acto que vamos a realizar. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Circunspección</strong>, que
es la atenta consideración de las circunstancias para juzgar, en vista de
ellas, si es o no conveniente realizar tal o cual acto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Cautela</strong> o
precaución contra los impedimentos extrínsecos que pudieran ser obstáculo o
comprometer el éxito de la empresa.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Aunque en cosas de
poco momento pudiera prescindirse de alguna de estas condiciones, cuando se
trate de cosas o empresas de importancia, no habrá juicio prudente si no se
tienen en cuenta todas ellas. De ahí la gran importancia que en la práctica
tiene su recuerdo y frecuente consideración.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>SUBDIVISIONES<o:p></o:p></strong></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Se les conoce como
partes subjetivas (o esenciales) las diferentes especies en que se subdivide
una determinada virtud. La prudencia se divide en dos especies fundamentales:</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">a. La prudencia
personal es la que se encarga de dirigir los actos individuales del que la
posee. Pueden distinguirse en ella los ocho elementos integrales que acabamos
de examinar.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">b. La prudencia social
es la que se refiere al bien común de la sociedad. Admite cuatro subespecies
distintas: gubernativa, políticas, familiar y militar, según los diferentes
grupos en que se puede dividir la multitud.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>VIRTUDES DERIVADAS<o:p></o:p></strong></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Se conocen también
como partes potenciales y son aquellas virtudes derivadas de una virtud
cardinal, que se parecen a ella en algunos aspectos parciales o recaen sobre
actos secundarios, preparatorios o menos difíciles. </span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Son esencialmente
distintas de la cardinal correspondiente, pero se relacionan con ella como los
satélites con su planeta.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">La prudencia tiene tres virtudes derivadas o partes
potenciales:</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">1. Eubulia (Rectitud
en el consejo), que inclina al hombre a encontrar los medios más aptos y
oportunos para el fin que se pretende. Es virtud distinta de la
prudencia—aunque se ordena a ella—, porque lo propio de la eubulia es
aconsejar, y lo propio de la prudencia es imperar o dictar lo que hay que
hacer. Hay quien sabe aconsejar y no sabe mandar. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">2. Synesis
(sensatez), que inclina a juzgar rectamente según las leyes comunes y
ordinarias. Es lo que el vulgo suele llamar «sentido común» o «sensatez»; y se
distingue de la prudencia y de la eubulia por esta su misión judicativa, no
imperativa o consiliativa, como la de aquéllas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">3. Gnome (Agudeza
de Juicio), que desempeña el mismo papel que la anterior en los casos
excepcionales y raros no previstos por la ley. Se relaciona íntimamente con la
epiqueya (cf. n. 116,b) cuyo acto dirige rectamente.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>VICIOS OPUESTOS A LA PRUDENCIA</strong></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Santo Tomás,
siguiendo a San Agustín, los distribuye en dos grupos distintos: los que se
oponen manifiestamente a la prudencia y los que se le parecen en algo, pero en
el fondo son contrarios a ella.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Vicios
manifiestamente contrarios a la prudencia</strong></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>1. La imprudencia</strong>.
Que afecta a la prudencia misma y a todas sus partes integrales y subjetivas y
se subdivide en tres partes potenciales por oposición a las correspondientes de
la prudencia, a saber:</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> a. La precipitación, que se opone al consejo o eubulia, obrando temeraria y
precipitadamente, por el solo ímpetu de la pasión o capricho.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> b. La
inconsideración, por la cual se desprecia o descuida atender a las cosas
necesarias para juzgar rectamente, contra el juicio, la synesis y el gnome.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> c. La inconstancia,
que lleva a abandonar fácilmente, por fútiles motivos, los buenos propósitos y
determinaciones dictados por la prudencia. Se opone directamente al precepto o
mandato de la misma.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>2. La negligencia.</strong>
No cualquiera, sino la que supone falta de solicitud en imperar eficazmente lo
que debe hacerse y del modo que debe hacerse. Se distingue de la inconstancia,
de la pereza y de la indolencia en que la negligencia no impera, la
inconstancia no cumple lo imperado, la pereza no lo comienza a tiempo y la
indolencia lo realiza flojamente, sin cuidado y sin esmero. Si lo que se omite
es algo necesario para la salvación o se omite por desprecio, el pecado de
negligencia es mortal.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>Vicios falsamente
parecidos a la prudencia</strong></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>La prudencia de la carne.</strong> Es una prudencia falsa e inmoral que tiene por objeto el pecado, y se manifiesta en
una habilidad maligna para encontrar los medios oportunos de satisfacer las
pasiones (concupiscencias) desordenadas de la carne, en las que se coloca el último fin de la
vida. Es de suyo pecado mortal y supone un gran error en los principios mismos
de la prudencia al colocar el último fin en los bienes del cuerpo, en los que
de ninguna manera consiste, ya que la prudencia legítima no puede ser inmoral, ni un hombre prudente puede ser moralmente perverso.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>La astucia</strong>, que
supone una habilidad especial para conseguir un fin, bueno o malo, por vías
falsas, simuladas o aparentes. Es pecado aunque el fin intentado sea bueno, ya
que el fin no justifica los medios, y hay que obtenerlo por caminos rectos, no
torcidos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>El dolo</strong>, que es
la astucia practicada principalmente con las palabras.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>El fraude</strong>, o
astucia de los hechos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><strong>La solicitud
excesiva de las cosas temporales o futuras</strong>, que supone una imprudente sobreestimación
del valor de las cosas terrenas y una falta de confianza en la divina
Providencia.</span></span></div>
</div>
Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-11047404119537453622013-04-17T20:23:00.000-07:002013-04-17T20:23:01.554-07:00Obras de misericordia<span style="font-family: inherit;">Las "obras de misericordia” son un hermoso catálogo de acciones, o mejor, de sentimientos y actitudes, que hacen efectivo y concreto el precepto del amor fraterno, distintivo de los cristianos.</span><span style="font-family: inherit;">
La Iglesia nos propone practicar y vivir estas “obras de misericordia” en todo tiempo y en toda ocasión;</span><a name='more'></a><span style="font-family: inherit;"> pero especialmente, nos las recuerda para que sepamos ponerlas en práctica a lo largo de la Cuaresma, como una buena preparación al Misterio Pascual de Cristo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<span style="font-family: inherit;">Las principales obras de misericordia son catorce.</span></div>
<span style="font-family: inherit;"><strong>
</strong></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Las ESPIRITUALES son éstas:</span><br />
<ul>
<li><span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">Enseñar al que no sabe.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Dar buen consejo al que lo necesita.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Corregir al que yerra.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Perdonar las injurias.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Consolar al triste.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Rogar a Dios por los vivos y difuntos.</span></li>
</ul>
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">Las CORPORALES son éstas:</span><br />
<ul>
<li><span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">Visitar y cuidar a los enfermos.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Dar de comer al hambriento.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Dar de beber al sediento.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Dar posada al peregrino.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Vestir al desnudo.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Redimir al cautivo.</span></li>
<li><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">Enterrar a los muertos.</span></li>
</ul>
<span style="font-family: inherit;">Podríamos repasar las catorce obras de misericordia, pero el esquematizar </span><span style="font-family: inherit;">siempre es un peligro. Las obras de misericordia no han de ser catorce, sino tantas </span><span style="font-family: inherit;">cuantas miserias encontremos en el camino. Tampoco debe hacerse una distinción tan </span><span style="font-family: inherit;">radical entre corporales y espirituales.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<span style="font-family: inherit;">Por otra parte, no es tanto cuestión de </span><span style="font-family: inherit;"><i>hacer</i>, sino de <i>ser</i>. No basta con hacer </span><span style="font-family: inherit;">obras de misericordia, hay que ser misericordiosos. Es posible que muchas veces, quizá </span><span style="font-family: inherit;">la mayoría, no podamos hacer nada, pero siempre podemos sentir, estar, compartir </span><span style="font-family: inherit;">misericordiosamente.</span><br />
<br />
<div align="LEFT">
<span style="font-family: inherit;"><b><i>Enseñar al que no sabe</i></b><i></i>.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">Es una bonita obra de misericordia, pero a veces nos encariñamos tanto con ella que </span><span style="font-family: inherit;">queremos dar lecciones a todo el mundo. Esta misericordia debemos practicarla con </span><span style="font-family: inherit;">moderación. </span><span style="font-family: inherit;">A lo mejor es preferible que te dejes enseñar. Esto también es obra de </span><span style="font-family: inherit;">misericordia: saber escuchar y agradecer lo que has aprendido. Todos necesitamos </span><span style="font-family: inherit;">aprender unos de otros, incluso el profesor del alumno, y el padre del hijo, y el </span><span style="font-family: inherit;">empresario del obrero. </span><span style="font-family: inherit;">Enseña, sí, al que no sabe, pero sin humillarle. Enséñale a saber. Y –no hace </span><span style="font-family: inherit;">falta decirlo- para que sea obra de misericordia se necesita una condición: la gratuidad.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Dar buen consejo al que lo necesita.</span></i></b><span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b><i></i></span><br />
<div align="LEFT">
<span style="font-family: inherit;">Da un consejo, pero sin paternalismo. Da un consejo, pero cuando el otro te lo pida </span><span style="font-family: inherit;">o lo quiera o de verdad lo necesite. Da un consejo, pero siempre que estés tú dispuesto a </span><span style="font-family: inherit;">recibirlo. Un buen consejo, una palabra orientadora, puede ser luz en la noche, puede </span><span style="font-family: inherit;">ahorrar muchos tropiezos y caídas, puede salvar una vida del fracaso y la desesperación.</span><br />
<b><i><span style="font-family: inherit;"></span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: inherit;">Corregir al que yerra.</span></i></b></div>
<div align="LEFT">
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">También la corrección fraterna es una obra de misericordia, pero cuando se hace </span><span style="font-family: inherit;">desde la humildad y desde el amor. Desde la humildad, reconociendo que también </span><span style="font-family: inherit;">nosotros nos equivocamos. No queramos sacar la paja en el ojo ajeno, sin darnos cuenta </span><span style="font-family: inherit;">de nuestra viga. Desde el amor, no para herir al hermano sino para salvarle. Y hacerlo </span><span style="font-family: inherit;">además cariñosa, delicada y simpáticamente.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Perdonar las injurias.</span></i></b><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">Es de lo más difícil. Somos tan propensos a la venganza y el resentimiento. Por eso </span><span style="font-family: inherit;">Jesús nos dio un ejemplo maravilloso, y nos cogió la palabra en la oración que puso en </span><span style="font-family: inherit;">nuestros labios. </span><span style="font-family: inherit;">Esta es una de las obras de misericordia más cristiana. Perdona, aunque la ofensa </span><span style="font-family: inherit;">te duela mucho. Perdona setenta veces siete. Perdona, si puedes, hasta olvidar. Perdona </span><span style="font-family: inherit;">y ama. Y perdónate también a ti mismo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Consolar al que está triste.</span></i></b><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">Cada uno de nosotros tendría que ser un ángel del consuelo, como el que se acercó a </span><span style="font-family: inherit;">Jesús en su agonía, y escribir cada día alguna página del libro de la Consolación. Son </span><span style="font-family: inherit;">muchas las personas que sufren la tristeza, a veces por cosas bien pequeñas. ¡Resulta tan </span><span style="font-family: inherit;">fácil y tan bonito hacer felices a los demás!. Podría bastar una palabra, una sonrisa, una </span><span style="font-family: inherit;">explicación, un desahogo, un gesto de cariño. </span><span style="font-family: inherit;">El que consuela se parece a Dios, que se dedica a enjugar las lágrimas de todos </span><span style="font-family: inherit;">los rostros.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Sufrir con paciencia las flaquezas de nuestros prójimos.</span></i></b><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">Damos por supuesto que todos tenemos flaquezas. Hombre, el prójimo no es un </span><span style="font-family: inherit;">cielo, como piensa el enamorado, ni es un infierno, como piensa el existencialista. </span><span style="font-family: inherit;">Puede ser el limbo o el purgatorio o la antesala del Paraíso. La convivencia es fuente de </span><span style="font-family: inherit;">alegría y enriquecimiento, pero es también una llamada al vencimiento y el vaciamiento. </span><span style="font-family: inherit;">Lleva con paciencia las flaquezas del prójimo –y las tuyas-. Te ayudarás a crecer </span><span style="font-family: inherit;">en el amor y la misericordia. Como Dios, que tiene paciencia infinita con nosotros. Y </span><span style="font-family: inherit;">llévalas también con humor.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Rogar a Dios por los vivos y difuntos.</span></i></b><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">Rezar no es una rutina. Rezar es amor. Cuando rezas por alguien te solidarizas con </span><span style="font-family: inherit;">él, lo quieres como a ti mismo. No rezas para ablandar el corazón de Dios, sino para </span><span style="font-family: inherit;">agrandar el tuyo. Rezar es llenar tu corazón de nombres. </span><span style="font-family: inherit;">Rezar por los demás te hace bien a ti mismo, porque te ayuda a amar y te </span><span style="font-family: inherit;">compromete para hacer realidad, en la medida de tus fuerzas, aquello que pides. </span><span style="font-family: inherit;">Ruega a Dios por los vivos y difuntos y sentirás cómo crece la comunión de los </span><span style="font-family: inherit;">santos.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;"> </span><br />
<div align="LEFT">
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Visitar y cuidar a los enfermos.</span></i></b></div>
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">No es una visita desde lejos, una visita por cumplir. Algo que signifique cercanía y </span><span style="font-family: inherit;">compasión. Una visita que suponga comunicación, ayuda, cuidado, ternura, consuelo, </span><span style="font-family: inherit;">confianza. Son partecitas del cuerpo doliente de Cristo. </span><span style="font-family: inherit;">Hay muchas clases de enfermedades y de enfermos. No están sólo en los</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">hospitales; los hay también en casa, en el trabajo y en la calle. Todos tenemos alguna </span><span style="font-family: inherit;">enfermedad o alguna dolencia. Por eso tenemos que tratarnos comprensiva y </span><span style="font-family: inherit;">compasivamente.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Dar de comer al hambriento. </span></i></b><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">Hay que compartir el pan -¡hay tantas hambres!-. Pero no basta. Hay que hacerse pan y </span><span style="font-family: inherit;">pan partido, como hizo nuestro Señor Jesucristo. El pan es fraternidad y es vida. El pan </span><span style="font-family: inherit;">partido y compartido es amor.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Dar de beber al sediento.</span></i></b><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">Dar un vaso de agua es fácil y es bonito. Saciar otra sed más profunda es difícil. Saciar </span><span style="font-family: inherit;">la sed definitivamente es imposible. </span><span style="font-family: inherit;">Pero alguien puede hacer brotar en las entrañas una fuente de agua viva, gozosa, </span><span style="font-family: inherit;">inagotable. Tú puedes ayudar a hacer posible el milagro del agua.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Dar posada al peregrino.</span></i></b><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">Hoy no es fácil abrir la puerta de la casa, cada vez más defendida. Son muchos los </span><span style="font-family: inherit;">peregrinos que llaman a nuestra puerta: mendigos, transeúntes, extranjeros, refugiados, </span><span style="font-family: inherit;">drogadictos… Toda una herida abierta, que exige soluciones no sólo personales sino </span><span style="font-family: inherit;">estructurales. </span><span style="font-family: inherit;">Acoge al que llama a la puerta de tu casa, pero no sólo materialmente sino </span><span style="font-family: inherit;">cordialmente. Todo el que se acerca a ti es un peregrino, que a lo mejor sólo te pide una </span><span style="font-family: inherit;">palabra, una sonrisa o una escucha.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Vestir al desnudo.</span></i></b><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">Aquí, entre nosotros, no encontrarás muchos desnudos que vestir. Suelen estar muy </span><span style="font-family: inherit;">lejos. Quizá haya otro tipo de vestiduras, mejores que la capa de san Martín, que sí </span><span style="font-family: inherit;">debes poner: la vestidura del honor, del respeto, de la protección. Siempre tendrás que </span><span style="font-family: inherit;">cubrir la desnudez del prójimo con el manto de la caridad. </span><span style="font-family: inherit;">Hay otro problema relacionado con esta obra de misericordia. Hay algo mucho </span><span style="font-family: inherit;">más grave que no vestir al desnudo; es el desnudar al vestido. Esto es ya tema de </span><span style="font-family: inherit;">justicia. Y atentos, son los muchos millones a los que estamos desnudando. “Si, pues, ha </span><span style="font-family: inherit;">de ir al fuego eterno aquel a quien le diga: estuve desnudo y no me vestiste, ¿qué lugar </span><span style="font-family: inherit;">tendrá en el fuego eterno aquel a quien le diga: estaba vestido y tú me desnudaste?” </span><span style="font-family: inherit;">(San Agustín).</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Redimir al cautivo.</span></i></b><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">No está en nuestras manos sacar a los presos de la cárcel; pero sí podemos aliviar y </span><span style="font-family: inherit;">orientar a los presos que están en la cárcel. No podemos quitar las esposas de las </span><span style="font-family: inherit;">muñecas; pero sí podemos quitar las cadenas del alma. </span><span style="font-family: inherit;">Hay muchas cárceles y esclavitudes íntimas. Es tarea nuestra, es obra de </span><span style="font-family: inherit;">misericordia, liberar a todos los cautivas: desde el preso al drogadicto, desde el </span><span style="font-family: inherit;">avaricioso al consumista, desde el lujurioso al hedonista, desde el hincha al fanático de </span><span style="font-family: inherit;">lo que sea.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<b><i><span style="font-family: inherit;">Enterrar a los muertos.</span></i></b><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><i>
</i></b></span><span style="font-family: inherit;">De esto ya se encargan las funerarias. Tú envuelve a los difuntos en la oración </span><span style="font-family: inherit;">esperanzada, en el amor y el agradecimiento. </span><span style="font-family: inherit;">El problema está más no en los que se van sino en los que se quedan. La muerte </span><span style="font-family: inherit;">de un ser querido deja casi siempre heridas sangrantes. Es una obra de misericordia </span><br />
<div align="LEFT">
<span style="font-family: inherit;">estar cerca de los que sufren por estas muertes. Cuando damos el pésame o </span><span style="font-family: inherit;">“acompañamos en el sentimiento”, que no sea una rutina o una palabra vacía.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Podríamos también hablar de catorce obras de misericordia y liberación. Las siete </span><span style="font-family: inherit;">primeras son individuales, las otras siete con colectivas.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Las </span><span style="font-family: inherit;"><b>individuales </b>son éstas:</span></div>
<div align="LEFT">
<div align="LEFT">
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">1ª Acompañar y alegrar al que está sólo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">2ª Llenar de esperanza al desilusionado.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">3ª Ayudar a encontrar trabajo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">4ª Acoger y reinsertar al transeúnte y extranjero.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">5ª Educar y rehacer al delincuente.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">6ª Rescatar al cautivo de la droga.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">7ª Dignificar al que se ha prostituido.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<span style="font-family: inherit;">Las siete </span><span style="font-family: inherit;"><b>colectivas </b>son éstas:</span><br />
<div align="LEFT">
<div align="LEFT">
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">1ª Promocionar a los pueblos subdesarrollados.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">2ª Defender los derechos de los marginados.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">3ª Combatir las injusticias y la opresión.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">4ª Defender el desarme y la no-violencia.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">5ª Liberar de la tiranía del consumo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">6ª Trabajar por la unión de los pueblos.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;">7ª Construir la civilización del amor.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div align="LEFT">
<span style="font-family: inherit;">Cada uno puede añadir nuevas obras de liberación. Lo importante es que nos </span><span style="font-family: inherit;">esforcemos en practicarlas, siquiera algunas.</span></div>
<i></i><div align="LEFT">
<i><span style="font-family: inherit;">“Puede decirse que Cristo mismo, en la persona de los pobres, eleva su voz </span></i><i>
<span style="font-family: inherit;">para solicitar la caridad de sus discípulos” </span></i><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">(Vaticano II. GS, 88).</span></div>
<br />
<span style="font-family: Times New Roman;"></span><br /></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-28327374824751234192013-04-15T17:05:00.000-07:002013-04-15T17:05:36.008-07:00Homilía del Papa. III Domingo de Pascua<i>Queridos Hermanos y Hermanas:</i><br />
Estamos sobre la tumba de san Pablo, un humilde y gran Apóstol del Señor, que lo ha anunciado con la palabra, ha dado testimonio de él con el martirio y lo ha adorado con todo el corazón. Estos son precisamente los tres verbos sobre los que quisiera reflexionar a la luz de la Palabra de Dios que hemos escuchado: anunciar, dar testimonio, adorar.<br />
<a name='more'></a><br />
<strong>ANUNCIAR</strong><br />
En la Primera Lectura llama la atención la fuerza de Pedro y los demás Apóstoles. Al mandato de permanecer en silencio, de no seguir enseñando en el nombre de Jesús, de no anunciar más su mensaje, ellos responden claramente: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres». Y no los detiene ni siquiera el ser azotados, ultrajados y encarcelados. Pedro y los Apóstoles anuncian con audacia, con parresia, aquello que han recibido, el Evangelio de Jesús.<br />
<br />
Y nosotros, ¿somos capaces de llevar la Palabra de Dios a nuestros ambientes de vida? ¿Sabemos hablar de Cristo, de lo que representa para nosotros, en familia, con los que forman parte de nuestra vida cotidiana? La fe nace de la escucha, y se refuerza con el anuncio.<br />
<br />
<strong>DAR TESTIMONIO</strong><br />
Pero demos un paso más: el anuncio de Pedro y de los Apóstoles no consiste sólo en palabras, sino que la fidelidad a Cristo entra en su vida, que queda transformada, recibe una nueva dirección, y es precisamente con su vida con la que dan testimonio de la fe y del anuncio de Cristo. En el Evangelio, Jesús pide a Pedro por tres veces que apaciente su grey, y que la apaciente con su amor, y le anuncia: «Cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras» (<i>Jn</i> 21,18). <br />
<br />
Esta es una palabra dirigida a nosotros, los Pastores: no se puede apacentar el rebaño de Dios si no se acepta ser llevados por la voluntad de Dios incluso donde no queremos, si no hay disponibilidad para dar testimonio de Cristo con la entrega de nosotros mismos, sin reservas, sin cálculos, a veces a costa incluso de nuestra vida.<br />
<br />
Pero esto vale para todos: el Evangelio ha de ser anunciado y testimoniado. Cada uno debería preguntarse: ¿Cómo doy yo testimonio de Cristo con mi fe? ¿Tengo el valor de Pedro y los otros Apóstoles de pensar, decidir y vivir como cristiano, obedeciendo a Dios?<br />
<br />
Es verdad que el testimonio de la fe tiene muchas formas, como en un gran mural hay variedad de colores y de matices; pero todos son importantes, incluso los que no destacan. En el gran designio de Dios, cada detalle es importante, también el pequeño y humilde testimonio tuyo y mío, también ese escondido de quien vive con sencillez su fe en lo cotidiano de las relaciones de familia, de trabajo, de amistad. Hay santos del cada día, los santos «ocultos», una especie de «clase media de la santidad», como decía un escritor francés, esa «clase media de la santidad» de la que todos podemos formar parte.<br />
<br />
Pero en diversas partes del mundo hay también quien sufre, como Pedro y los Apóstoles, a causa del Evangelio; hay quien entrega la propia vida por permanecer fiel a Cristo, con un testimonio marcado con el precio de su sangre. Recordémoslo bien todos: no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye en nuestros labios, y dar gloria a Dios.<br />
<br />
Me viene ahora a la memoria un consejo que San Francisco de Asís daba a sus hermanos: predicad el Evangelio y, si fuese necesario, también con las palabras. Predicar con la vida: el testimonio. La incoherencia de los fieles y los Pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, mina la credibilidad de la Iglesia.<br />
<br />
<strong>ADORAR</strong><br />
Pero todo esto solamente es posible si reconocemos a Jesucristo, porque es él quien nos ha llamado, nos ha invitado a recorrer su camino, nos ha elegido. Anunciar y dar testimonio es posible únicamente si estamos junto a él, justamente como Pedro, Juan y los otros discípulos estaban en torno a Jesús resucitado, como dice el pasaje del Evangelio de hoy; hay una cercanía cotidiana con él, y ellos saben muy bien quién es, lo conocen. El Evangelista subraya que «ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor» (<i>Jn</i> 21,12).<br />
<br />
Y esto es un punto importante para nosotros: vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida, de tal manera que lo reconozcamos como «el Señor». ¡Adorarlo! El pasaje del Apocalipsis que hemos escuchado nos habla de la adoración: miríadas de ángeles, todas las creaturas, los vivientes, los ancianos, se postran en adoración ante el Trono de Dios y el Cordero inmolado, que es Cristo, a quien se debe alabanza, honor y gloria (cf. <i>Ap</i> 5,11-14).<br />
<br />
Quisiera que nos hiciéramos todos una pregunta: Tú, yo, ¿adoramos al Señor? ¿Acudimos a Dios sólo para pedir, para agradecer, o nos dirigimos a él también para adorarlo?<br />
<br />
Pero, entonces, ¿qué quiere decir adorar a Dios? Significa aprender a estar con él, a pararse a dialogar con él, sintiendo que su presencia es la más verdadera, la más buena, la más importante de todas. Cada uno de nosotros, en la propia vida, de manera consciente y tal vez a veces sin darse cuenta, tiene un orden muy preciso de las cosas consideradas más o menos importantes. Adorar al Señor quiere decir darle a él el lugar que le corresponde; adorar al Señor quiere decir afirmar, creer – pero no simplemente de palabra – que únicamente él guía verdaderamente nuestra vida; adorar al Señor quiere decir que estamos convencidos ante él de que es el único Dios, el Dios de nuestra vida, el Dios de nuestra historia.<br />
<br />
Esto tiene una consecuencia en nuestra vida: despojarnos de tantos ídolos, pequeños o grandes, que tenemos, y en los cuales nos refugiamos, en los cuales buscamos y tantas veces ponemos nuestra seguridad. Son ídolos que a menudo mantenemos bien escondidos; pueden ser la ambición, el carrerismo, el gusto del éxito, el poner en el centro a uno mismo, la tendencia a estar por encima de los otros, la pretensión de ser los únicos amos de nuestra vida, algún pecado al que estamos apegados, y muchos otros.<br />
<br />
Esta tarde quisiera que resonase una pregunta en el corazón de cada uno, y que respondiéramos a ella con sinceridad: ¿He pensado en qué ídolo oculto tengo en mi vida que me impide adorar al Señor?<br />
Adorar es despojarse de nuestros ídolos, también de esos más recónditos, y escoger al Señor como centro, como vía maestra de nuestra vida.<br />
<br />
Queridos hermanos y hermanas, el Señor nos llama cada día a seguirlo con valentía y fidelidad; nos ha concedido el gran don de elegirnos como discípulos suyos; nos invita a proclamarlo con gozo como el Resucitado, pero nos pide que lo hagamos con la palabra y el testimonio de nuestra vida en lo cotidiano. El Señor es el único, el único Dios de nuestra vida, y nos invita a despojarnos de tantos ídolos y a adorarle sólo a él. Anunciar, dar testimonio, adorar. Que la Santísima Virgen María y el Apóstol Pablo nos ayuden en este camino, e intercedan por nosotros.<br />
<br />
Así sea.Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-83583796577445121992013-04-04T13:48:00.000-07:002013-04-04T13:48:49.639-07:00Signos de nuestro tiempo<span style="font-family: inherit;">Por Fray Nelson Medina O.P. Tomado de </span><a href="http://www.fraynelson.com/"><span style="font-family: inherit;">www.fraynelson.com</span></a><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Los
temas más populares para atraer gente a una reunión de tipo religioso, hoy en
día, son invariablemente la sanación y la liberación. Y no cabe duda que
siempre los necesitemos porque todos necesitamos ser sanados de las consecuencias
y liberados de las cadenas del pecado.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><a name='more'></a></span><o:p></o:p><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero
la vida cristiana no es solamente eso, ni consiste únicamente en encerrarse uno
a y a preguntarse indefinidamente cómo se siente uno mismo. De hecho, ese
mirarse demasiado uno a sí mismo puede llevar a los mismos males que vemos en
la gente mundana, es decir: egoísmo, vanidad y narcicismo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">En
los evangelios, Cristo nos llama varias veces a atender los signos de los
tiempos (Lucas 21), y nos reprocha que no seamos capaces de reconocerlos (Lucas
12,56). En el capítulo 4, versículo 35, de San Juan nos invita a “levantar la
cabeza” para reconocer que la cosecha está madura–para evangelizar, se
entiende.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Uno
debe mirar hacia adentro y conocerse a sí mismo? Por supuesto. Tal mirada tiene
tres objetivos y sólo tres: (1) Encontrar los propios pecados, para
confesarlos; (2) Reconocer las propias heridas y fracturas, para entregarlas a
Dios que, en su sabiduría, hará lo que más nos convenga; (3) Detectar y luego
agradecer con alabanza la presencia de su Providencia en nuestra historia.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Pero
hay que “levantar la mirada” y ver lo que está sucediendo en torno nuestro. Por
eso damos especial atención a algunos rasgos de esta época, a saber, el
cientificismo, el relativismo, el pensamiento mágico, y esa extraña combinación
de agresividad y tendencia depresiva.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<strong><span style="font-family: inherit;">Cientificismo</span></strong><br />
<span style="font-family: inherit;">Hay
que empezar por distinguir la ciencia, que es una actividad humana noble y
útil, del cientificismo, que equivale a una deformación de los resultados
científicos sobre la presunción de que el conocimiento de la ciencia moderna,
basado en hipótesis, experimentación y ecuaciones, es el único tipo válido de
conocimiento.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">El
cientificismo puede llegar a ser muy despectivo y agresivo en contra de la
religión, en general, y del cristianismo en particular. Dependiendo de los
diversos autores, la fe se presenta como un pasatiempo inútil que hay que
mantener en el ámbito de lo privado (Fernando Savater); como remanente de un
pasado intelectualmente subdesarrollado (Augusto Comte); como parte de un mundo
mitológico que ha quedado invalidado por la ciencia (Rudolf Bultmann); como
causa de retraso social (Rodolfo Llinás) e incluso de violencia en todas partes
(Richard Dawkins).</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Esta
actitud arrogante, que no es de la ciencia en sí, sino de algunos divulgadores
que hacen de la ciencia su ídolo, impacta especialmente la mente de los jóvenes
que a menudo se quedan perplejos cuando aquellos que son autoridad para ellos
en su universidad o tecnológico se manifiestan tan opuestos a la fe. La falta
de preparación de los papás en estas materias de ciencia hace que la soledad
intelectual de los jóvenes sea aún más dura, y por eso no es de extrañar que
algunos abandonen del todo la práctica religiosa.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Vencer
a fondo la lógica del cientificismo requiere de una seria preparación, y para
ello hay algunas referencias útiles en español, a disposición de todos en
Internet, tomadas de reconocidos portales católicos: </span><br />
<a href="http://encuentra.com/portada_seccion.php?id_sec=9"><span style="color: blue; font-family: inherit;">http://encuentra.com/portada_seccion.php?id_sec=9</span></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a href="http://arvo.net/fe-y-ciencias/gmx-niv90.htm"><span style="color: blue; font-family: inherit;">http://arvo.net/fe-y-ciencias/gmx-niv90.htm</span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a href="http://corazones.org/diccionario/ciencia_fe.htm"><span style="color: blue; font-family: inherit;">http://corazones.org/diccionario/ciencia_fe.htm</span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a href="http://es.catholic.net/conocetufe/623/2170/"><span style="color: blue; font-family: inherit;">http://es.catholic.net/conocetufe/623/2170/</span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a href="http://www.aciprensa.com/controversias/"><span style="color: blue; font-family: inherit;">http://www.aciprensa.com/controversias/</span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a href="http://infocatolica.com/blog/razones.php"><span style="color: blue; font-family: inherit;">http://infocatolica.com/blog/razones.php</span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a href="http://fraynelson.com/blog/categorias/cientificismo/"><span style="color: blue; font-family: inherit;">http://fraynelson.com/blog/categorias/cientificismo/</span></a><o:p></o:p></div>
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Además
de un buen tiempo de estudio, y por supuesto que sobre la base de una fe
formada, es importante darse cuenta que la ciencia es incapaz de fundamentar
cómo DEBERÍAN SER las cosas (ámbito de la ética) porque sólo puede comprobar y
exponer cómo SON las cosas. Así por ejemplo, en la violencia de un atracador
contra una anciana desvalida es posible deducir que lo lógico para hacer más
fuerte la raza humana es dejar que gane el más fuerte
y mejor adaptado.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">La
ciencia es valiosa; es un verdadero regalo de Dios para el hombre, pero la
idolatría de la ciencia aparta de Dios y termina volviéndose contra el hombre,
al privarlo de su fin último y propio.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<strong><span style="font-family: inherit;">Relativismo</span></strong><br />
<span style="font-family: inherit;">La
ciencia, por sí sola, no resuelve los grandes dilemas éticos porque no puede
decirnos si es valioso SER, en general, o si es valioso el ser individual, pues
cada individuo es una instancia de alguna ley más general. El
relativismo consiste en una profunda desconexión entre el sentido de la libertad
y el sentido de la verdad; desconexión entre la fuerza del querer y el deseo de
saber.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Tentáculos
del relativismo son sobre todo tres: (1) Presentar lo moderno como siempre mejor;
(2) Predicar “mente abierta,” pluralismo y tolerancia; (3) Tiranía de la
opinión pública o de la mayoría, con la respectiva supresión de las opiniones
disidentes.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Relativismo
es: ausencia de principios; sofisma de que todo es volátil, líquido, amorfo, inconsistente,
negociable. El cristiano no entrega sus armas; sabe, desde siglos antiguos, que
seguir la voz de Dios y de una conciencia formada, implica ir en
contracorriente.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<strong><span style="font-family: inherit;">Magia,
Nueva Era y Sociedades Secretas</span></strong><br />
<span style="font-family: inherit;">El
racionalismo cientificista, que considera como válido únicamente al
conocimiento establecido por la ciencia y la razón, ha producido una reacción,
bastante explicable, que quiere “re-encantar” el mundo, es decir, presentar la
realidad como “mágica,” mística, misteriosa, llena de posibilidades ocultas que
pueden, sin embargo, aprenderse.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Se
da así la paradoja de un mundo esquizofrénico que quiere negar con todas sus
fuerzas lo sobrenatural pero que a la vez necesita embriagarse de algo más allá
de la finitud y brevedad de las cosas, los placeres y las respuestas de esta
tierra.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Esa
tensión engendra tres caminos principales con los que se intenta revestir de
“magia” al mundo:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">1.
El primer camino es el tradicional, que nunca ha muerto del todo. Aquí entran: horóscopos,
supersticiones, fetiches, bebedizos, maleficios, “limpias” y cosas parecidas.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">2.
Está luego el mundo amplio y confuso de la Nueva Era, con su carga de nombres raros
de sabor oriental: I-Ching, Feng-Shui, etc. La pretensión aquí es que a través de
la manipulación de las cosas del mundo, y de la educación de las ondas del cerebro
es posible conseguir una vida en paz y prosperidad, sin recurso al arrepentimiento,
al conversión o el auxilio de la gracia.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">3.
Y están también las sociedades secretas, tipo ocultismo y rosacrucismo, o tipo masonería,
con sus rituales extraños y su “disciplina del arcano,” o sea, su disciplina de
no contar a los que recién ingresan cuáles son las verdaderas intenciones y posturas
del grupo. Habría que incluir en este tipo de grupos incluso a los satánicos.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Tres
consejos prácticos:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">1.
Jamás pierdas la Santa Misa, ni la cercanía de amistad e intercesión de la
Virgen María; y hazte devoto de repetir con atención el CREDO.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">2.
En la tentación, no nos dejemos “manosear” la mente ni el alma, así como
tampoco nos gusta que manoseen nuestro cuerpo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">3.
Comprende que hay que invertir tiempo, esfuerzo e incluso dinero en recibir y cultivar
una buena vida cristiana.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<strong><span style="font-family: inherit;">Agresividad
y Depresión</span></strong><br />
<span style="font-family: inherit;">Una
de las estrategias actuales del demonio es reventar nuestra mente haciéndonos
pasar continuamente de la arrogancia al autodesprecio; de la soberbia de pensar
que lo podemos todo, a la desesperanza de creer que nada cambiará nunca; de la
pretensión de dominar el mundo a una sensación total de impotencia, cinismo o
asco. Eso explica por qué nuestro tiempo está enfermo A LA VEZ de agresividad y
de depresión.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Obsérvese
que tanto la soberbia como el autodesprecio son mentiras. Lo que necesitamos, y
lo que es alimento sano para nuestra mente, es la VERDAD. Cinco consejos para defenderse
de este doble malestar de la agresividad-depresión:</span><br />
<span style="font-family: inherit;">1.
Cristo es verdadero hombre; verdadero modelo de humanidad; él es la verdad
sobre qué significa ser humano. Hay que estar en él, acogerle, aprender cada
día de él.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">2.
Humildad por el arrepentimiento de los pecados.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">3.
Reconocernos valiosos en la Sangre de Cristo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">4.
Hay que aprender a dar; encerrados en nuestros egoísmos seremos siempre presa
de nuestros miedos.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">5.
Ser miembros vivos de comunidades de fe viva.</span>Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-14949967350855451952013-04-01T21:11:00.001-07:002013-04-15T16:46:07.534-07:00Homilia del Papa. Domingo de Resurrección<em>"Acepta sin miedo la novedad y la sorpresa de Jesús Resucitado en tu vida. No hay situaciones que Dios no pueda cambiar, no hay pecado que no pueda perdonar si nos abrimos a él. Acepta entonces que Jesús Resucitado entre en tu vida, acógelo como amigo, con confianza: ¡Él es la vida! Si hasta ahora has estado lejos de él, da un pequeño paso: te acogerá con los brazos abiertos."</em><br />
<em></em><a name='more'></a>Queridos hermanos y hermanas<br />
En el Evangelio de esta noche luminosa de la Vigilia Pascual, encontramos primero a las mujeres que van al sepulcro de Jesús, con aromas para ungir su cuerpo (cf. Lc 24,1-3). Van para hacer un gesto de compasión, de afecto, de amor; un gesto tradicional hacia un ser querido difunto, como hacemos también nosotros.<br />
<br />
Habían seguido a Jesús. Lo habían escuchado, se habían sentido comprendidas en su dignidad, y lo habían acompañado hasta el final, en el Calvario y en el momento en que fue bajado de la cruz. Podemos imaginar sus sentimientos cuando van a la tumba: una cierta tristeza, la pena porque Jesús les había dejado, había muerto, su historia había terminado.<br />
<br />
Ahora se volvía a la vida de antes. Pero en las mujeres permanecía el amor, y es el amor a Jesús lo que les impulsa a ir al sepulcro. Pero, a este punto, sucede algo totalmente inesperado, una vez más, que perturba sus corazones, trastorna sus programas y alterará su vida: ven corrida la piedra del sepulcro, se acercan, y no encuentran el cuerpo del Señor.<br />
<br />
Esto las deja perplejas, dudosas, llenas de preguntas: «¿Qué es lo que ocurre?», «¿qué sentido tiene todo esto?» (cf. Lc 24,4). ¿Acaso no nos pasa así también a nosotros cuando ocurre algo verdaderamente nuevo respecto a lo de todos los días? Nos quedamos parados, no lo entendemos, no sabemos cómo afrontarlo.<br />
<br />
A menudo, la novedad nos da miedo, también la novedad que Dios nos trae, la novedad que Dios nos pide. Somos como los apóstoles del Evangelio: muchas veces preferimos mantener nuestras seguridades, pararnos ante una tumba, pensando en el difunto, que en definitiva sólo vive en el recuerdo de la historia, como los grandes personajes del pasado. Tenemos miedo de las sorpresas de Dios; tenemos miedo de las sorpresas de Dios. Él nos sorprende siempre.Hermanos y hermanas, no nos cerremos a la novedad que Dios quiere traer a nuestras vidas. ¿Estamos acaso con frecuencia cansados, decepcionados, tristes; sentimos el peso de nuestros pecados, pensamos no lo podemos conseguir? No nos encerremos en nosotros mismos, no perdamos la confianza, nunca nos resignemos: no hay situaciones que Dios no pueda cambiar, no hay pecado que no pueda perdonar si nos abrimos a él.<br />
<br />
Pero volvamos al Evangelio, a las mujeres, y demos un paso hacia adelante. Encuentran la tumba vacía, el cuerpo de Jesús no está allí, algo nuevo ha sucedido, pero todo esto todavía no queda nada claro: suscita interrogantes, causa perplejidad, pero sin ofrecer una respuesta. Y he aquí dos hombres con vestidos resplandecientes, que dicen: «¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado» (Lc 24,5-6).<br />
<br />
Lo que era un simple gesto, algo hecho ciertamente por amor –el ir al sepulcro–, ahora se transforma en acontecimiento, en un evento que cambia verdaderamente la vida. Ya nada es como antes, no sólo en la vida de aquellas mujeres, sino también en nuestra vida y en la historia de la humanidad.<br />
Jesús no ha muerto, ha resucitado, es el Viviente. No es simplemente que haya vuelto a vivir, sino que es la vida misma, porque es el Hijo de Dios, que es el que vive (cf. Nm 14,21-28; Dt 5,26, Jos 3,10). Jesús ya no es del pasado, sino que vive en el presente y está proyectado hacia el futuro, es el «hoy» eterno de Dios.<br />
<br />
Así, la novedad de Dios se presenta ante los ojos de las mujeres, de los discípulos, de todos nosotros: la victoria sobre el pecado, sobre el mal, sobre la muerte, sobre todo lo que oprime la vida, y le da un rostro menos humano. Y este es un mensaje para mí, para ti, querida hermana y querido hermano.<br />
Cuántas veces tenemos necesidad de que el Amor nos diga: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? Los problemas, las preocupaciones de la vida cotidiana tienden a que nos encerremos en nosotros mismos, en la tristeza, en la amargura..., y es ahí donde está la muerte. No busquemos ahí a Aquel que vive.<br />
<br />
Acepta entonces que Jesús Resucitado entre en tu vida, acógelo como amigo, con confianza: ¡Él es la vida! Si hasta ahora has estado lejos de él, da un pequeño paso: te acogerá con los brazos abiertos. Si eres indiferente, acepta arriesgar: no quedarás decepcionado. Si te parece difícil seguirlo, no tengas miedo, confía en él, ten la seguridad de que él está cerca de ti, está contigo, y te dará la paz que buscas y la fuerza para vivir como él quiere.<br />
<br />
Hay un último y simple elemento que quisiera subrayar del Evangelio de esta luminosa Vigilia Pascual. Las mujeres se encuentran con la novedad de Dios: Jesús ha resucitado, es el Viviente. Pero ante la tumba vacía y los dos hombres con vestidos resplandecientes, su primera reacción es de temor: estaban «con las caras mirando al suelo» –observa san Lucas–, no tenían ni siquiera valor para mirar. Pero al escuchar el anuncio de la Resurrección, la reciben con fe.<br />
<br />
Y los dos hombres con vestidos resplandecientes introducen un verbo fundamental: «Recordad cómo os habló estando todavía en Galilea... Y recordaron sus palabras» (Lc 24,6.8). La invitación a hacer memoria del encuentro con Jesús, de sus palabras, sus gestos, su vida; este recordar con amor la experiencia con el Maestro, es lo que hace que las mujeres superen todo temor y que lleven la proclamación de la Resurrección a los Apóstoles y a todos los otros (cf. Lc 24,9).<br />
<br />
Hacer memoria de lo que Dios ha hecho por mí, por nosotros, hacer memoria del camino recorrido; y esto abre el corazón de par en par a la esperanza para el futuro. Aprendamos a hacer memoria de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.<br />
<br />
En esta Noche de luz, invocando la intercesión de la Virgen María, que guardaba todos estas cosas en su corazón (cf. Lc 2,19.51), pidamos al Señor que nos haga partícipes de su resurrección: nos abra a su novedad que trasforma, a las sorpresas de Dios; que nos haga hombres y mujeres capaces de hacer memoria de lo que él hace en nuestra historia personal y la del mundo; que nos haga capaces de sentirlo como el Viviente, vivo y actuando en medio de nosotros; que nos enseñe cada día a no buscar entre los muertos a Aquel que vive. AménGilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-78993747781390449882013-03-29T10:57:00.000-07:002013-03-29T11:00:33.836-07:00Exhortación de Semana SantaCatequesis en 1era Audiencia General del Papa Francisco<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-Tnq4RelbT8fLOj9NEOV_fGiOZ4lWJRY3DhQKQ6Yu13lMOJ3hmRR6cBj2XAS0lp2KcsxJT4ncRg3CalDs3M4LyFCRDuRGFCBa3UXAPkImnqcXUR_xEzfiy76eHg5pzZce2rJ9lYvFrF0/s1600/semana+santa.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="159" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-Tnq4RelbT8fLOj9NEOV_fGiOZ4lWJRY3DhQKQ6Yu13lMOJ3hmRR6cBj2XAS0lp2KcsxJT4ncRg3CalDs3M4LyFCRDuRGFCBa3UXAPkImnqcXUR_xEzfiy76eHg5pzZce2rJ9lYvFrF0/s200/semana+santa.jpg" width="200" /></a></div>
<br />
<span lang="ES">Pero ¿qué puede significar para nosotros vivir la Semana Santa? ¿Qué significa seguir a Jesús en su camino del Calvario hacia la Cruz y la Resurrección?</span><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<a name='more'></a><br />
<span lang="ES">¡Hermanos y hermanas, buenos días!</span><br />
<br />
<span lang="ES">Me alegra darles la bienvenida a mi primera Audiencia general.
Con profunda gratitud y veneración tomo el ‘testigo’ de las manos de mi amado
predecesor Benedicto
XVI. Después de Pascua vamos a
reanudar las catequesis del Año de la fe. Hoy quisiera detenerme sobre la Semana
Santa. Con el Domingo
de Ramos comenzamos esta Semana –centro de todo el Año Litúrgico– en la que
acompañamos a Jesús en su Pasión, Muerte y Resurrección.</span><br />
<br />
<span lang="ES">En su misión terrenal, Jesús recorrió las calles de Tierra
Santa; llamó a doce personas simples para que permanecieran con Él,
compartieran su camino y continuaran su misión; las eligió entre el pueblo lleno
de fe en las promesas de Dios. </span><br />
<br />
<span lang="ES">Habló a todos, sin distinción, a los grandes y a los humildes,
al joven rico y a la pobre viuda, a los poderosos y a los débiles; trajo la
misericordia y el perdón de Dios; curó, consoló, comprendió; dio esperanza;
llevó a todos la presencia de Dios que se interesa de cada hombre y mujer, como
hace un buen padre y una buena madre con cada uno de sus hijos. Dios no esperó a
que fuéramos a Él, sino que es Él que se mueve hacia nosotros, sin cálculos, sin
medidas. Dios es así: Él da siempre el primer paso, Él se mueve hacia
nosotros.</span><br />
<br />
<span lang="ES">Jesús vivió las realidades cotidianas de la gente más común: se
conmovió delante de la multitud que parecía un rebaño sin pastor; lloró ante el
sufrimiento de Marta y María por la muerte de su hermano Lázaro; llamó a un
publicano como su discípulo; sufrió también la traición de un amigo. </span><br />
<br />
<span lang="ES">En Él, Dios nos ha dado la certeza de que Él está con nosotros,
en medio de nosotros. "Los zorros –ha dicho Jesús– tienen sus cuevas y las aves
del cielo sus nidos;
pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". (Mt 8:20). Jesús no
tiene hogar, porque su casa es la gente, somos nosotros, su misión es abrir a
todos las puertas de Dios, ser la presencia amorosa de Dios.</span><br />
<br />
<span lang="ES">En la Semana Santa nosotros vivimos el culmen de este camino,
de este plan de amor que recorre a través de toda la historia de la relación
entre Dios y la humanidad. Jesús entra en Jerusalén para cumplir el paso final,
en el que resume toda su existencia: se entrega totalmente, no se queda con nada
para sí mismo, ni siquiera con su vida. </span><br />
<br />
<span lang="ES">En la Última Cena, con sus amigos, comparte el pan y distribuye
el cáliz "para nosotros". El Hijo de Dios se ofrece a nosotros, ofrece en
nuestras manos su Cuerpo y su Sangre para estar siempre con nosotros, para
habitar entre nosotros.</span><br />
<br />
<span lang="ES">Y en el Huerto de los Olivos, al igual que en el juicio ante
Pilatos, no opone resistencia, se da; es el Siervo sufriente ya anunciado por
Isaías, que se despoja de sí mismo hasta la muerte (cf. Is 53:12).</span><br />
<br />
<span lang="ES">Jesús no vive este amor que lleva al sacrificio de manera
pasiva o como un destino fatal; desde luego no oculta su profunda perturbación
humana frente a la muerte violenta, pero se entrega plenamente a la confianza
del Padre. </span><br />
<br />
<span lang="ES">Jesús se entregó voluntariamente a la muerte para corresponder
al amor de Dios Padre, en perfecta unión con su voluntad, para demostrar su amor
por nosotros. En la cruz, Jesús "me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gal
2:20). Cada uno de nosotros puede decir: me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Cada uno puede decir este "por mí". </span><br />
<br />
<span lang="ES">¿Qué significa todo esto para nosotros? Significa que éste es
también mi camino, el tuyo, nuestro camino. Vivir la Semana Santa, siguiendo a
Jesús, no sólo con la conmoción del corazón; vivir la Semana Santa siguiendo a
Jesús quiere decir aprender a salir de nosotros mismos –como dije el domingo
pasado– para salir al encuentro de los demás, para ir hasta las periferias de la
existencia, ser nosotros los primeros en movernos hacia nuestros hermanos y
hermanas, especialmente los que están más alejados, los olvidados, los que están
más necesitados de comprensión, de consuelo y de ayuda. ¡Hay tanta necesidad de
llevar la presencia viva de Jesús misericordioso y lleno de amor!</span><br />
<br />
<span lang="ES">Vivir la Semana Santa es entrar cada vez más en la lógica de
Dios, en la lógica de la Cruz, que no es en primer lugar la del dolor y la
muerte, sino la del amor y la de la entrega de sí mismo que da vida. Es entrar
en la lógica del Evangelio. Seguir, acompañar a Cristo. Permanecer con Él
requiere una "salir", salir. </span><br />
<br />
<span lang="ES">Salir de sí mismos, de un modo de vivir la fe cansado y
rutinario, de la tentación de ensimismarse en los propios esquemas que terminan
por cerrar el horizonte de la acción creadora de Dios. Dios salió de sí mismo
para venir en medio de nosotros, colocó su tienda entre nosotros para traer su
misericordia que salva y da esperanza. También nosotros, si queremos seguirlo y
permanecer con Él, no debemos contentarnos con permanecer en el recinto de las
noventa y nueve ovejas, debemos "salir", buscar con Él a la oveja perdida, a la
más lejana. Recuerden bien: salir de nosotros, como Jesús, como Dios salió de sí
mismo en Jesús y Jesús salió de sí mismo para todos nosotros.</span><br />
<br />
<span lang="ES">Alguien podría decirme: "Pero Padre no tengo tiempo", "tengo
muchas cosas que hacer", "es difícil", "¿qué puedo hacer yo con mi poca fuerza,
también con mi pecado, con tantas cosas?". A menudo nos conformamos con algunas
oraciones, con una Misa dominical
distraída e inconstante, con algún gesto de caridad, pero no tenemos esta
valentía de "salir" para llevar a Cristo. </span><br />
<br />
<span lang="ES">Somos un poco como San Pedro. Tan pronto como Jesús habla de la
pasión, muerte y resurrección, de darse a sí mismo, de amor a los demás, el
Apóstol lo lleva aparte y lo reprende. Lo que Jesús dice altera sus planes, le
parece inaceptable, pone en dificultad las seguridades que él se había
construido, su idea del Mesías. </span><br />
<br />
<span lang="ES">Y Jesús mira a los discípulos y dirige a Pedro quizá una de las
palabras más duras del Evangelio: "¡Retírate, vade retro, Satanás! Porque tus
pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres". (Mc 8:33). Dios
piensa siempre con misericordia: no olviden esto. Dios piensa siempre con
misericordia: ¡es el Padre misericordioso! Dios piensa como el padre que espera
el regreso de su hijo y va a su encuentro, lo ve venir cuando todavía está muy
lejos... </span><br />
<br />
<span lang="ES">¿Esto qué significa? Que todos los días iba a ver si el hijo
volvía a casa: éste es nuestro Padre misericordioso. Es la señal que lo esperaba
de corazón en la terraza de su casa. Dios piensa como el samaritano que no pasa
cerca del desventurado compadeciéndose o mirando hacia otra parte, sino
socorriéndolo sin pedir nada a cambio; sin preguntar si era judío, si era
pagano, si era samaritano, si era rico, si era pobre: no pide nada. No pide
estas cosas, no pide nada. Va en su ayuda: así es Dios. Dios piensa como el
pastor que da su vida para defender y salvar a las ovejas.</span><br />
<br />
<span lang="ES">La Semana Santa es un tiempo de gracia que el Señor nos da para
abrir las puertas de nuestros corazones, de nuestra vida, de nuestras parroquias
–¡qué pena tantas parroquias cerradas! – de los movimientos, de las
asociaciones, y "salir" al encuentro de los demás, acercarnos nosotros para
llevar la luz y la alegría de nuestra fe ¡Salir siempre! Y hacer esto con amor y
con la ternura de Dios, con respeto y paciencia, sabiendo que ponemos nuestras
manos, nuestros pies, nuestro corazón, pero que es Dios quien los guía y hace
fecundas todas nuestras acciones.</span><br />
<br />
<span lang="ES">Les deseo a todos que vivan bien estos días siguiendo al Señor
con valentía, llevando en nosotros mismos un rayo de su amor a todos los que
encontremos.</span>Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-38732037651946632632013-03-27T18:15:00.001-07:002013-03-27T18:22:12.142-07:00Doctrina social y compromiso de los laicos<span lang="es"><span style="color: black;">Tomado de <a href="http://www.vatican.va/">www.vatican.va</a></span></span><br />
<span lang="es"><span lang="es"><span style="color: black;"></span></span></span><br />
<span lang="es"><span lang="es"><span style="color: black;"><em>A los laicos nos corresponde, por propia vocación, tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios.<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0WhLA5Ekw327tSG87rkpJcZzH9TWlt6Wq63QTEA-305eM3HSXyb9_sXAhAxaSHJLRzWvfHnJq5jWcfsSaTDnAc8UZ9Ht-EiN6Gld2VmUxra6cXlqKb3p_AEwyFoTt_7YidXx6ljk_VEY/s1600/laico.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="126" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0WhLA5Ekw327tSG87rkpJcZzH9TWlt6Wq63QTEA-305eM3HSXyb9_sXAhAxaSHJLRzWvfHnJq5jWcfsSaTDnAc8UZ9Ht-EiN6Gld2VmUxra6cXlqKb3p_AEwyFoTt_7YidXx6ljk_VEY/s200/laico.jpg" width="200" /></a></em></span></span></span><br />
<em></em><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"><b>El fiel
laico</b></span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">Con
el nombre de laicos se designan a todos los fieles cristianos, a excepción de
los miembros del orden sagrado y los del estado religioso aprobado por la
Iglesia. Es decir, los fieles que, habiendo sido bautizados, integrados al Pueblo de Dios y hechos partícipes, a su modo, de la
función sacerdotal, profética y real de Cristo, ejercemos en la Iglesia y en el
mundo la misión de todo el pueblo cristiano en la parte que a ellos corresponde.</span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"></span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"><a name='more'></a></span></span><span lang="es"><span style="color: black;">Con lo anterior tenemos que nuestra identidad de fiel laico nace y se alimenta de
los sacramentos: del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. Esto quiere decir que somos</span></span><span lang="es"><span style="color: black;"> discípulos de Cristo a partir de los
sacramentos y en virtud de ellos, es decir, en virtud de todo lo que Dios ha
obrado en nosotros imprimiéndonos la imagen misma de su Hijo, Jesucristo. Es pues un don.</span></span><br />
<br />
<span lang="es"><span style="color: black;">Precisamente de este
<strong>don divino de gracia</strong>, y no de concesiones humanas, nace el triple «<i>munus</i>» (<i>don y tarea</i>), que cualifica al laico como<i> profeta, sacerdote y
rey,</i> según nuestra índole secular al no ser prebíteros y/o religiosos(as).</span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">Nuestra tarea como laicos entonces, es <strong>anunciar el
Evangelio</strong> con el testimonio de una vida ejemplar, enraizada en Cristo y vivida
en las realidades temporales: O sea, en la familia; en el compromiso profesional en el
ámbito del trabajo, de la cultura, de la ciencia y de la investigación; en el
ejercicio de las responsabilidades sociales, económicas, políticas; etc.</span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"></span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">Así pues, todas las
realidades humanas seculares, personales y sociales, ambientes y situaciones
históricas, estructuras e instituciones, son el lugar propio del vivir y actuar
de los cristianos laicos. </span></span><span lang="es"><span style="color: black;">Y precisamente estas realidades son destinatarias del amor de Dios, por lo que nuestro</span></span><span lang="es"><span style="color: black;"> compromiso de fieles laicos debe corresponder a esta visión.</span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">Como se dijo, el testimonio del laico nace de un don de
gracia. Ésta es
la motivación que hace significativo nuestro compromiso en el mundo y lo diferencia totalmente de la "mística de la acción", propia del humanismo ateo, carente de
fundamento último y circunscrita a una perspectiva puramente temporal.</span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"></span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">El
horizonte que contempla el más allá, es la clave que permite a los cristianos comprender correctamente las
realidades humanas, y desde esa perspectiva (la de los bienes definitivos), somos capaces de orientar con autenticidad nuestra actividad terrena. </span></span><span lang="es"><span style="color: black;">Hay que señalar siempre que el nivel de
vida y la mayor productividad económica, no son los únicos indicadores válidos
para medir la realización plena del hombre en esta vida, y valen aún menos si se
refieren a la futura. El hombre, sujeto de la historia humana, en efecto, no se limita al solo horizonte
temporal, sino que mantiene íntegramente su
vocación eterna.</span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"><b>La espiritualidad del fiel
laico</b></span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><span lang="es"><span style="color: black;"><b> </b>Los laicos estamos llamados a cultivar una
auténtica espiritualidad, que nos regenere como hombres y mujeres nuevos;
inmersos por un lado en el misterio de Dios, pero por otro, incorporados en la sociedad, santos y
santificadores.<em> </em>Esta espiritualidad nos hace capaces de mirar más allá de la historia, sin alejarnos de ella; de
cultivar un amor apasionado por Dios, sin apartar la mirada de los hermanos, a
quienes más bien se logra mirar como los ve el Señor y amar como Él los ama.</span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"></span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">Es
una espiritualidad que rehuye tanto <i>el espiritualismo intimista</i> como<i>
el activismo social </i>y sabe expresarse en una síntesis vital que confiere
unidad, significado y esperanza a la existencia, que por tantas y diversas razones
es muchas veces una existencia contradictoria y fragmentada.</span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"></span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">Así, animados por esta espiritualidad, los fieles
laicos podemos contribuir, desempeñando nuestra propia profesión (guiados por el
espíritu evangélico) a la santificación del mundo como desde dentro, a modo de
fermento. Y así hacer manifiesto a Cristo ante los demás, primordialmente
mediante el testimonio de su vida.</span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">Los laicos debemos fortalecer nuestra vida
espiritual y moral, madurando las capacidades requeridas para el cumplimiento de
nuestros deberes sociales. Esto debe ser
fruto de un empeño dinámico y permanente de formación, orientado sobre todo a
armonizar la vida y la fe.</span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"></span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">En nuestra experiencia como creyentes, no puede haber dos vidas paralelas: por una parte, la denominada vida
“espiritual”, con sus valores y exigencias; y por otra, la denominada vida
“secular”, es decir, la vida de familia, del trabajo, de las relaciones
sociales, del compromiso político y de la cultura.</span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">La unión entre fe y vida requiere un camino regulado
por<em> </em>la
adhesión a la Palabra de Dios; la celebración litúrgica del misterio cristiano;
la oración personal; la experiencia eclesial auténtica, el ejercicio de
las virtudes sociales y el perseverante compromiso de formación cultural y
profesional.</span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"><b>Doctrina social y experiencia
asociativa</b></span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><span lang="es"><span style="color: black;"><b> </b>También los <i>grupos, las asociaciones y los movimientos</i>
tienen su lugar en la formación de los fieles laicos. Tienen, en efecto, la
posibilidad, cada uno con sus propios métodos, de ofrecer una formación
profundamente injertada en la misma experiencia de vida apostólica, como también
la oportunidad de completar, concretar y especificar la formación que sus
miembros reciben </span></span><span lang="es"><span style="color: black;">de otras personas y comunidades.</span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">La doctrina social de la Iglesia es de suma
importancia para los grupos eclesiales que tienen como objetivo de su compromiso
la acción pastoral en ámbito social. Estos constituyen un punto de
referencia privilegiado, ya que operan en la vida social conforme a su fisonomía
eclesial y demuestran, de este modo, lo relevante que es el valor de la oración,
de la reflexión y del diálogo para comprender las realidades sociales y
mejorarlas.</span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">También las asociaciones profesionales, que agrupan a sus
miembros en nombre de la vocación y de la misión cristianas en un determinado
ambiente profesional o cultural, pueden desarrollar un valioso trabajo de
maduración cristiana.</span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"><b>El servicio en los
diversos ámbitos de la vida social</b></span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><span lang="es"><span style="color: black;"><b> </b>Podemos afirmar por último, que la presencia de los fieles laicos en el campo social se
caracteriza por el servicio, signo y expresión de la caridad, que se manifiesta
en la vida familiar, cultural, laboral, económica, política, según perfiles
específicos.</span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;"></span></span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">Obedeciendo a las diversas exigencias de su ámbito particular
de compromiso, los fieles laicos expresamos la verdad de nuestra fe y, al mismo tiempo,
la verdad de la doctrina social de la Iglesia, que encuentra su plena
realización cuando se vive concretamente para solucionar los problemas sociales.
Y es que la credibilidad misma de la doctrina social reside, en efecto, en el testimonio
de las obras y no solo en sus argumentaciones.</span></span><br />
<span style="color: black;">
</span><br />
<span lang="es"><span style="color: black;">
Todo lo que ha propuesto el
Concilio, pretende ayudar a todos los hombres de nuestros días, a los que creen
en Dios y a los que no creen en Él de forma explícita, a fin de que, con la más
clara percepción de su entera vocación, ajustemos mejor el mundo a la superior
dignidad del hombre, tendamos a una fraternidad universal más profundamente
arraigada y, bajo el impulso del amor, con esfuerzo generoso y unido, se responda
a las urgentes exigencias de nuestra época.</span></span>Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-41857996535566199562013-03-27T11:53:00.001-07:002013-03-27T18:26:09.075-07:00Amor a Dios y Amor al prójimoTomado de la encíclica "Deus caritas est" de Benedicto XVI<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_ck_ucgAMoo4j87JnCZ-ZIiwJD0DWHWKA2SKBzcgb_Zf0jSF5UsfDvRoJD8yRlFqmqMMJQfDOpa4xj4O15fQ_84tvJrc27s6oDuTL2B6ioNPDKxBtVm0EZZPdjrLQ6dTWm_beJuhwRMw/s1600/projimo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_ck_ucgAMoo4j87JnCZ-ZIiwJD0DWHWKA2SKBzcgb_Zf0jSF5UsfDvRoJD8yRlFqmqMMJQfDOpa4xj4O15fQ_84tvJrc27s6oDuTL2B6ioNPDKxBtVm0EZZPdjrLQ6dTWm_beJuhwRMw/s200/projimo.jpg" width="200" /></a><br />
<span style="font-family: inherit;">¿Es realmente posible amar a Dios aunque no se le vea? Nadie ha visto a Dios jamás,
¿cómo podremos amarlo? Y además, el amor no se puede mandar; a fin de cuentas
es un sentimiento que puede tenerse o no, pero que no puede ser creado por la
voluntad. </span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">En todo el contexto de la Primera carta de Juan, el amor a Dios es exigido explícitamente. Lo que se subraya es
la inseparable relación entre amor a Dios y amor al prójimo.</span><span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><a name='more'></a>Ambos están tan
estrechamente entrelazados, que la afirmación de amar a Dios es en realidad una
mentira si el hombre se cierra al prójimo o incluso lo odia. El amor del prójimo es
un camino para encontrar también a Dios, y cerrar los ojos ante el prójimo
nos convierte también en ciegos ante Dios.</span><br />
<span style="font-family: inherit;">En efecto, nadie ha visto a Dios tal como es en
sí mismo. Y, sin embargo, Dios no es del todo invisible para nosotros, no ha
quedado fuera de nuestro alcance. Dios nos ha amado primero, dice la citada
Carta de Juan (cf. 4, 10), y este amor de Dios ha aparecido entre nosotros, se
ha hecho visible, pues « Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos
por medio de él » (1 Jn 4, 9).</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Dios se ha hecho visible ya que en Jesús podemos ver
al Padre (cf. Jn 14, 9).</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">De hecho, Dios es visible de muchas maneras. En la Biblia, Él sale a nuestro encuentro, trata de
atraernos, llegando hasta la Última Cena, hasta el Corazón traspasado en la
cruz, hasta las apariciones del Resucitado y las grandes obras mediante las que
Él, por la acción de los Apóstoles, ha guiado el caminar de la Iglesia
naciente.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Tampoco ha estado ausente en la historia sucesiva: siempre viene a nuestro encuentro a través de los hombres en los que
Él se refleja; mediante su Palabra, en los Sacramentos, especialmente la
Eucaristía. En la liturgia de la Iglesia, en su oración, en la comunidad viva
de los creyentes, experimentamos el amor de Dios, percibimos su presencia y, de
este modo, aprendemos también a reconocerla en nuestra vida cotidiana.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Él nos
ha amado primero y sigue amándonos primero; por eso, nosotros podemos
corresponder también con el amor. Dios no nos impone un sentimiento que no
podamos suscitar en nosotros mismos. Él nos ama y nos hace ver y experimentar
su amor, y de este « antes » de Dios puede nacer también en nosotros el amor
como respuesta.</span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;">Se muestra
también claramente que el amor no es solamente un sentimiento. Los sentimientos
van y vienen. Pueden ser una maravillosa chispa inicial, pero no son la
totalidad del amor. Es propio de la madurez
del amor que abarque al hombre en su integridad.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">El encuentro con las manifestaciones
visibles del amor de Dios puede suscitar en nosotros el sentimiento de alegría,
que nace de la experiencia de ser amados. Pero dicho encuentro implica también
nuestra voluntad y nuestro entendimiento. No obstante,
éste es un proceso que siempre está en camino: el amor nunca se da por «
concluido » y completado; se transforma en el curso de la vida, madura y,
precisamente por ello, permanece fiel a sí mismo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">La historia de amor entre Dios y el hombre consiste
precisamente en que esta comunión de voluntad crece en la comunión del
pensamiento y del sentimiento, de modo que nuestro querer y la voluntad de Dios
coinciden cada vez más: la voluntad de Dios ya no es para mí algo extraño que
los mandamientos me imponen desde fuera, sino que es mi propia voluntad,
habiendo experimentado que Dios está más dentro de mí que lo más íntimo mío.
Crece entonces el abandono en Dios y Dios es nuestra alegría.</span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;">De este modo se ve que es posible el amor al
prójimo en el sentido enunciado por la Biblia, por Jesús. Consiste justamente
en que, en Dios y con Dios, amo también a la persona que no me agrada o ni
siquiera conozco. Esto sólo puede llevarse a cabo a partir del encuentro íntimo
con Dios, un encuentro que se ha convertido en comunión de voluntad, llegando a
implicar el sentimiento.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Entonces aprendo a mirar a esta otra persona no ya
sólo con mis ojos y sentimientos, sino desde la perspectiva de Jesucristo. Su
amigo es mi amigo. Más allá de la apariencia exterior del otro descubro su
anhelo interior de un gesto de amor, de atención, que no le hago llegar solamente
a través de las organizaciones encargadas de ello, y aceptándolo tal vez por
exigencias políticas.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Al verlo con los ojos de Cristo, puedo dar al otro mucho
más que cosas externas necesarias: puedo ofrecerle la mirada de amor que él
necesita. En esto se manifiesta la interacción entre amor a Dios
y amor al prójimo, de la que habla con tanta insistencia la Primera carta de
Juan. Si en mi vida falta completamente el contacto con Dios, podré ver siempre
en el prójimo solamente al otro, sin conseguir reconocer en él la imagen
divina.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Por el contrario, si en mi vida omito del todo la atención al otro,
queriendo ser sólo « piadoso » y cumplir con mis « deberes religiosos », se
marchita también la relación con Dios. Será únicamente una relación « correcta
», pero sin amor. Sólo mi disponibilidad para ayudar al prójimo, para
manifestarle amor, me hace sensible también ante Dios. Sólo el servicio al
prójimo abre mis ojos a lo que Dios hace por mí y a lo mucho que me ama.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Los
Santos —pensemos por ejemplo en la beata Teresa de Calcuta— han adquirido su
capacidad de amar al prójimo de manera siempre renovada gracias a su encuentro
con el Señor eucarístico y, viceversa, este encuentro ha adquirido realismo y
profundidad precisamente en su servicio a los demás.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Amor a Dios y amor al
prójimo son inseparables, son un único mandamiento. Pero ambos viven del amor
que viene de Dios, que nos ha amado primero. Así, pues, no se trata ya de un «
mandamiento » externo que nos impone lo imposible, sino de una experiencia de
amor nacida desde dentro, un amor que por su propia naturaleza ha de ser
ulteriormente comunicado a otros.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<span style="font-family: inherit;">El amor crece a través del amor. El amor es «
divino » porque proviene de Dios y a Dios nos une y, mediante este proceso
unificador, nos transforma en un Nosotros, que supera nuestras divisiones y nos
convierte en una sola cosa, hasta que al final Dios sea « todo para todos »
(cf. 1 Co 15, 28).</span>Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-15647852937135059992013-03-26T23:35:00.001-07:002013-03-27T18:31:12.255-07:00Oración de Intercesión<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Por Patti G. Mansfield (Comunidad Siervos de Cristo Vivo)</span></div>
<div dir="ltr" style="font-family: Arial; text-align: justify;">
<div style="padding-left: 2px;">
<span style="font-family: inherit;"> </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; padding-left: 2px; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho71Rc_NKwu1rkDS3I4o9uoULRhLkd_zYrPAD_BkVhS2sNku6X9kGVotr0zPD-7YjHoCDgonFU88oO0JNoLOjUAE6inwNnpPyWO-sU6LCevj11U1bsDhXGTqqo60jIiTYACC6o_Swws-0/s1600/intercesi%C3%B3n.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="149" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho71Rc_NKwu1rkDS3I4o9uoULRhLkd_zYrPAD_BkVhS2sNku6X9kGVotr0zPD-7YjHoCDgonFU88oO0JNoLOjUAE6inwNnpPyWO-sU6LCevj11U1bsDhXGTqqo60jIiTYACC6o_Swws-0/s200/intercesi%C3%B3n.png" width="200" /></a><span style="font-family: inherit;">Si me preguntaran a mí qué es lo que más me gustaría hacer para ayudar a la Iglesia, diría que la intercesión. No sería viajar por todo el mundo y hablar en convenciones y en iglesias. Tampoco sería escribir libros. Sería hacer intercesión porque este don de la oración de intercesión tiene que ser la base de todo lo que hacemos por la Iglesia. Lo precioso de este don es que está abierto a todo el mundo.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; padding-left: 2px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"></span><br /></div>
<span style="font-family: inherit;"><a name='more'></a></span><span style="font-family: inherit;">En nuestra preciosa Iglesia Católica tenemos personas especialmente llamadas a la intercesión. Son los hombres y mujeres que viven en las clausuras de los conventos, donde interceden por el mundo. y el mundo no podría sobrevivir sin ellos. Todo el pueblo de Dios comparte esta llamada a la intercesión.</span><br />
<div>
<span style="font-family: inherit;"><br />Una vez presentaron a la Madre Teresa de Calcuta como la mujer más poderosa de todo el mundo. Cuando habla ella, todo el mundo la escucha. Cuando fue a Estados Unidos habló delante del Presidente, que es favorable al aborto. Y esta mujer tan pequeña y, sin embargo, tan fuerte, habló a este hombre sobre la santidad de la vida. Es una mujer muy influyente pero ¿cuál es la fuente de su poder? Sabéis la respuesta... La fuente de su poder es Jesús. ¿Cómo recibe ella este poder de Jesús y lo pone en práctica? Lo recibe en la oración. Por eso insiste ella tanto a sus hermanas, las Misioneras de la Caridad, que pasen un tiempo todos los días, en oración con Jesús, para acercarse a El y estar en unión con El.</span></div>
<div>
<span style="font-family: inherit;"> </span></div>
<div>
<span style="font-family: inherit;">Una de las razones de la oración es la unidad con Dios. Pero también hay otra razón: hacer intercesión por nuestros hermanos y hermanas. Dios nos ha elegido para salvarnos no solamente como individuos, sino como pueblo. Y si su gracia ha entrado en nuestras vidas, no es solo para que la disfrutemos nosotros, es para que, a través de nosotros, El pueda llegar a toda la gente que necesita conocerle. Por eso, cada persona que conoce a Jesús es un misionero y un intercesor. Cuando tú te aproximas a las demás personas, ves las grandes necesidades de cada una, como sucede con las personas que están en el ministerio de Prisiones, que ven las grandes necesidades de los presos y ¿qué pueden hacer ante tantas personas y tan grandes necesidades? Lo primero y más necesario es atraer a esta gente a Jesús. Eso es intercesión. Llevar esas personas a Jesús es testimonio y servicio.</span></div>
<div>
<span style="font-family: inherit;"> </span></div>
<div>
<span style="font-family: inherit;">Aunque nosotros tuviéramos todas las necesidades cubiertas, aunque fuera todo maravilloso en nuestra familia, aunque estuviésemos sanos y fuéramos libres, aún así, Dios nos seguiría llamando para que hiciéramos intercesión. Porque la persona que abre su corazón a Dios, la persona que siente el amor de Dios a ella, sentirá más profundamente las necesidades de las demás personas. Así, cuanto más crezcamos en el amor de Dios, más intercesión querremos hacer.</span></div>
<div>
<span style="font-family: inherit;"> </span></div>
<div>
<span style="font-family: inherit;">LOS INTERCESORES MÁS PODEROSOS</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">Sabemos, a través de las Escrituras, que los intercesores más poderosos eran los mejores amigos de Dios. Los que le conocían tal como es. Quiero que conozcáis esto muy fuertemente. Para ser intercesor hay que conocer realmente a Dios, como él es y no como lo imaginamos. Si tú crees que Dios es inmenso, que está allá en lo alto, que es un juez y puede traerte un mal, te acercarás a él con gran miedo y angustia, como si tuvieras que forzarle, retorcerle el brazo para que haga lo bueno que tú quieres que haga. Pero si conoces a Dios tal como es, si eres amigo suyo, entonces te acercarás a él sabiendo lo bueno que es, su gran misericordia para con nosotros. Está esperando para demostrarnos esa misericordia.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">En vuestro tiempo de oración leed el salmo 103: "Bendice a Yahvé, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre... Manifestó sus caminos a Moisés, a los hijos de Israel sus hazañas. Clemente y compasivo es el Señor, tardo a la cólera y lleno de amor".</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">MOISÉS</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">En el Antiguo Testamento, al leer la historia de Moisés, vemos que cuando los israelitas estaban luchando, mientras él mantenía sus brazos en alto vencían. ¿Qué estaba haciendo? Como amigo de Dios estaba haciendo intercesión. Cuando comenzó a cansarse y caían sus manos, el pueblo era derrotado por el enemigo. Entonces, al ver que era tan importante su intercesión, le dieron una roca para que se sentase y Aarón por un lado y Jur por otro, le sostenían las manos para que no se le cayeran (Ex 17,8 ss).</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Dios está buscando hombres y mujeres en todo el mundo, ansiosos de ser como Moisés, ansiosos de mantener sus brazos en alto, intercediendo por el pueblo. Que no los venza el cansancio y el aburrimiento y que no dejen que sus manos se caigan, sino que sigan haciendo intercesión. Y hasta procuren que otras personas vengan a ayudarles a hacer intercesión.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">¿No veis que es una gran ayuda cuando decís a vuestros hermanos: ayudadme y rezad por esta intención? Tú, sé como Aarón y Jur para mí. ¡Por favor! ayudadme a mantener mis brazos en alto por esta intención hasta que el Señor responda. Casi todos nos cansamos, sobre todo con esas intenciones que tenemos más cerca de nuestro corazón. Nos cuesta mucho comprender por qué el Señor tarda tanto en responder. El no se retrasa voluntariamente, porque es siempre bueno y amoroso. Su tiempo siempre es perfecto. Pero, a veces, es necesario que ocurra algo en lo profundo de nuestro ser, mientras esperamos su respuesta. Y la gente por la que estamos rezando también necesita que ocurra algo en ella. Y... va pasando el tiempo para que eso suceda.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Cuando pensamos que el Señor se está retrasando demasiado, El sabe lo que está haciendo. Su sabiduría es infinita.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">He llegado a comprender que no quiere hacer una cosa pequeñita. Como es Dios, siempre quiere hacer grandes cosas. Quiere responder a nuestra oración que, a menudo, es muy limitada. Quiere hacer una cosa mayor y quiere traer más gracias a más y más gente. Cuando en una familia alguien está rezando por la sanación de una persona amada, empiezan a pedir a los amigos, hermanos, primos..., a toda la gente que haya a su alrededor. ¡Por favor! intercede por esta persona. Y cuanto más gente entre en esta intercesión, más gente habrá con su corazón dilatado por el amor. Es como cuando se ve a un niño pequeño que está sufriendo. Con frecuencia, el Señor está dando gracias a todos los que están intercediendo por esa persona, por ese niño. La gracia de la paciencia en el propio sufrimiento, de admiración por la paciencia que tienen los padres o los familiares del enfermo. En ese tiempo de intercesión ¿no une el Señor a tantas familias que estaban disgregadas? Porque en ese momento las cosas que antes desunían a la familia, ya no son importantes. Si había dos mujeres que antes discutían por unas porcelanas, eso ya no tiene importancia. Es como cuando todos se unen al ver una persona muriendo.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Como veis, cuanto más gente se acerca a la intercesión, más actúa Dios y probablemente, se producirá una sanación muchísimo mayor que esa pequeñita que teníamos en nuestra mente. Además, cuando la respuesta a nuestra oración llega, todas esas personas pueden dar gracias a Dios.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">ESTER, IMAGEN DE MARÍA</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">Me encanta la imagen de Ester que vemos en el Antiguo Testamento. Conocemos la historia. Amán quería destruir a los judíos, cautivos de los persas, porque Mardoqueo, fiel a sus creencias, no quería postrarse ante él, y Ester, la sobrina de Mardoqueo, había sido elegida por el rey Asuero, que la coronó como esposa.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Mardoqueo acudió a su sobrina y le pidió que intercediera por el pueblo de Israel. Ester podía perder su vida si entraba en la presencia del rey sin que él la hubiera llamado. Pero por el amor que tenía a su pueblo, estaba decidida a perder su vida. Hizo lo que hacen todos los intercesores. Se humilló ante Dios, hizo penitencia para asegurarse de que su corazón estaba a bien con Dios, y no había ningún obstáculo para que su corazón fuese escuchado. Después de orar se vistió con sus mejores galas y llena de "espléndida belleza" fue a la presencia del rey. Asuero la recibe y le dice: aunque sea la mitad de mi reino, yo te lo daré.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">La intercesión que hizo por su pueblo fue tan efectiva, que todos se salvaron y Amán que quería destruir a los judíos fue castigado por el rey.<br />La imagen de Ester es la imagen de un intercesor. Y lo es también la de Nuestra Señora, porque Ella es la Reina que viene ante el Rey y escucha estas palabras: "Cualquier cosa que me pidas te la concederé". Ese es el poder de un intercesor y el poder de esa gran intercesora que es María. Una buena enseñanza para todos nosotros que debemos aprender intercesión.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">En el Antiguo Testamento (Crónicas, 7) hay un pasaje muy importante. A nosotros, que vivimos en Estados Unidos, se nos ha recordado mucho este pasaje, especialmente porque vemos que nuestro país se está volviendo cada vez más sombrío.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Hace dos fines de semana, en la ciudad de Nueva Orleans, hubo nueve asesinatos. Una gran desesperación, una gran confusión, grandes luchas entre las distintas razas, odio entre hombre y mujer, muchísimos matrimonios rotos y una terrible soledad. Ante este panorama, como pueblo de Dios, decimos ¿pero qué podemos hacer nosotros ante males tan tremendos? y el Señor nos ha llevado a este pasaje de Crónicas, 7. Dios dice: "Si mi pueblo, sobre el cual es invocado mi nombre, se humilla orando y buscando mi rostro y se vuelven de esos malos caminos, yo <br />les escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y revivirá su pais "</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">CONDICIONES DE LA INTERCESIÓN</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">Entendamos esto: El Señor dice: Quiero a mi propio pueblo. Los que conocen mi nombre, quiero que se humillen para orar, para alejarse del pecado. Quiero el arrepentimiento de mi pueblo y entonces oiré sus oraciones y tendré misericordia de vuestro país. Cuando hacemos intercesión, dice el Señor, no deberíamos ir a la oración criticando a otras personas. Si oramos así: "Señor, tú ves qué malos son todos los demás, están llenos de avaricia, de hechos perversos... y yo, que soy tan puro y santo, vengo en su nombre...". El Señor no escucha esas oraciones. Sus oídos están totalmente cerrados a esa oración. ¿Sabéis por qué? Dios resiste a los orgullosos, se pone en contra nuestra si somos orgullosos.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Y os tengo que decir esto, porque estáis esta noche conmigo aquí en la iglesia. No escucha a la gente que es orgullosa. Y ésta es la tentación que podemos tener cuando venimos a este tipo de enseñanzas: darnos la enhorabuena a nosotros mismos. Decimos: yo no soy como los demás... Ah, yo soy buenísimo con mi familia, yo rezo, yo doy dinero a la Iglesia, trabajo en un ministerio y además soy un cristiano buenísimo. Al Señor eso no le impresiona nada en absoluto. Quizás eres todas esas cosas que dices, pero no tienes que decírselo a Dios en tu oración.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">LA HUMILDAD</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">Cuando nos ponemos ante El en cualquier momento de oración, pero especialmente en la intercesión, la actitud que debemos tener siempre es de humildad. El Señor encuentra que la humildad es irresistible. El Señor ve que el arrepentimiento es irresistible para El. Los grandes intercesores, los grandes amigos de Dios, son los humildes. Pienso en San Francisco de Asís. El podía decir: "soy un gusano, ni siquiera soy un hombre". Y lo decía en serio, porque ante la faz de Dios que es tan grande y tan santo, ninguna carne humana puede ser nada. En la Escritura se nos dice que la grandeza del hombre es como basura, como tierra ante Dios. Y San Francisco que sabía de su nada y era muy humilde, era un intercesor poderosísimo. Esto es una lección para nosotros.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">COMUNIDAD DE FE</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">En los Evangelios encontramos otra lección de intercesión. Pensad en el paralítico que tenía cuatro amigos que le llevaron a Jesús. Nos dice el evangelio que, viendo su fe, Jesús sanó al hombre. Fijaos en lo que estos hombres hicieron para llevar al paralítico a Jesús. No dejaron que ningún obstáculo los detuviese. No podían entrar en la casa porque estaba demasiado llena. Hicieron un agujero en el techo y por allí le bajaron. Esto supone mucho trabajo. Ninguno de ellos podía hacerlo solo, tuvo<br />que ser un grupo de hombres los que le bajasen a los pies de Jesús.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">¿Cómo hacemos intercesión? Con frecuencia se forman pequeños grupos para hacer oración de intercesión. No hace falta que sean muchas personas.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">El don de intercesión es un don que muy poca gente acoge. Se ofrece a todos nosotros, pero muy pocos estamos dispuestos a pagar su precio, porque es un ministerio muy escondido. No hay mucha gloria, ni tampoco espectáculo en la intercesión. Pero aunque sólo sean dos personas las que se reúnen para orar a Jesús, hay intercesión. Lo que estas personas, aunque sean dos, tres o cuatro, pongan a los pies de Jesús, Jesús lo verá. Pensad esto.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Hay muchas casas donde hay gente mayor que no puede hacer otros trabajos. Considerad el poder de intercesión de esas personas. Necesitamos pedir intercesión a las personas mayores y enfermas. Además, casi todos los hombres y mujeres trabajan y si en el trabajo encuentran solamente una persona que ore con ellos, antes del trabajo, a la hora de comer, al final del trabajo, durante el viaje al trabajo, aunque sólo sea una persona, podéis ser como los amigos del paralítico que lo pusieron a los pies de Jesús. Y Jesús actuará. El no puede resistirse a esta fe que nosotros le llevamos. Cuando dos o más de nosotros oramos por esto, hay un gran poder.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">ORAR POR LOS NUESTROS</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">Todos somos miembros de familias. Todo el mundo que está fuertemente tocado por el amor del Señor quiere compartir este amor con su familia. Pero no todos en la familia creen como ellos creen. Entonces, pedid a un amigo vuestro que ore con vosotros para la conversión de vuestra familia. Y aunque sólo encontréis a un miembro de vuestra familia que quiera orar con vosotros, hacedlo. Tal vez viva en la misma casa, o quizás viva en otra ciudad, en otro país, pero que esté de acuerdo en orar para interceder por vuestra familia.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Hace poco, una de mis cuñadas que vive en otro Estado, me llamó por teléfono; yo soy católica y ella es protestante, pero las dos amamos a Jesús. No podemos rezar el rosario juntas pero podemos estar de acuerdo en la oración, porque amamos a Jesús. Estábamos compartiendo la preocupación por otra cuñada nuestra que tenía cáncer y hace poco se había divorciado por segunda vez. En su felicitación de Navidad me escribió una nota muy triste: "Estoy trabajando muchas horas, pero no me importa, porque no tengo ninguna otra cosa que hacer". No tiene hijos, no tiene marido, está viendo que va a perder su casa y ha estado gravemente enferma. Mi cuñada protestante y yo nos pusimos de acuerdo por teléfono para orar por ella. Yo sé que el Señor escuchará nuestra oración. En mi propia familia, con mi madre, mi padre, mis hermanos y hermanas, quizás hace como diez años, empezamos una campaña de intercesión. En un trozo de papel escribí los días de la semana. En el domingo puse: acción de gracias. Y en los demás días el nombre de un miembro de mi familia y se lo mandé a ellos, que viven por todos los Estados Unidos y les dije: si vosotros queréis, escribid una intención por la que queráis que oremos todos. Casi todos escribieron dos o tres intenciones especiales. Y en la parte de abajo de la hoja puse este versículo: "Pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá".</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Mi madre, hace pocos meses, me recordaba: piensa en todas las intenciones por las que hemos orado; Dios nos ha respondido a todas ellas. Ahora estamos pensando hacer una nueva lista con nuevas intenciones.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">BAJO LA GUÍA DEL ESPÍRITU</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">Quizás esto no funcione en vuestra familia, en vuestro ministerio, pero podéis pedir al Espíritu Santo que os muestre, que os enseñe cómo podéis hacer intercesión por las demás personas. Mencioné el teléfono. Tengo una amiga con un hijo enfermo y por este motivo no podía salir de casa, pero todos los días llamaba a otra amiga suya y oraban juntas por teléfono. No tenían la libertad de salir de su casa para orar juntas pero usando el teléfono, oraban por sus intenciones y compartían la intercesión. Pregunta al Espíritu Santo cómo puedes hacer esto.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Leí una cosa muy interesante sobre la intercesión de una mujer que se llamaba Corrie Ten Boom: "El demonio se ríe cuando hacemos planes, y se sonríe cuando trabajamos demasiado, pero el diablo tiembla cuando oramos, especialmente cuando oramos juntos".</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">El gran problema de muchas personas es que se ocupan de tantas cosas, que trabajan demasiado para poder orar. Y es una pena. Si estás tan ocupado que no puedes rezar, examina tu vida, organízate bien. Muchas personas se hicieron santas siendo intercesores.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">LA PERSEVERANCIA</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">El ejemplo más grande que viene a mí mente es la madre de San Agustín, Santa Mónica. ¿No creéis que en los años en que hizo intercesión dudaría algunas veces de la misericordia de Dios? Cuando ella oraba con tanto fervor para que su hijo no se marchase y se marchó, Dios le dijo no a la oración de ese día en particular para, al final decir, sí a su oración diaria.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">A veces el Señor permite que las personas por las que rezamos se alejen cada vez más y sufren en sus corazones, y nosotros también al ver que esto ocurre. Pero el Señor nos está mirando y quiere que perseveremos tal y como nos dijo en el evangelio: "Perseverad sin desfallecer". El oirá nuestras oraciones y responderá.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">El rosario es una oración muy poderosa para la intercesión. Sabéis que es cierto. Recuerdo una tía mía, que era mayor y siempre estaba con el rosario en sus manos. Yo le decía, reza por mí, reza por mí. Era muy mayor entonces y respondía: Te ayudaré ahora, pero después te ayudaré mucho más. ¿Sabéis de lo que estaba hablando? De la intercesión que haría por mí cuando llegara al cielo. Esta es una forma muy poderosa que nosotros los católicos tenemos para hacer intercesión: pedir a los santos y especialmente a la Virgen Santísima para que intercedan por nosotros.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">LA ORACIÓN EN LENGUAS</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">Uno de los preciosos dones que hemos recibido en la Renovación carismática es el don de lenguas. En el don de lenguas alabamos a Dios. Cuando nosotros no comprendemos el por qué tenemos que orar, podemos hacer intercesión en lenguas. Esto la he experimentado en mi propia familia. Una noche me desperté con un gran peso y con la sensación de que tenía que orar por algo muy importante. No tenía idea por lo que debía orar, pero era tal el peso que sentía, que me arrodillé al lado de mi cama y empecé a orar en lenguas. Después de un rato de oración se me quitó ese peso de encima y me fui a dormir. Al día siguiente me enteré que, a la misma hora en que yo sentí eso, mi familia había tenido un accidente terrible de tráfico y el policía que lo vio dijo: fue un milagro que no se mataran. Dios me llamó para interceder por mi familia cuando no tenía idea de lo que pasaba, y fue el momento en que yo intercedí con el don de lenguas.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">LA MISA Y EL NOMBRE DE JESÚS</span></div>
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<span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">En la intercesión usad el nombre de Jesús. Pedid que la sangre de Jesús cubra a las personas en vuestra oración.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Y claro, durante la Misa, es el momento de entrar en la gran intercesión de Jesús. Esto es lo más importante. Cuando miramos a nuestro alrededor, podemos levantar nuestras manos. Cuando vemos que los problemas son tan grandes, levantamos las manos. Dios nos dice: no levantéis las manos con desesperación. Haced como Abraham, como Moisés, como Ester, como María y Jesús, levantad vuestras manos en intercesión y Dios oirá y responderá a vuestra oración. Amén. .</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">(Nuevo Pentecostés, n. 37)</span></div>
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Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-80497536972179448352013-03-26T23:20:00.000-07:002013-03-27T10:39:56.334-07:00Primera carta de San Juan<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">La
primera carta de San Juan está dirigida a varias comunidades de Asia Menor,
donde a fines del siglo I este Apóstol gozaba de una gran autoridad. <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Lo mismo que en el Prólogo de su Evangelio,
Juan comienza su primera Carta presentando a Jesús como la </span>Palabra de
Vida:</span></span></div>
<span style="font-family: inherit;"><a name='more'></a></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">“Lo que existía desde el principio, lo que
hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo
que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les
anunciamos”<span style="mso-bidi-font-style: italic;"> (1. 1)</span></span></span></i><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: inherit;">Como en el cuarto Evangelio (Jn. 19. 35; 21. 24),
también aquí Juan insiste en su condición de testigo ocular del Señor:<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: inherit;">
</span><span style="font-family: inherit;"><i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">Porque la Vida se hizo visible, y nosotros la
vimos y somos testigos, y les anunciamos la Vida eterna, que existía junto al
Padre y que se nos ha manifestado”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"> (1. 2)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Por
el tono polémico de ciertos pasajes de la Carta, se puede concluir que dichas
comunidades atravesaban por una grave crisis. Algunos<i> “falsos profetas” </i>comprometían
con su enseñanza la pureza de la fe:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“Queridos míos, no crean a cualquiera que
se considere inspirado: pongan a prueba su inspiración, para ver si procede de
Dios, porque han aparecido en el mundo muchos falsos profetas”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> (4. 1)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“Ellos salieron de entre nosotros, sin
embargo, no eran de los nuestros. Si lo hubieran sido, habrían permanecido con
nosotros. Pero debía ponerse de manifiesto que no todos son de los nuestros”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> (2. 19)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“¿Quién es el mentiroso, sino el que niega
que Jesús es el Cristo? Ese es el Anticristo: el que niega al Padre y al Hijo”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> (2. 22)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Su
comportamiento moral no era menos reprobable, pretendiendo estar libres de
pecado:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“Si decimos que no tenemos pecado, nos
engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros”… “Si decimos que
no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso, y su palabra no está en
nosotros”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> (1. 8, 10)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Y estos
falsos profetas no se preocupaban de observar los mandamientos, en particular,
el del amor al prójimo:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El que dice: «Yo lo conozco», y no cumple
sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él… El que dice que
está en la luz y no ama a su hermano, está todavía en las tinieblas”</i> (2. 4,
9)</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“Si decimos que estamos en comunión con él
y caminamos en las tinieblas, mentimos y no procedemos conforme a la verdad”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> (1. 6)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Para
combatir estos errores, Juan muestra quiénes son los que poseen realmente la
filiación divina y están en comunión con Dios. Con este fin, propone una serie
de signos que manifiestan visiblemente la presencia de la Vida divina en los
verdaderos creyentes.</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Entre
esos signos, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">en el orden doctrinal</b>,
se destaca el reconocimiento de Jesús como el Mesías:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“En esto reconocerán al que está inspirado por Dios: todo el que
confiesa a Jesucristo manifestado en la carne, procede de Dios”<span style="mso-bidi-font-style: italic;"> </span></i>(4. 2)</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">en el orden moral</b>, sobresale la
práctica del amor fraterno, el cual es objeto en esta Carta de un desarrollo
particularmente amplio. Para Juan, el auténtico creyente es el que ama a su
hermano ya que nos dice:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“El que ama a su hermano permanece en la
luz y nada lo hace tropezar”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> (2. 10)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Y más
adelante prosigue:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span><span style="font-family: inherit;"><i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">Queridos míos, amémonos los unos a los otros,
porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios”<span style="mso-bidi-font-style: italic;"> </span></span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">(4. 7)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">El
que no ama, en cambio, está radicalmente incapacitado para conocer a Dios:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span><span style="font-family: inherit;"><i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios
es amor”<span style="mso-bidi-font-style: italic;"> </span></span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">(4. 8)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“Nosotros hemos conocido el amor que Dios
nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y el que permanece en el amor
permanece en Dios, y Dios permanece en él”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> (4. 16)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span style="font-family: inherit;"><b><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">EXHORTACIÓN
A VIVIR EN LA LUZ</span></b></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></b></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“La noticia que hemos oído de él y que
nosotros les anunciamos, es esta: Dios es luz, y en él no hay tinieblas”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> <span style="mso-bidi-font-style: italic;">(1. 5)</span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;">«Dios es Luz</span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">»<span style="mso-bidi-font-style: italic;">
¡Qué hermosa noticia! La metáfora de la luz aplicada a Dios era frecuente en
las religiones antiguas. También San Juan la utiliza, como lo hace Pablo cuando
dice que Dios </span>«habita en una luz inaccesible» <span style="mso-bidi-font-style: italic;">(1 Tim. 6. 16)</span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: inherit;">Y el autor de esta Carta nos advierte que para
entrar en comunión con Dios es necesario «caminar» en la luz:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span><span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;">“</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">Pero si caminamos
en la luz, como Él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y
la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"> (1. 7)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: inherit;">Así retoma una típica expresión bíblica que
equivale a «vivir en la luz». Si queremos vivir en la luz, tenemos que comenzar
por reconocer nuestra condición de pecadores y dejarnos justificar por
Jesucristo:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span><span style="font-family: inherit;"><i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">Hijos míos, les he escrito estas cosas para que
no pequen. Pero si alguno peca, tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo,
el Justo. Él es la Víctima propiciatoria por nuestros pecados, y no sólo por
los nuestros, sino también por los del mundo entero”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;">
(2. 1-2)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: inherit;">De ahí en más, debemos cumplir los mandamientos de
Dios. Esta es la señal de que conocemos verdaderamente a Dios:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“La señal de que lo conocemos, es que
cumplimos sus mandamientos”…<span style="mso-bidi-font-style: italic;">“</span>El
que dice que permanece en Él, debe proceder como Él”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;">
(2. 3, 6)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“No amen al mundo ni las cosas mundanas.
Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que
hay en el mundo –los deseos de la carne, la codicia de los ojos y la
ostentación de la riqueza– no vienen del Padre, sino del mundo. Pero el mundo
pasa, y con él, sus deseos. En cambio, el que cumple la voluntad de Dios
permanece eternamente”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> (2, 15-17)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;">El otro conocimiento, el meramente intelectual, es
un engaño. Y el gran mandamiento que debemos cumplir, el mandamiento </span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">«nuevo» <span style="mso-bidi-font-style: italic;">y </span>«antiguo»<span style="mso-bidi-font-style: italic;"> a la vez, es el del amor al prójimo:</span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“Queridos míos, no les doy un mandamiento
nuevo, sino un mandamiento antiguo, el que aprendieron desde el principio: este
mandamiento antiguo es la palabra que ustedes oyeron”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;">
(2. 7)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“Su mandamiento es este: que creamos en el
nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros como él nos
ordenó”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> (3. 23)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span style="font-family: inherit;"><i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">Pero el que no ama a su hermano, está en las
tinieblas y camina en ellas, sin saber a dónde va, porque las tinieblas lo han
enceguecido<span style="mso-bidi-font-style: italic;">”</span></span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> <span style="mso-bidi-font-style: italic;">(2. 11)</span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><span style="font-family: inherit;"><b><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">EXHORTACIÓN
A VIVIR COMO HIJOS DE DIOS</span></b></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></b></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: inherit;">Al tema de la luz sigue el de la filiación divina.
No se trata de la filiación común a todos los hombres a partir de su nacimiento
físico, sino de la filiación adoptiva por el renacimiento espiritual, al que se
refiere Jesús en su conversación con Nicodemo (Jn. 3. 5-6). Esa filiación no es
el resultado del esfuerzo humano, sino un regalo del amor de Dios.</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“!Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que
nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos
reconoce, es porque no lo ha reconocido a él”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;">
(3. 1)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“Y este amor no consiste en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como
víctima propiciatoria por nuestros pecados”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> (4. 10)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: inherit;">Tampoco es un mero título. Es una maravillosa
realidad, que todavía no se ha manifestado plenamente. Su término será la
contemplación de Dios. De ese extraordinario anuncio brota una consecuencia muy
lógica. Si somos hijos de Dios, debemos parecernos a él, ser verdaderas
imágenes suyas, imitarlo en su manera de obrar:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“El que tiene esta esperanza en Él, se
purifica, así como Él es puro”… “Hijos míos, que nadie los engañe: el que
practica la justicia es justo, como Él mismo es justo”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> <span style="mso-bidi-font-style: italic;">(3. 3, 7)</span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;">¿Acaso no nos dice san Pablo: </span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">«Traten de imitar a Dios,
como hijos suyos muy queridos»? <span style="mso-bidi-font-style: italic;">(Ef.
5. 1). ¿Y qué mejor manera de imitar a Dios que amar a nuestros hermanos como
él nos amó? Él se entregó a nosotros en la persona de su Hijo. Por eso debemos
estar dispuestos, incluso, a dar la vida por los demás:</span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“En esto hemos conocido el amor: en que Él
entregó su vida por nosotros. Por eso, también nosotros debemos dar la vida por
nuestros hermanos.</span></i></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">Si alguien vive en la abundancia, y
viendo a su hermano en la necesidad, le cierra su corazón, ¿cómo permanecerá en
él el amor de Dios?”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> (3. 16-17)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></span><span style="font-family: inherit;"><b><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">EXHORTACIÓN
A VIVIR EN EL AMOR</span></b></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"></span></b></span><span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;">El tema del amor está latente en toda esta Carta,
pero llega a su punto culminante en la última parte. </span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">«Dios es luz»,<span style="mso-bidi-font-style: italic;"> nos había dicho Juan al comienzo, y ahora
nos anuncia: </span>«Dios es amor».<span style="mso-bidi-font-style: italic;">
Aquí nos encontramos con una de las páginas más admirables de la Biblia. Decir
«Dios» es decir «amor», el Amor con mayúscula. Por eso el Apóstol afirma tan
lapidariamente:</span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“El que no ama no ha conocido a Dios,
porque Dios es amor”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"> (4. 8)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: inherit;">Sólo el que ama lo conoce y entra en íntima
comunión con él. Pretender amar a Dios sin amar a los hermanos es el peor de
los engaños:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“El que dice: «Amo a Dios», y no ama a su
hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama
a su hermano, a quien ve?”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"> (4. 20)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“Hijitos míos, no amemos con la lengua y
de palabra, sino con obras y de verdad” </span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;">(3.
18)</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span></span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: inherit;">Por otro lado, Juan afirma también que:</span></span><br />
<span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;"></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“La señal de que amamos a los hijos de
Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> <span style="mso-bidi-font-style: italic;">(5. 2)</span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%; mso-bidi-font-style: italic;">No se trata de una contradicción. El autor de la
Carta quiere enseñarnos que únicamente el que ama de verdad a Dios puede amar a
los hombres como «hijos de Dios». Es decir, de una manera nueva y mucho más
profunda, descubriendo en ellos lo que escapa al mero conocimiento humano. Y
para amar así a los hombres, es necesaria la fe en Jesucristo, en quien el amor
de Dios se hizo plenamente visible. El que tiene esa fe </span><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">«vence al mundo»<span style="mso-bidi-font-style: italic;"> con la fuerza del amor:</span></span></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></span></span><span style="font-family: inherit;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;">“El amor a Dios consiste en cumplir sus
mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>porque el que ha nacido de Dios, vence al
mundo. Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que
vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”</span></i><span lang="ES" style="color: black; line-height: 115%;"> <span style="mso-bidi-font-style: italic;">(5.3-5)</span></span></span>Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-4526544727172293672013-03-16T13:29:00.004-07:002013-03-16T13:29:51.147-07:00Discurso del Papa a periodistasVATICANO, 16 Mar. 13 / 10:41 am (<a href="http://www.aciprensa.com/" target="_self"><b>ACI/EWTN Noticias</b></a>).- <br />
<br />
Queridos amigos<br /><br /> Al comienzo de mi ministerio en la Sede de Pedro, me alegra encontrarme con vosotros, que habéis trabajado aquí en Roma en este momento tan intenso, que comenzó con el anuncio sorprendente de mi venerado predecesor, Benedicto XVI, el pasado 11 de febrero. Os saludo cordialmente a todos vosotros.<br /><a name='more'></a>El papel de los medios de comunicación ha ido creciendo cada vez más en los últimos tiempos, hasta el punto de que se hecho imprescindible para relatar al mundo los acontecimientos de la historia contemporánea. Expreso, pues, un agradecimiento especial a vosotros por vuestro competente servicio durante los días pasados...<br /><br />Doy gracias de corazón especialmente a quienes han sabido observar y presentar estos acontecimientos de la historia de la Iglesia, teniendo en cuenta la justa perspectiva desde la que han de ser leídos, la de la fe. Los acontecimientos de la historia requieren casi siempre una lectura compleja, que a veces puede incluir también la dimensión de la fe.<br /><br /> Los acontecimientos eclesiales no son ciertamente más complejos de los políticos o económicos. Pero tienen una característica de fondo peculiar: responden a una lógica que no es principalmente la de las categorías, por así decirlo, mundanas; y precisamente por eso, no son fáciles de interpretar y comunicar a un público amplio y diversificado.<br /><br /> En efecto, aunque es ciertamente una institución también humana, histórica, con todo lo que ello comporta, la Iglesia no es de naturaleza política, sino esencialmente espiritual: es el Pueblo de Dios. El santo Pueblo de Dios que camina hacia el encuentro con Jesucristo. Únicamente desde esta perspectiva se puede dar plenamente razón de lo que hace la Iglesia Católica.<br /><br /> Cristo es el Pastor de la Iglesia, pero su presencia en la historia pasa a través de la libertad de los hombres: uno de ellos es elegido para servir como su Vicario, Sucesor del apóstol Pedro; pero Cristo es el centro, no el Sucesor de Pedro: Cristo. Cristo es el centro.<br /><br /> Cristo es la referencia fundamental, el corazón de la Iglesia. Sin él, ni Pedro ni la Iglesia existirían ni tendrían razón de ser. Como ha repetido tantas veces Benedicto XVI, Cristo está presente y guía a su Iglesia.<br /><br /> En todo lo acaecido, el protagonista, en última instancia, es el Espíritu Santo. Él ha inspirado la decisión de Benedicto XVI por el bien de la Iglesia. Él ha orientado en la oración y la elección a los cardenales.<br /><br /> Es importante, queridos amigos, tener debidamente en cuenta este horizonte interpretativo, esta hermenéutica, para enfocar el corazón de los acontecimientos de estos días...<br /><br />Vuestro trabajo requiere estudio, sensibilidad y experiencia, como en tantas otras profesiones, pero implica una atención especial respecto a la verdad, la bondad y la belleza; y esto nos hace particularmente cercanos, porque la Iglesia existe precisamente para comunicar esto: la Verdad, la Bondad y la Belleza «en persona»...<br /><br />Algunos no sabían por qué el Obispo de Roma ha querido llamarse Francisco. Algunos pensaban en Francisco Javier, en Francisco de Sales, también en Francisco de Asís. Les contaré la historia. Durante las elecciones, tenía al lado al arzobispo emérito de San Pablo, y también prefecto emérito de la Congregación para el clero, el cardenal Claudio Hummes: un gran amigo, un gran amigo. Cuando la cosa se ponía un poco peligrosa, él me confortaba.<br /><br /> Y cuando los votos subieron a los dos tercios, hubo el acostumbrado aplauso, porque había sido elegido. Y él me abrazó, me besó, y me dijo: «No te olvides de los pobres». Y esta palabra ha entrado aquí: los pobres, los pobres. De inmediato, en relación con los pobres, he pensado en Francisco de Asís. Después he pensado en las guerras, mientras proseguía el escrutinio hasta terminar todos los votos. Y Francisco es el hombre de la paz. Y así, el nombre ha entrado en mi corazón: Francisco de Asís.<br /><br /> Para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación; en este momento, también nosotros mantenemos con la creación una relación no tan buena, ¿no? Es el hombre que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre... ¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres! Después, algunos hicieron diversos chistes: «Pero tú deberías llamarte Adriano, porque Adriano VI fue el reformador, y hace falta reformar...». Y otro me decía: «No, no, tu nombre debería ser Clemente». «Y ¿por qué?». «Clemente XV: así te vengas de Clemente XIV, que suprimió la Compañía de Jesús». Son bromas.<br /><br /> Os quiero mucho. Os doy las gracias por todo lo que habéis hecho. Y pienso en vuestro trabajo: os deseo que trabajéis con serenidad y con fruto, y que conozcáis cada vez mejor el Evangelio de Jesucristo y la realidad de la Iglesia. Os encomiendo a la intercesión de la Santísima Virgen María, Estrella de la Evangelización, a la vez que os expreso los mejores deseos para vosotros y vuestras familias, a cada una de vuestras familias, e imparto de corazón a todos mi Bendición.<br /><br /> (Palabras en español)<br /><br /> Les dije que les daba de corazón la bendición. Como muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia católica, otros no son creyentes, de corazón doy esta bendición en silencio a cada uno de ustedes, respetando la conciencia de cada uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios. Que Dios los bendiga.<br />Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8994087029030766108.post-82499983077181608222013-03-14T13:53:00.000-07:002013-03-14T13:53:04.785-07:00El nombre del Papa es solo Francisco<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" style="width: 100%px;">
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<td class="destacado"><span class="grisMedio">Autor: Zenit</span> <span class="grisMedio">| Fuente: Zenit</span> </td></tr>
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<td class="corto">Pasó por la Casa del Clero y pagó la cuenta. Hay un programa
intenso. El estilo del papa definirá las medidas se seguridad<a name='more'></a></td></tr>
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<table border="0" cellpadding="3" cellspacing="0" style="width: 100%px;">
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<span class="destacado">Ciudad del Vaticano, 14 de marzo de
2013 (Zenit.org) H. Sergio Mora<br /><br />El sábado encuentra a los comunicadores,
el domingo hay ángelus, el martes es la misa de inicio de pontificado, y el
miércoles encuentro ecuménico. Este es el programa para los próximos días. Y su
nombre de papa “es Francisco y no Francisco I”.<br /><br />Son informaciones que dio
hoy el director de la Oficina de Prensa, padre Federico Lombardi, en la
conferencia de prensa en el Mediacenter, acompañado del portavoz para los
hispanohablantes, monseñor José María Gil Tamayo; y el portavoz en inglés, padre
Thomas Rosica.<br /><br />Durante la presentación de hoy, los comunicadores
presentes en el Mediacenter, agradecieron al padre Lombardi y le aplaudieron por
el trabajo que hizo para facilitar la labor de los medios.<br /><br />“Quedamos
impresionados de su actitud y gestos que todos vimos. Iniciando por el hecho que
se haya presentado como obispo de Roma, con ese cariño tan peculiar que
conquistó masivamente la plaza de San Pedro. Con esa aparición que los ha
llenado de gran esperanza”. Y añadió: “Yo no me lo esperaba, fueron sorpresas
muy positivas”.<br /><br />“Después de haber sido elegido papa recibió en la Capilla
Sixtina, el saludo de los cardenales. Francisco recibió el homenaje de pie y
delante del altar y no sentado”.<br /><br />Como vieron, “saludó desde la Logia de
San Pedro, con la sotana muy sencilla sin la ´mozzetta´, y con la cruz que era
la misma de obispo. Y las cosas que hizo y dijo no hay necesidad de decirlo”. La
cruz del papa Francisco es de plata oxidada, un metal relativamente común en
América Latina.<br /><br />“Haber querido al vicario de Roma a su lado, fue un
aspecto nuevo respecto al pasado”, dijo y añadió que “el hecho de pedir la
oración del pueblo sobre él fue otra característica. La bendición de Dios a
través de la oración del pueblo”.<br /><br />Al volver de la basílica a la
residencia de Santa Marta, estaba preparado el auto oficial SCV 001 y en cambio
quiso volver con los otros cardenales en el autobús, como había ido de cardenal.
Después de la cena, que se desarrolló en un ambiente festivo, dijo unas pocas
palabras de agradecimiento y añadió: “¡Que Dios les perdone por lo que han
hecho!”.<br /><br />“Más tarde --prosiguió Lombardi- llamó por teléfono al papa
emérito Benedicto XVI, por lo que no debemos esperar que vaya enseguida a Castel
Gandolfo, lo hará pero no de manera inminente”, dijo.<br /><br />Sobre el día de
hoy, indicó que a las 8 fue a Santa María la Mayor, para homenajear a la Virgen,
acompañado por el arcipreste Abril y Castelló, cardenal turolense, y fue acogido
por el capítulo de la Capilla, los confesores, y quienes trabajan
allí.<br /><br />“Depuso
el ramillete de flores a los pies del altar, se quedó rezando y un poco también
sentado. Pasó por la parte inferior del altar en donde según la tradición, está
la cuna de Jesús. Y oró en el altar en el que san Ignacio celebró su primera
misa de Navidad. Un lugar significativo para los jesuitas”, dijo. Allí se detuvo
delante de la tumba de san Pio V. En el espacio de la basílica saludó a los
laicos y personas presentes”.<br /><br />“Volvió al Vaticano --recordó el portavoz
que estaba allí presente- en uno de los autos de la Gendarmería, o sea de manera
bastante sencilla. Pasó por la Casa del Clero en via della Scroffa, en donde
vivía antes del cónclave. Pagó la cuenta, tanto para dar ejemplo, y partió hacia
Santa Marta”.<br /><br />La misa de hoy en la Capilla Sixtina, será en latín con las
lecturas en italiano, la homilía veremos si la hace en italiano, también será
con espontaneidad, y probablemente no tendremos antes un texto en la mano.
“Podremos encontrar elementos muy importantes en la misma”, indicó Gil
Tamayo.<br /><br />“Esta tarde después de la misa en la Capilla Sixtina, irá a los
apartamentos pontificios en el Palacio Apostólico y quitará los sellos, de
manera que puedan iniciar los trabajos de refacción que serán más bien rápidos.
Y el papa se quedará por ahora en Santa Marta”.<br /><br />Mañana viernes 15 en la
Sala Clementina el papa saluda a todos los cardenales, no solamente a los
electores. Es un encuentro familiar en el que cada uno saluda al santo padre en
un ambiente más sencillo.<br /><br />El sábado en el Aula Pablo VI, el santo padre
encuentra a los periodistas, sin mayor acreditación que un documento de prensa y
pueden invitar también a los operadores de la comunicación que deseen.<br /><br />El
domingo será la primera oración del Ángelus de la famosa ventana que da hacia la
plaza de San Pedro. Y el martes 19, festividad de San José --esperando que el
tiempo sea bueno- la misa será en la plaza. No hay billetes, el acceso es libre
y cada uno llega hasta donde logra ir, indicaron.<br /><br />El miércoles 20 en
cambio no habrá audiencia general, si bien dará audiencia a los ´delegados
fraternos´ o sea de las Iglesias cristianas, aunque podrá ser ampliado a
representantes de otros credos.<br /><br />“Sobre las medidas de seguridad, cómo
conciliarlas con el nuevo papa, serán definidas por Francisco según su línea
pastoral. Y ha llegado un nuevo estilo como hemos ya visto”, indicó el portavoz
en español.<br /><br />Sobre el hecho de que el estilo de Francisco se parezca más
al de Juan XXXIII que al de Benedicto XVI, el padre Lombardi, pidió esperar un
poco más, de manera de dar un juicio más profundo. Si bien es claro que
Benedicto vivió más en un ambiente académico y universitario, mientras Francisco
en una diócesis populosa con mucha labor pastoral.<br /><br />"Nosotros los jesuitas
no estamos acostumbrados a la idea de un papa, porque por nuestra espiritualidad
somos más de servico de frontera que de dirección de la Iglesia --dijo Lombardi-
y lo vivo como una labor de servicio, de misión, muy particular que ningún
jesuita ha tenido". <br /><br />Sobre la salud del papa indicó que hace unos 40 años
tuvo una enfermedad en la que perdió una parte de un pulmón, pero que quedó
absolutamente curado de esto.<br /><br />(14 de marzo de 2013) © Innovative Media
Inc. </span></div>
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Gilberto Palomareshttp://www.blogger.com/profile/14529858568881425837noreply@blogger.com0